Cuál es el mejor motor para una MotoGP: ¿V4 o 4 en línea?

Tras conocerse, a principios del nuevo milenio, que la categoría de 500cc iba a desaparecer, los diferentes fabricantes se pusieron manos a la obra para desarrollar la que sería la nueva categoría de MotoGP en 2002. El salto, en términos de tecnología y rendimiento, iba a ser brutal. Y es que de una configuración 2T con carburación (Honda ya probó la inyección electrónica en su NSR500 años antes) se pasó a una 4T con sistema de inyección. 2002 marcó el fin de una era y el comienzo de otra. Sin embargo, mucho ha llovido desde entonces y aquellas MotoGP primigenias nada tienen que ver con los modelos actuales. Desde Box Repsol, han aportado algo de contexto para dirimir cuál es la mejor configuración.

La primera temporada de MotoGP estuvo compuesta por dos configuraciones diferentes de motor: en V y en línea. En el primer grupo se encontraban Honda, con un propulsor V5; Suzuki y Ducati (que se incorporó un año más tarde al Mundial) con un V4; y la Proton KR3 con bloque V3. Por otro lado, en el segundo grupo se situaban Yamaha, Kawasaki y Aprilia. También hubo proyectos para traer configuraciones nada comunes a MotoGP. Estamos hablando de la V6 de Blata, un prototipo de BMW y Oral Engineering para cuando la categoría bajó a los 800cc o la Ilmor V4 que se quedó a las puertas de competir cuando no llegó a tomar salida en el GP de Qatar de MotoGP en un ya lejano 2007.

Si echamos un vistazo hacia atrás, vemos que el rendimiento y la reglamentación han motivado que las marcas se decanten por los motores V4. Por ejemplo, en 2022 cuatro de los seis fabricantes (Honda, Ducati, KTM y Aprilia) emplean esta configuración, dejando a Yamaha y a la ya extinta Suzuki como las únicas marcas que han seguido apostando por los motores tetracilíndricos en línea. Sin embargo, a nivel de títulos, ambas configuraciones empatan. El V4 ha ganado en nueve ocasiones teniendo en cuenta los títulos de Honda (7) y Ducati (2), mientras que el cuatro en línea iguala esa cifra con los campeonatos de Yamaha (8) y Suzuki (1). También hay que señalar el V5 de Honda, que fue campeón en 2002, 2003 y 2006.

Entonces, ¿V4 o en 4 en línea?

Dado que cada motor sobresale en diferentes áreas y peca en otras, es difícil definir cuál es la mejor configuración. Del mismo modo, a nivel deportivo ha quedado demostrado que son bastante parejos. Además, al rendimiento del motor hay que sumar el comportamiento en otras zonas de la moto como es el caso de la parte ciclo. De nada sirve un motor de lo más potente, si la moto no se comporta bien a nivel dinámico (algo que le ha pasado a Honda en los últimos años) o si los neumáticos no casan con su filosofía.

Desde 2012, el reglamento establece que los motores deben ser de 1.000cc y con un máximo de cuatro cilindros. La razón por la que las marcas se han decantado por los cuatro cilindros tienen que ver con el rendimiento: emplear un bloque de dos o tres cilindros implica alargar la carrera del mismo, lo que supondría una pérdida de respuesta a alto régimen, tal y como sucede, por ejemplo, en los motores bicilíndricos.

En cuanto al motor V4, destaca por tener un tamaño más compacto lo que, entre otras cosas, permite centrar las masas y bajar el centro de gravedad al máximo. A pesar de tener un diseño más complejo, genera menor pérdidas mecánicas al contar con un cigüeñal con menos apoyos, así como un cárter más pequeño, lo que también ayuda a reducir su peso. Eso sí, este motor también acarrea muchas más vibraciones, lo que se soluciona con un eje de equilibrado que aumenta la anchura del propio motor. En cuanto a su respuesta, destaca por ofrecer la potencia de forma abrupta a cambio de ofrecer más aceleración y velocidad punta que un cuatro en línea.

Por su parte, el cuatro en línea es un bloque más ancho y pesado, con un cigüeñal más largo y con más apoyos. Si bien acarrea más pérdidas mecánicas, esto se traduce en un rendimiento inferior frente al V4. Sin embargo, destaca por la suavidad en la respuesta del gas y es realmente apreciado por los pilotos más finos. Así, esa inferioridad de potencia bruta se puede contrarrestar con un paso por curva mucho mayor, mejores apuradas de frenada… si la moto acompaña a nivel de chasis.

Si hablamos en términos de potencia, el V4 es el claro ganador; en términos de rendimiento dinámico, el cuatro en línea está por encima del V4. Ambos bloques empatan y los cierto es que el V4 es la opción mayoritaria para la próxima temporada, donde tendremos 20 motores V4 y sólo dos cuatro en línea. Pase lo que pase, se deshará el empate y el que gane pasará a ser el propulsor más exitoso de la era MotoGP.