Gas Gas en fabricación; JTG, cerrado

Cómo es la situación de las marcas de motos españolas en la actualidad

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Cómo es la situación de las marcas de motos españolas en la actualidad
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Después de hacer un recorrido por la historia de las marcas de motos españolas, prestamos atención ahora a la situación actual. Tiempos difícil para la marca España en las dos ruedas.


Hay movimiento entre las marcas de motos españolas. Gas Gas, después de un 2015 difícil, parece volver a despegar de la mano de los mismo que han hecho volver la marca Torrot. Veamos a ver qué pasa con Ossa, que hace un par de años pasó a depender de los de Gerona. JTG, por el contrario, parece haber cerrado definitivamente su actividad.

MontesaMontesa, otra de las marcas de motos españolas históricas todavía «vivas» parece incluso rejuvenecer: ahora tiene dos modelos en su catálogo, después de muchos años de sobrevivir con sólo uno. Bien, vale, el segundo sólo es una versión trail de la Cota, pero bueno es soñar€

Y si soñamos, también será bueno acordarse de los proyectos de enduro de Ossa, que sólo llegaron a verse en un salón y que prometían, cuando menos, soluciones espectaculares. Y otra de las «históricas», en este caso renacida, es Bultaco. Vimos hace ya años la Rapitan y la Rapitan Sport, pero hasta la fecha sólo hemos «catado» su bici-moto, la Brinco.

No tan bien pintan ya las cosas para JTG o JotaGas, que de las dos formas se llamó en su «fugaz» paso por la historia de la moto. Parece ser que este proyecto se ha desmoronado, aunque uno de sus artífices más conocidos, Jordi Tarrés, hace tiempo que se involucró en la nueva TRS, que parece evolucionar más que bien.

sendabaja125r 02Tampoco tienen buena pinta la supervivencia de Derbi: en manos de l grupo italiano Piaggio, parece que no hay planes de futuro ni nuevos modelos para la marca de las «balas rojas» que después de dejar de fabricarse aquí parecen condenadas a desaparecer.

Rieju, una de las pocas marcas españolas que sigue tampoco debe pasar por buenos momentos: su proyecto de vender enduro de gran cilindrada apoyados por Gas Gas y Sherco no cuajó y, según dicen, costó a la fabrica «una pasta». Después, el comprar los moldes y patentes de Malaguti para fabricar en Figueras los scooters italianos bajo el nombre City Line tampoco parte haber dado los resultados deseados. Y aún peor lo pasan los de Motor Hispania: tras cerrar, intentan restablecer una cierta actividad, ahora importando motos completas desde China. ¿De verdad se ha terminado la crisis?