Moto Guzzi V100 Mandello S: un reencuentro con el futuro de la historia

La Moto Guzzi V100 Mandello S es la joya de la corona de la firma del águila del norte de Italia. De su factoría situada en Mandello de Lario han salido multitud de modelos icónicos todos ellos hoy día, verdaderos objetos de culto por aquellos que valoran el peso de la historia, los que aprecian el impulso emprendedor de principios de siglo XX donde la moto era un producto todavía por explorar.

Hoy Moto Guzzi se afianza en el mercado como una marca de claro corte retro, que mira al pasado orgullosa pero con un futuro prometedor encarnado en la moto que aquí nos ocupa. La Moto Guzzi V100 Mandello S es la versión más y mejor preparada para afrontar los retos que hoy se le presentan a una moto en pleno siglo XXI, el de la tecnología, la conectividad y las bajas emisiones.

¿Y cómo lo afronta esta «mil» de nuevo cuño? Pues con diferentes soluciones que, en cierto modo, rompen con un pasado del que deberíamos ir olvidándonos, al menos para rodar sobre el terreno en los tiempos que corren, para ponernos manos a la obra y evolucionar en conceptos «ecofiendly»… No suelo defender «palabros» anglosajones, pero aquí se entiende lo argumentado.

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Moto Guzzi V100 Mandello: lo mejor de dos mundos

Hemos de tener claro que Moto Guzzi ha querido conservar la idiosincrasia de un motor que es «santo y seña» de la marca desde su implantación, durante la segunda mitad del pasado siglo. Sin embargo, y como bien nos indicaban los técnicos del Grupo Piaggio, el nuevo V-Twin es eso mismo, totalmente nuevo aunque, eso sí, cargado de novedades en su interior… y también «por fuera», lo que tal vez no guste a algunos entusiastas de lo clásico.

Si fuera ese el caso, creo que se estaría cometiendo un error, aunque solo fuera porque el interés de Moto Guzzi por conservar el grueso de la estructura externa del clásico V-Twin con cardan es digno de ser aplaudido. Por ejemplo, mucho tendrás que fijarte en el hecho de que se haya modificado la posición de los conductos de admisión, situados ahora por dentro de la «V», y no detrás de los cilindros; dicho con otras palabras, ¡adiós a los «espinillazos» con los carburadores de las Le Mans!, por ejemplo.

Con ello, y además de optimizar la admisión, la salida de escape también pasa de la zona delantera de cada cilindro a la parte inferior, por lo que el flujo de gases y toda la arquitectura interna, ahora refrigerada por líquido, también se ve beneficiada; de hecho, los cilindros forman parte de la estructura principal del cárter (culata aparte) y las camisas de los mismos son desmontables, en aluminio tratado con Nikasil. Por sus paredes externas pasan los conductos de refrigeración (menor temperatura, menor emisión de CO2). El ahorro de peso y el aumento del rendimiento general son notables.

Nuevo V-Twin: apenas se ve, pero se siente

Con las modificaciones implementadas en la parte exterior y visible del motor, el trabajo realizado en el interior es otra de esas «obras maestras» nacidas de la creatividad del departamento I&D de Aprilia en Noale. El desarrollo del propulsor ha corrido de su parte con las directrices «conservadoras» ya indicadas, pero con un «cheque en blanco» extendido para actualizarlo al máximo.

Por ejemplo, nos encontramos con un motor que gira en el sentido de las agujas del reloj, movido por un sistema en «Y» compuesto por tres cadenas primarias de distribución a las que se accede fácilmente mediante una tapa frontal, tras la rueda delantera. Los sistemas hidráulicos llegan a diferentes partes del mismo, desde la propia tensión de cada transmisión interna al embrague multidisco y antirrebote: adiós a los saltos involuntarios de la rueda trasera y a la brusquedad del «monodisco».

¿He dicho multidisco en aceite y con sistema de rampas? ¿A quién, en su sano juicio, no le gustaría que su Moto Guzzi de los años 70 o la década de los 80, cualquier Le Mans o Lario, V50 o la que tú quieras, no emplease un sistema antibloqueo para retenciones bruscas? Desde luego, tengo claro que lo moderno no necesita darse de patadas con la actualidad más vigente en tecnología.

