Los Liberty han sido, sin duda alguna, uno de los grandes éxitos de Piaggio en todo el mundo. Se trata de un scooter básico, pero elegante, de motor de aire, con rueda alta y planteamiento económico que, en esta última versión incorpora detalles, colores y soluciones de scooters de segmentos superiores para diferenciarse así de los modelos más baratos de la categoría.
Disponible en versión estándar y en versión S con colores y estética más deportiva, los Liberty actuales combinan un estilo elegante con un precio asequible para su nivel técnico, de lo que resulta una atractiva oferta para la ciudad.
Con respecto a las anteriores generaciones, en este Liberty se montó un chasis nuevo, más rígido y reforzado y con diferentes geometrías de dirección que lo hacían más ágil y estable. No hay grandes novedades en el resto de la parte ciclo, con una horquilla estándar de un tarado estudiado fundamentalmente para ser cómodo y un solo amortiguador trasero lateral.
Sí que lleva la rueda delantera de 16″, pero se conforma detrás con la de 14″, una solución que ideó Piaggio hace años y que se ha impuesto entre otros fabricantes por su lógica: es la rueda delantera la que te va a dar mayor estabilidad al ser de 16″, y la trasera de 14″ permite mayor hueco bajo el asiento, al ocupar menor espacio en la zona trasera. Con todo ello, es un scooter ligero, con solo 124 kg de peso en orden de marcha. Para frenar, un disco delantero y un tambor trasero y ese ABS de un solo canal: evita que se bloquee la rueda delantera, mientras que la trasera va «sin vigilar» lo que hace.
El motor es el i-Get (Italian Green Experience Technology) que también se monta en las Vespa y que se diseñó hace pocos años para equipar a toda la gama económica del grupo. Cumplía con los requisitos que se esperan para un motor así: más económico que los de agua y alta tecnología, fiable y sencillo, pero con la tecnología del siglo XXI que mejora respuesta y consumo, así como emisiones. Por supuesto, es Euro 5.
Equipa una culata de tres válvulas, que mejora la respiración del motor con respecto a los de dos válvulas, sin encarecer tanto su construcción como un 4V. Se trabajó en un cigüeñal mucho más ligero que en los primeros motores de 3V, con un 24% menos de inercias y, por tanto, con menores vibraciones. El escape era completamente nuevo y se empezó a montar un sensor barométrico que ayuda a obtener la mejor combustión posible en cada vuelta de motor. Consigue entregar 10,87 CV a 7.500 rpm, con un par de 11 Nm a 6.000 rpm.
En el equipamiento destaca la apertura electrónica del asiento desde un botón en la piña izquierda. Dentro puedes dejar un casco jet con visera, aunque no cabe un integral. Lleva también una guantera en el contraescudo que se abre desde la cerradura de contacto mientras no esté bloqueada la dirección. Dentro, un enchufe USB ayuda a cargar el móvil mientras usas el scooter o a conectar un navegador. El cuadro es elegante, con una pantalla principal analógica con la velocidad y debajo, centrada, una pequeña pantalla digital con kilometraje y nivel de combustible.
En cuanto al resto, lleva una parrilla portabultos amplia, donde atar cosas provisionalmente o poner un baúl de forma más permanente. Para aparcarlo, solo caballete central. Eso sí, como no pesa mucho, no cuesta subirlo a ella.