Elena Rosell se sincera antes de debutar en el Mundial de Motociclismo

Eres la primera mujer española en llegar al Mundial, y la única chica, ¿te sientes pionera?

Me siento feliz por cumplir una parte de mi sueño. Respecto a las chicas. . . pues que se animen a romper barreras. Soy una piloto que tiene ganas de ganar, como el resto de pilotos de la parrilla.

Dices ‘una parte de tu sueño’. ¿Cuál es la otra?

Ganar, claro. De momento, soy la última en llegar al Mundial de Moto2, lo que tengo que hacer es aprender del equipo y de los demás. Nunca me he subido antes en una Moto2, y tampoco he corrido en ningún circuito fuera de España. Tengo que ser sensata y no pensar que voy a llegar y luchar por un buen puesto, porque lo tengo todo por aprender. He de trabajar a tope para agradecer la oportunidad que me han ofrecido.

Aparte de a tus dotes para ir en moto, ¿a quién le debes llegar al Campeonato del Mundo?

Lógicamente hay un entorno de personas que me han ayudado mucho desde hace tiempo, pero ya lo saben. Públicamente quiero agradecérselo muy especialmente a Jorge (‘Aspar’) por hacer una apuesta tan valiente, y desde luego a MAPFRE, BANKIA, Kawasaki y Coca-Cola, entre otros. Unos patrocinadores que han sabido ver más allá, y no conformarse con los tópicos.

¿Te resultará más difícil que a los demás por ser mujer?

No. Es cierto que tenemos menos fuerza, pero podemos tener más determinación y habilidad, más valor y más talento, porque en eso no hay diferencia. A día de hoy hay pocas chicas que corren en moto, pero seguro que eso irá cambiando poco a poco.

¿Consideras que te llega esta oportunidad por ser chica?

En motociclismo no hay categoría femenina, corremos todos juntos y con el casco puesto somos todos iguales. En motociclismo, las chicas hacemos el mismo circuito y con el mismo cronómetro para todos. Yo, particularmente, dejo de distinguir entre hombres y mujeres cuando llego a la parrilla y nos ponemos el casco. Sólo veo pilotos, compañeros, y rivales.

¿Cuál es tu objetivo en Assen?

Lo único que me pide el equipo es que aprenda. Para mí todo es nuevo, hasta el año pasado en el CEV jamás había tenido un equipo, ni una oportunidad de verdad. Los demás pilotos de la parrilla de Moto2 son los mejores del mundo, conocen el oficio, han tenido una pretemporada, han podido entrenar, etc. Yo aterrizo como si me hubieran soltado en paracaídas en plena batalla, ja, ja. La idea es aprender y mejorar en cada vuelta. Seguro que el primer día será dificilísimo, pero espero que el segundo un poco menos. La suerte es que estoy en el mejor equipo del Mundial, y eso me facilitará las cosas.

¿Has coincidido antes con alguno de tus nuevos rivales?

Bueno, sí, hay varios pilotos contra los que competí hace tiempo en categorías inferiores. Desde Héctor Barberá a Nico Terol, por ejemplo. En mi web tengo colgada una foto en la que estoy en la segunda plaza del podio y Nico está en la tercera, ja, ja. Ahora va camino de ser Campeón del Mundo y es un supercrack. Por cierto, quiero enviar un abrazo fortísimo a Julián Simón, que también es un fuera de serie. Ha tenido muy mala suerte, pero estoy segura de que volverá pronto, y tendrá la fortuna que le ha faltado.

¿Qué otras aficiones tienes aparte de la moto?

Sobre todo, el deporte. Corro triatlones y me machaco a tope. Incluso llegué a competir a un cierto nivel, pero me lesioné la rodilla.

¿Has tenido algún mecenas?

Mi familia siempre me ha apoyado mucho moralmente, pero mis padres nunca tuvieron dinero para algo tan caro como las motos, porque en casa nunca ha sobrado precisamente. Fue un camino arduo en el que me ayudó bastante gente, pero lo que de verdad cambió mi vida fue la Ninja Cup. Corrí una carrera como piloto invitada y terminé segunda, gracias a eso al año siguiente pude inscribirme con algunos apoyos. Gané la primera carrera, fui segunda en la segunda, y luego me caí en Montmeló siendo líder destacada. Ese año podría haber sido campeona, pero ganó Kyle Smith, un piloto fantástico que también es valenciano.

¿Sientes mucha presión?

Siento que tengo que hacerlo bien para que la gente que ha apostado por mí pueda presumir de ello. Hacerlo bien es aprender, es no calentarme a la primera de cambio y no hacer tonterías. He de ir paso a paso para ser rápida sin querer correr más de la cuenta.

Después de Assen, ¿qué?

Puede que tengamos otra oportunidad, pero eso ya se verá. Yo tengo que ir paso a paso y entender que he saltado a jugar desde el banquillo. Siendo realista, ahora mismo soy suplente, y debo continuar trabajando para ser titular.

¿Seguirás corriendo el CEV?

Desde luego. Tengo un compromiso con un equipo, una marca, y unos patrocinadores. Todos los pilotos queremos correr el Mundial, pero no podemos volvernos locos y tenemos que saber dónde estamos. Debemos ser muy humildes, agradecer la oportunidad y trabajar y más trabajar.

¿Cómo has vivido estos últimos días?

Bastante nerviosa, pendiente del teléfono. . . He tenido que gozar en silencio muchas veces porque no se lo podía contar a nadie, ni siquiera a mis más allegados. Recuerdo cuando entramos en el despacho de Jorge para ultimar detalles, y detrás de su mesa vi los cuatro diplomas de sus cuatro títulos mundiales, y yo estaba allí hablando de competir en el Campeonato del Mundo. Si me lo hubieran dicho dos años antes, me hubiera partido de la risa.

¿Cuál es tu sitio en el CEV?

Estamos regularmente entre los diez primeros. Pero tengo la sensación de que si ajustamos un par de cosas, si me dan un buen neumático de calificación y aprendo a exprimirlo, estaríamos aún más arriba. Pensar ya en el podio sería quizás demasiado, porque todavía nos queda bastante por aprender, pero este año claramente hemos dado un paso adelante. Además en el CEV tenemos la mejor moto y un equipo estupendo.

¿Y dónde te ves en el Campeonato del Mundo de Moto2?

Me veo aprendiendo porque soy la última en llegar. Pero ¡ojo! que tengo el corazón tan grande como el que más.