IMU solicita el incremento de la velocidad máxima hasta los 130 km/h

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IMU solicita el incremento de la velocidad máxima hasta los 130 km/h
Nicolás Merino
Nicolás Merino


La Unión Internacional en Defensa del Motorista resalta el beneficio elevar a 130 km/h la velocidad máxima legal en autovías y autopistas, así como la negativa repercusión en la recaudación por exceso de velocidad en estas vías.

El pasado 24 de enero el Departamento de Seguridad Vial de Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas (IMU) ha solicitado a la DGT que inicie los trámites de propuesta de modificación del artículo 48, punto 1, apartado “a.1º” del R.D. 1428/03 al objeto de incrementar el límite máximo de velocidad en 10 km/h sobre el actual en autopistas y autovías. Esto supondría pasar de 120 km/h a 130 km/h, repercutiendo positivamente en el tiempo de desplazamiento y negativamente en la recaudación por velocidad en las referidas vías.

Como afirma IMU, El objetivo no es otro que favorecer una mejor circulación al tiempo que no empeora los índices de siniestralidad por exceso de velocidad. De 30 países en Europa sin contar España, en 16 de ellos, algunos con políticas viales especialmente avanzadas y demostrados buenos resultados, la velocidad máxima para motocicletas en autopistas se sitúa en 130 o más kilómetros por hora. En términos generales, el 53,3 % de los países de Europa, según la Comisión Europea en el área de transportes, tiene límites de velocidad en autopistas y autovías iguales o superiores a 130 km/h.

¿Es la velocidad el problema? Desde IMU señalan que no lo es para este tipo de vías (alta capacidad y seguridad), afirmando que este tipo de vías deben mantener un alto nivel de conservación y por tanto de seguridad, como el resto de las carreteras, pero que debido a su configuración permiten el incremento genérico de la velocidad máxima legal.

Una medida recaudatoria

Durante los meses de enero a octubre del año 2017, según datos aún provisionales de la DGT, los radares fijos consiguieron una recaudación superior a 75 millones de euros por excesos de velocidad. Se denunciaron a 1.676.589 conductores. Entre 2012 y 2016 la DGT recaudó por exceso de velocidad 431.832.293 euros.

Si se observa el año 2015 apreciaremos que se denunciaron por exceso de velocidad detectada por radar fijo 2.169.170 conductores, recaudándose 115.003.299,46 euros. Esto quiere decir una media de 53 euros por denuncia, lo que implica que los excesos medios de velocidad no han superado en mucho el límite genérico o específico y que el pronto pago ha podido hacer un interesante trabajo ante el riesgo de perder en el recurso.

Pues bien, con referencia al año 2015 se produjeron 97.756 accidentes con víctimas, siendo 34.558 los que se produjeron en vías interurbanas en toda España. Profundizando algo más, si analizamos las infracciones de los conductores implicados en los accidentes con víctimas en vías interurbanas, se detectaron 6.936 infracciones. 1.216 de motoristas, 4.634 de conductores de vehículos turismo y otras.

Las conclusiones sacadas por IMU llevan a determinar que ninguno de los conductores denunciados por infracciones de exceso de velocidad había sufrido un siniestro, más de 2 millones de conductores (2.169.170 solo en radares fijos) no habían sufrido ningún siniestro tras rebasar los límites de velocidad pagando sus sanciones. Es decir, que el exceso de velocidad no es factor de siniestralidad, si bien lo puede ser la velocidad inadecuada.

No hay razón legal basada en la seguridad vial para no incrementar la velocidad máxima

En base a todo lo anterior y otros estudios, IMU entiende que no existe razón alguna basada en seguridad vial para no incrementar la velocidad genérica y máxima legal en autopistas y autovías en 10 km/h, salvo la intención recaudatoria, pasando de 120 km/h a 130 km/h.

Por ello, el Departamento de Seguridad Vial de Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas ha solicitado a la DGT que inicie los trámites de propuesta de modificación del artículo 48, punto 1, apartado “a.1º” del R.D. 1428/03 al objeto de incrementar el límite máximo de velocidad en 10 km/h sobre el actual en autopistas y autovías.