Otro paradigma de la evolución lo encontramos en el clásico y, a veces, «delicado» sistema de transmisión final por cardan. Fueron varias marcas las que apostaron décadas atrás por un árbol cardánico para olvidarse de aquello de tensar y engrasar la cadena en sus modelos más avanzados y «aristocráticos»; sin embargo, los problemas de fiabilidad y rendimiento se daban de bruces con la realidad.

Moto Guzzi ha trabajado en ello mejorando lo presente (porque no van nada mal las transmisiones de las V7 y V85 TT), olvidándonos incluso de los clásicos tirantes para amortiguar las reacciones del cardan en aperturas repentinas de gas o retenciones bruscas: en el interior del cardan de la V100 Mandello ya encontramos sistemas de amortiguación, además de una salida más directa del cambio hacia el eje de transmisión, con lo que nos ahorramos torsiones en el punto de conexión que empobrezcan el rendimiento y limiten su vida útil.

Si a todo ello le sumamos 4 curvas de motor, todas ellas modificables en los parámetros habituales y en gran parte gracias a una IMU de 6 ejes que comanda otras centralitas solidarias, el resultado es una moto «ultraconectada» con la superficie por la que rueda y el piloto, incluso para aquellos que no deseen emparejar el móvil con el display TFT. En realidad, es decisión de cada uno…

Moto Guzzi V100 Mandello S: «un piacere»

En esta web ya has tenido la oportunidad de leer la prueba, que fue presentación mundial en primicia rodando por tierras italianas con la Moto Guzzi V100 Mandello S, de la mano de mi compañero Daniel Navarro. Pero mientras él tuvo que ir descubriendo por dónde pilotaba el nuevo águila de Mandello, yo pude hacerlo por carreteras de la piel de toro… con alguna referencia, que siempre ayuda.

Por supuesto, tanto Dani como yo estamos de acuerdo: la moto es impresionante a simple vista. Ya desde el momento del arranque notamos que vibra menos que cualquier motor V-Twin anterior de la casa, pero «il cuore» es el mismo: genes Moto Guzzi hasta la médula.

La posición a los mandos es increíblemente relajada, aunque tal vez un poco forzada de piernas por la escasa altura del asiento al suelo, lo que obliga a doblar algo más de lo esperado las rodillas… ¡y atención, porque existe un asiento opcional todavía más bajo! Será ideal para pilotos de talla baja, pero para mi 1,80 metros de estatura no resulta tan adecuado.

En el aspecto ergonómico hay que mencionar, además y sin falta, el sistema de aletas escamoteables que suben o bajan para aportar su granito de arena en protección del aire al piloto. Son pioneros en su implementación en una moto de serie y además es ajustable, pudiendo seleccionar la velocidad a la que los «flaps» se abren; la altura de la pantalla también es regulable electrónicamente.

Con un rodar amable y muy «de la casa», la Moto Guzzi V100 Mandello S se deja llevar de manera relajada, aprovechándose de su cambio «semi» en subida y bajada que funciona bastante bien a partir de unas 2.500 vueltas. El trabajo de optimización de la transmisión final es notorio y te despreocupas incluso rondando más alegre donde, eso sí, tal vez el tacto de frenada pudiera mejorar aportando mayor progresividad; no temas porque frenar, lo que se dice frenar, lo hace a conciencia. Todo lo que necesites.

Parece algo reacia a entrar en curva pero teniendo en cuenta la distancia entre ejes y lanzamiento de dirección «generosos», lo hace realmente bien. Solo exige un poco más de atención por tu parte y pronto le coges el hilo. La altura y anchura del manillar son perfectos para «contradireccionar» mientras te apoyas en el freno trasero para colocar un poco la moto en ciertas situaciones que provocan desviaciones de la trayectoria.

Lo cierto es que se trata de una moto que, con suspensiones semiactivas Öhlins Smart EC2.0, ABS en curva, lo que se da en llamar «aerodinámica adaptativa» o el sistema de conectividad Moto Guzzi MIA, nadie diría que se inspira en el pasado pero, en realidad, es lo que ha conseguido con la nueva generación representada por la Moto Guzzi V100 Mandello: inspirarse en sus raíces para vivir el presente y afrontar el reto del futuro de la historia con firmeza y sin perder un ápice de personalidad.