Prueba Zontes U125: Lo mejor de dos mundos

Si analizas la lista de precios verás que esto es así y hay pocas motos en la zona intermedia de esa horquilla. Verás que estamos hablando de rangos de precio desde poco menos de 2.000 € hasta rozar los 3.000 € o bien alrededor de los 4.000 € hacia arriba. Una moto naked deportiva de 125 cc, de 15 CV, con un equipamiento interesante, que conjugue ese comportamiento realmente sport con una imagen atractiva y con prestaciones destacables, supera la barrera de los 4.000 €. Pero empiezan a llegar motos que van a suponer un cambio de paradigma en este mercado. ¿Te imaginas una 125 con un motor capaz de ofrecer una potencia en el límite del carné de coche (15 CV), que pueda competir en prestaciones con las más rápidas del mercado actual, repleta de equipamiento y por debajo de los 3.000 €? Así es la Zontes U125.

A nadie que conozca esta nueva marca le puede sorprender este planteamiento. Si estás al día de lo que ocurre en la industria de la moto, en concreto con cómo evoluciona la industria china, tampoco. Zontes es uno de los mejores ejemplos de ello.

Durante años las fábricas chinas tenían una brutal capacidad de fabricación, pero bajo nivel de calidad y, sobre todo, ningún interés en crear marca: KTM, Ducati u Honda, por citar tres firmas de primer orden, jamás permitirían que un tercero jugase con su nombre a fabricar motos baratas de cualquier calidad y se vendiesen con una marca cualquiera. Sin embargo, así es como se funcionaba antes allí. De un tiempo a esta parte, en cambio, han comenzado a preocuparse por su propia marca, por su nombre y prestigio. Eso ha llevado a buscar denominaciones que suenen más occidentales y a poner en el mercado modelos que sí quieren crear buena imagen y que puedan luchar por posicionarse de tú a tú con esos europeos y japoneses.

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Zontes es la marca que creó hace pocos años la compañía Tayo Motorcycles, uno de esos monstruos industriales chinos, para ese objetivo. Tayo Motorcycles es capaz de fabricar el 80% de los componentes de sus motos (un porcentaje increíble comparado con la media). Manetas, manillares, motores completos, suspensiones, retrovisores, piñas y un largo etcétera, todo está fabricado por ellos y solo tienen proveedores externos de neumáticos y ABS. Hasta las baterías las fabrican ellos mismos. Con esta capacidad, Tayo se propuso fabricar motos de alto nivel de equipamiento, de elevadas prestaciones y ofrecerlas a un precio al que pocos fabricantes llegan. Primero se introdujeron con la ya conocida serie 310, unas monocilíndricas de 35 CV muy ligeras y equipadas, de prestaciones sorprendentes para su pequeño motor y, sobre todo, a un precio más que llamativo para los usuarios del carné A2.

Ahora Zontes entra en un merado mucho mayor y, por tanto, más competido. Y lo hacen con una moto que sigue manteniendo no solo esa filosofía de las 310, sino que también mantiene esa estética un tanto «manga», llamativa y agresiva. Así, la Zontes U125 es una moto rápida, equipada hasta un nivel pocas veces visto en 125 cc y a un precio igualmente competitivo: 2.995 €.

CÓMO ES LA ZONTES U125

Las Zontes hay que probarlas. En general ese es un consejo que sirve para cualquier moto, pero en el caso de las Zontes creo que es especialmente importante. Son motos, en general toda la gama actual, un tanto extrañas. Su estética, excesivamente agresiva y futurista, da esa impresión. Hay a quien le encanta y hay a quien le horroriza. Pero además esas piñas, espejos, manetas y acabados en general tienen muy buen aspecto, pero al no ser algo común, puede generar cierta desconfianza. Además, no seamos hipócritas: todos conocemos historietas de manetas, manillares, estriberas y demás componentes comprados en Aliexpress (por poner un ejemplo) con una pinta fantástica y que luego se han partido con mirarlos. Sin embargo, cuando pruebas la Zontes, te sorprendes del magnífico resultado.

La moto, como te decía, está fabricada casi por completo por la propia marca. El motor es propio, un monocilíndrico refrigerado por agua, con culata de cuatro válvulas movidas por dos árboles de levas que alcanza los 15 CV. Monta un cambio de seis velocidades y algo nada habitual en una 125, un embrague antirrebote que incrementa la seguridad en la conducción y la posibilidad de elegir entre dos modos de respuesta de motor: Sport y ECO. Equipa inyección Bosch (otro de los pocos componentes que no hacen en casa) y el dato de par máximo se cifra en 13Nm a 7.000 rpm.

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El chasis es de acero, en una estructura clásica de acero de simple cuna. El basculante es de clara inspiración KTM, con los refuerzos a la vista por el lado de fuera. Las suspensiones aportan el toque deportivo a lo estético, con una horquilla invertida y un monoamortiguador trasero de anclaje directo con regulación de precarga por rosca en la base. Para los frenos incorpora dos discos, con el delantero de 300 mm, a los que se añade un ABS Bosch 9.1M. Con todo ello, la moto pesa 150 kg en orden de marcha, con una altura de asiento de 790 mm.

