Morgan 3 Wheeler recupera la esencia de los triciclos

Morgan 3 Wheeler tiene el entrañable objetivo de hacer disfrutar a sus pasajeros, ya sea controlando la inyección de su motor bicilíndrico en V o en el espacioso asiento que ofrece para el copiloto. Si vemos desde fuera cualquiera de sus dos modelos, la experiencia se convierte en extraña: un triciclo que mezcla la línea de avión caza con la aerodinámica de un misil, y otro que recuerda a los vehículos que Harry Morgan diseñaba allá por 1910, se integran en los paisajes urbanos de hoy combinando elegancia y altas dosis de extravagancia.

Este capricho no está diseñado para romper el velocímetro, pero los chicos de Morgan han puesto un énfasis especial en reforzar la seguridad de su máquina. Su esfuerzo se traduce en chasis tubular y barras antivuelco para piloto y pasajero, además de su robusto cinturón en V.

Durante los preámbulos de la I Guerra Mundial, mientras Henry Ford diseñaba los fundamentos de la denominada -producción en cadena- e introducía el concepto automóvil en la lista de necesidades básicas de la sociedad occidental, Harry Morgan ocupaba su tiempo fusionando coches y motos, integrando la estabilidad de los primeros y la ligereza de las segundas en el aparentemente impensable modelo de las tres ruedas.

En un principio, el vehículo tenía una sencilla transmisión de dos velocidades (rápida y muy rápida) y carecía de marcha atrás. Pasarte de frenada suponía tener que bajar del coche y empujar. Estas limitaciones, afortunadamente, son historia, y el Morgan 3 Wheeler ha evolucionado hasta el punto de llegar a los 115 caballos de motor, el equivalente a una motocicleta de 600cc.

Morgan ha fabricado una serie limitada de 400 triciclos a un precio de 25.000 libras la unidad. Si finalmente te decides por adquirir uno de ellos, cuídate mucho de pasearlo los días de lluvia, pues Morgan se ha dejado el techo de su nuevo juguete en la fase de desarrollo.