Prueba Malaguti Monte Pro 125: La segunda oportunidad

20 Prueba Malaguti Monte Pro 125: La segunda oportunidad
Fotos: Prueba Malaguti Monte Pro 125
Daniel Navarro
Daniel Navarro

Malaguti renace, como ya habrás leído desde hace meses. Tendrá, por tanto, una segunda oportunidad en nuestro país, donde hace años tuvo cierta presencia aunque nunca logró ser una marca destacada. Además renace con motos que ya conocíamos, que también merecen una segunda oportunidad.


No sé si tuviste oportunidad de probar alguna Malaguti de las anteriores. Yo sí, algunos scooters e incluso alguno de los últimos ciclomotores de marchas, con motor Minarelli, de la marca. No iban mal: los scooters de aquella última época, con mecánica Piaggio y un cierto tinte deportivo eran interesantes, aunque no baratos. El caso es que ese «nadar entre dos aguas», con mecánicas cedidas, scooters caros y motos de marchas de 50cc en un mercado que, entonces, caía en picado y otros problemas acabaron por matar a una marca histórica, fundada en 1930 en Bolonia.

Luego aparece en esta historia el grupo KSR. Son, en el fondo, un grupo de distribución de motocicletas (y otras cosas) muy importante en muchos países de Europa. Son importadores, distribuidores y concesionarios de muchas marcas a lo largo de varios países y, con el potencial que les da su tamaño y conocimiento del mercado, deciden convertirse en marca propia.

Fundan KSR: motos diseñadas en Austria, su país de origen, en algunos casos por Kiska, el mismo diseñador de las KTM. Y con el despegue de la moda retro, deciden crear Brixton, la marca con mayor crecimiento del segmento en Europa, dentro de las 125 retro. No contentos con eso, llegan a un acuerdo y relanzan la mítica Lambretta, que ya está en el mercado y, cuanto menos, han llamado la atención de todos los que han visto el scooter. Y un último paso (por ahora) en esta carrera por convertirse en un gran grupo de marcas: compran Malaguti y relanzan la marca italiana con varios modelos al tiempo. Entre otros, esta Monte Pro 125.

Pero también para esta moto es una segunda oportunidad. No puedes, en meses, lanzar una marca con cinco modelos (alguno con varias versiones) si no tienes una base firme. Y KSR tenía a Derbi. Bueno, los modelos que Derbi diseñó hace un tiempo. Como sabes, en 2001 el grupo Piaggio compra Derbi. Relanzan la marca a base de desarrollar una serie de modelos con el motor de doble árbol de levas en cabeza y 15 CV refrigerado por agua.

En 2006 se presenta la Derbi más grande fabricada nunca: la Mulhacén 659, con motor monocilíndrico de Yamaha, una moto que prefiguraba la moda neo-retro que después triunfaría, con tintes de trail ciudadana. De esta moto, dentro de esa estrategia, se lanza una versión 125, con un modelo que se acercaba aún más a la ciudad: era la Mulhacén Café 125, con ese motor de 125 y 15 CV. Esa moto es ahora, con mecánica Euro 4, la nueva Monte Pro 125. Eso sí, la moda actual favorece que esta moto ahora por fin alcance el éxito que merece, por que es una gran 125cc.

No es la única renacida en la marca: en el Salón de Milán de 2018 KSR presentó este proyecto: renacía la marca italiana quedándose con los derechos de producción de varias antiguas Derbi, como eran las Senda, GPR y Terra 125, más el scooter que fue Gilera Nexus y Aprilia SR Max 300, ahora bajo los nombres XTM y XSM para las Senda Enduro y SM, RST para la GPR y Dune 125 para la interesante trail 125, más el antiguo nombre Madison para el scooter. Pero por ahora, nosotros nos centramos en la Mulhacén€ perdón, en la Monte Pro 125.

Malaguti Monte Pro 125: Cómo es

Malaguti Monte Pro 125

Como te decía, esta moto se adelantó a su tiempo en aquel 2007 cuando vio la luz por primera vez. Era original y diferente, atrevida, con tintes de antigua café racer, con pinta de naked y soluciones de trail pasada a supermotard. Era rara, pero interesante. Recuerdo que, por entonces, pensé que era bonita, pero no veía «su hueco» en el mercado de entonces. Además, le cayó encima una de las mayores crisis del mercado de la moto al poco tiempo de salir.

No tuvo oportunidad de brillar como debía, por que el caso es que la moto iba muy bien: no era barata, eso sí. Y se tuvo que conformar con la versión económica del motor del grupo Piaggio, el de carburación, en vez del de inyección, reservado entonces solo para la Aprilia RS4. Como curiosidad, no se por qué, de aquellos motores el de inyección apenas vibraba, mientras que el de carburador era bastante más tosco. ¿Cuestión solo de inyección? No creo, pero nunca descubrí por qué era así.

La Monte 125 de Malaguti es aquella moto. Mismo chasis, misma carrocería y mismas líneas, con otra decoración. El motor, lógicamente, ha evolucionado para cumplir la Euro 4, sin ser estructuralmente muy diferente. Eso sí, ya no vibra y sí, lleva inyección. Y llega, como decíamos, en un momento muy diferente, en un mercado donde una moto de cierto estilo retro, naked, de motor deportivo sí puede tener un hueco mayor.

El chasis es un doble cuna en acero, tradicional en su tecnología, pero de formas más sofisticadas y modernas. Lleva una basculante en acero, de estilo moderno, casi rectangular con un amortiguador central anclado directamente. La horquilla es invertida de 41 mm y lleva dos discos de freno, con un delantero enorme, de 300 mm de diámetro.