La parte más impresionante viene de la lista de equipamiento. Manetas regulables, cuadro digital LCD, iluminación «full LED», llave de proximidad que incluye bloqueo de dirección, contacto, arranque, apertura del tapón de gasolina y del asiento (que puedes levantar además los dos, con un ingenioso sistema que los une), y sin olvidar unas exclusivas piñas retroiluminadas, toma USB€ Resulta una impresionante lista que crece cada vez que miras la moto. Así, por ejemplo, la batería de serie es de las de gel, una gama superior a las de sin mantenimiento que suelen traer las motos de este segmento.

CÓMO VA LA ZONTES U125

Insisto, las Zontes hay que probarlas. La sensación es la misma que tuve con las 310 la primera vez que la probé. Parece un conjunto de promesas de buenas intenciones pero, en el fondo, de una marca de la que no tienes referencias. Para ser exactos, esta vez sí tenía la experiencia de las Zontes 310 que he probado en estos años y, por tanto, esperaba encontrarme con una moto de su estilo, es decir, rápida, cómoda, efectiva, divertida y suave. Pero también muy peculiar.

La moto es aparente cuando la ves en persona. Es muy parecida a la R310, la naked superior de la marca. No es muy grande, aunque tampoco pequeña. Tiene un tamaño ideal, con el asiento del conductor bastante bajo, metido entre el asiento trasero elevado y un depósito grande y alto. Sobre ella llevas una posición muy razonable, del estilo de cualquier naked deportiva moderna, con los pies algo retrasados, cuerpo recto y manos abiertas no muy hacia delante. Así es cómoda en general. Necesitas, lógicamente, llevar la llave de proximidad encima. Con ella pulsas sobre el botón de bloqueo de la dirección; te saluda encendiéndose y con un pitido, y ya tienes contacto. En marcha ofrece un sonido muy discreto, pero bien ecualizado: no hay ruidos mecánicos y es el ya típico de las 125 deportivas, un tanto más agudo que el clásico grave de los 4T de un único cilindro.

Los mandos tienen una posición y tacto perfecto. Las manetas son regulables y de gran calidad, como los espejos, pero estos un tanto pequeños. Las piñas son complejas, con la derecha con prácticos botones de apertura de asiento y gasolina además de los habituales. Tiene los mandos en buena situación y no cuesta acostumbrarse.

En la ciudad la moto es muy agradable. Dispone de buenos bajos y respuesta en cualquier posición del gas o del cuentarrevoluciones. Puedes dejarla bajar bastante de vueltas, abrir gas y sale bien, sin titubeos. No es una moto grande, como te decía, lo que ayuda en la ciudad a pasar por sitios estrechos, aunque su radio de giro, con esa horquilla invertida, no es precisamente de moto de trial. Con suspensiones cómodas en el primer recorrido y frenos eficaces, sobre todo con la confianza que da el ABS de Bosch, en la ciudad resulta una buena elección.

En la carretera es un modelo para pasártelo bien. Equipa neumáticos CST que en seco funcionan correctamente. La posición de conducción también ayuda y las suspensiones, en cuanto aprietas el ritmo, se muestran suficientes para darte confianza. Pero el motor es la guinda del pastel. Sube de vueltas muy bien, hasta arriba del todo. Empuja siempre y acaba siendo muy rápido: hemos registrado 120 km/h como tope, marcando en su «display» 130 km/h, una gran cifra para una 125 actual, con un desarrollo muy largo que permite aprovechar bajadas y llanear a buena velocidad. Ahora bien, cuesta bastante estirar la 6ª. Realmente, llaneando sueles llegar a unos 115-120 km/h de marcador, que son unos 108-110 km/h reales.

LO MEJOR

-Prestaciones

-Equipamiento

-Precio

MEJORARÍA CON

-No hay posibilidad de dejarla sin bloqueo de dirección

-Posición del acompañante

-Relación de 5ª y 6ª excesivamente larga

ASÍ VEMOS LA ZONTES U125

En carretera: 5

En ciudad: 4

Pasajero: 1

Confort: 4

Equipamiento: 5

Autovía: 3

(Puntuación de 1 a 5)

Zontes vuelve a sorprender con la segunda andanada a la línea de flotación de las marcas establecidas. La U125 es una «octavo de litro» de prestaciones similares a las naked sport más caras y sofisticadas, con mejor equipamiento que casi todas ellas y a un precio muy inferior a lo normal en el segmento. La moto es cómoda para el piloto. El pasajero está destinado al segundo piso, con estriberas elevadas y sin asa para sujetarse. Se muestra rápida y divertida en la carretera, ágil y funcional en la ciudad, donde además sus sistema de llave de proximidad supone una ventaja importante. La Zontes U125, gracias a ese motor de 15 CV, es capaz de mantener en autovías una velocidad superior al de la media de las 125, aunque requiere jugar continuamente con el cambio entre 5ª y 6ª para mantenerla a su velocidad máxima.

Fotos: Miguel Méndez

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