Malaguti Monte Pro 125

El motor ha mejorado mucho: sigue siendo el de origen Piaggio, ahora fabricado en China (como el resto de la moto) pero con un alto nivel de calidad. Lleva dos árboles de levas en cabeza para mover las cuatro válvulas de las que dispone y entrega 14,75 CV (11kW) a 10.750 rpm para un peso en orden de marcha declarado de 130 kg. Dice Malaguti que, con estos datos, la moto alcanza los 106 km/h. En esta prueba vimos que, de verdad, se estiraba y alcanzaba en el marcador los 120 km/h que, por sensación (todavía no hemos podido medirla), será bastante más de esos 106 reales. Anda bien de verdad.

El equipamiento es correcto: no hay nada especialmente llamativo, pero tampoco le falta detalle. La pata lateral desconecta el motor solo cuando engranas una marcha. Lleva intermitentes y piloto trasero de LED y un cuadro bastante completo, con indicador de marcha engranada. Equipa de serie neumáticos CST que mejoran, y mucho, a los antiguos Ver Rubber que llevaba la Derbi, al menos en su agarre en seco, otro de los punto flojos de la antigua Mulhacén, ahora solucionados en este renacimiento como Malaguti.

Malaguti Monte Pro 125: Cómo va

Malaguti Monte Pro 125

Como ves en las fotos, hemos probado a base de bien esta Monte 125. Hemos aprovechado una presentación de gama de todo el grupo KSR que se ha organizado en el circuito DR7 de Tarancón. En ella nos hemos querido centrar en esta moto, una moto que todavía no habíamos probado, ya que las demás tuvimos oportunidad de probarlas este pasado mes de julio en Austria, en nuestra visita a la sede central del grupo.

En esta ocasión, con la Monte, pudimos rodar en el circuito, donde la moto demostró estar a la altura de las mejores naked sport del mercado en muchas facetas, con pocos «peros» que sacarle. Además, tuvimos la oportunidad de sacarla a la carretera unos kilómetros: los suficientes para ver hasta dónde alcanza en velocidad punta y qué tal se lleva «en la vida real». Y te resumo: nos ha gustado.

Es una moto que se siente ligera en parado. Se llega bien al suelo, con un asiento a menos de 800mm de altura, estrecha en la zona por donde deben bajar las piernas. Los mandos tienen buen aspecto y las manetas buen tacto, a pesar que una de las dos unidades que probamos las tenía un tanto altas para mi gusto: nada que no puedas solucionar soltando un poco y recolocando los soportes. La posición de conducción es natural y relajada: no es una deportiva ni quiere serlo, a pesar de que, por prestaciones o incluso por comportamiento, puede considerarse entre ellas.

Arrancas con la pata de cabra extendida si quieres. El sonido es contenido, no muy llamativo por nada pero tampoco hay ruidos mecánicos feos ni vibraciones. Sales con ella andando y es fácil y agradable, muy recomendable incluso para aprender, gracias al tamaño ideal, buen radio de giro y suavidad de mandos y funcionamiento. En nuestro caso, salimos a la pista, con la moto «bajo sospecha». Seamos francos: rodar en un circuito con neumáticos CST no da toda la confianza previa que te gustaría.

Error: funcionan muy bien y ni una sola vez dieron muestra de querer asustar. Además, la moto no lleva ABS sino frenada combinada: ya sabes, tocas freno trasero y manda algo de frenada delante. ¿Con eso voy a poder modular la frenada como quiero al entrar en curvas de circuito? Pues sí. Pero sí «con condiciones»: el tacto se te hace extraño al principio y acabas frenando más suave de atrás al inicio de lo que acostumbras y tirando más del delantero.

Malaguti Monte Pro 125

Pero con un enorme disco delantero y un trasero también de buen tamaño y buenas suspensiones, enseguida coges buen «feeling» con los frenos. Al final, con esos neumáticos y esos frenos, se puede llevar bastante deprisa, ayudado por suspensiones que hacen su trabajo correctamente y un buen chasis. El único susto, llegar a tocar con la estribera en el suelo cuando no te lo esperas. Eso sí, ya tumbando bastante más de lo que deberías en la calle.

Salimos a la carretera unos kilómetros: lógicamente, en cuanto hay curvas o cambio de dirección, mantienes en ella la confianza que le has cogido en el circuito y no hay mayor problema: es muy divertida de llevar. Aprovechamos una recta (en el DR7 apenas podías estirar tercera y meter cuarta) y vemos que el velocímetro alcanza los 120 km/h y es capaz de estirarse algo más, en una unidad que apenas tiene 100 km. Eso son velocidades que hoy día pocas 125 pueden alcanzar.

Más información

La Malaguti Monte Pro 125 es una gran moto con una segunda oportunidad. Mejorada en algunos de los puntos menos agraciados de la Derbi Mulhacén Café 125 y pasada ya a Euro 4, es una moto rápida en la autovía para ser una 125 y muy divertida en la carretera, con un gran comportamiento y prestaciones similares a las mejores naked sport del mercado. En la ciudad es compacta, agradable y fácil de llevar, además de cómoda en todo momento gracias a un asiento bien diseñado, una posición de conducción natural y agradable.

El pasajero tiene su sitio algo elevado, con estriberas también algo altas, pero podrá ir con comodidad de un punto a otro. Un nivel de equipamiento bastante estándar en una moto de su precio, no echas nada importante en falta aunque tampoco dispones de gadgets o lujos especiales.