Prueba KYMCO Grand Dink 125 ABS: el relevo

En la prueba del KYMCO Grand Dink 300 te mostramos todas las novedades que introduce la última generación de esta mítica saga taiwanesas. Ahora llega el turno de la versión más popular, un scooter 125 que tiene todas las hechuras de convertirse en superventas en nuestro mercado.
Este emblema de la marca taiwanesa ha constituido el mayor éxito de ventas de la marca desde que apareció la primera edición en 2010. En total, la serie KYMCO Super Dink, tal y como la entendemos hoy día, superará este año las 30.000 unidades. Con este panorama toma el relevo la saga Grand Dink.

Cómo es el KYMCO Grand Dink 125 ABS
El nuevo KYMCO Grand Dink 125 ABS se erige como una GT con mayúsculas. En la actualidad es el modelo de más empaque del catálogo KYMCO, en espera de un futuro «Super Dink» como modelo Premium. No adolece de características propias de este segmento, como abundante capacidad de carga, buena protección del piloto, confort para el pasajero y tecnología de vanguardia. Su imagen es radicalmente distinta de su predecesora Super Dink, tanto en línea de fibras como en ópticas.
Tanto en esta versión 125 como en la 300, bajo el asiento hay capacidad para dos cascos integrales. Incluso entre ellos se pueden albergar más objetos, como los guantes o un pequeño impermeable. Por otro lado, dispone de dos guanteras, aunque pierde la plataforma plana de los anteriores Grand Dink.
Cómo va el KYMCO Grand Dink 125 ABS
Su perfil más ciudadano queda impreso en una primera aceleración más viva que en el modelo anterior, aunque los datos definitivos los obtendremos en una próxima prueba a fondo. Este dato es fundamental a la hora de salir de los semáforos o de lidiar con el denso tráfico. También incide en este aspecto unas suspensiones puestas a punto especialmente por el departamento de desarrollo de la marca en España para resultar más cómodas con independencia del estado de la vía, también en el caso de carreteras adoquinadas. En carretera recorre kilómetros con soltura, sin baches evidentes en ningún rango de rpm. Sin datos definitivos en la mano, parece capaz de pasar con soltura de los 100 km/h.
El confort es definitivamente superior al Super Dink, con más espacio disponible para piloto y pasajero, a lo que se suma la citada puesta a punto de sus amortiguaciones. En equipamiento también puntúa alto, con puerto USB, manetas regulables o instrumentación sobresaliente en información.
Se ha puesto especial atención en el diseño del caballete central. Es muy fácil de accionar y para ello es aconsejable ayudarse de las asas dispuestas para el pasajero. La pata de cabra también es sencilla de desplegar.
El rumor procedente de su escape es contenido. No vibra en absoluto, tampoco una vez en marcha ni siquiera a máxima velocidad. El monocilíndrico con culata de 4 válvulas, refrigeración líquida e inyección Synerject responde con solicitud en los primeros metros. Una vez cumplidos los primeros instantes, el Super Dink se desmarca con su motor de 15 CV frente al de 12,9 CV del Grand Dink, exigencias de la normativa Euro 4. Pero las diferencias no son en absoluto espectaculares en marcha.
La frenada es excelente, por potencia y dosificación, en ambos ejes. Si ya lo es para el 300, imagínate para el 125. Y el ABS, con nuevo chip Sirius es sumamente eficaz. El mismo nivel se alcanza en su paquete de chasis y suspensiones. La agilidad que permiten sus exclusivos neumáticos Kenda de carácter deportivo es máxima, con buen apoyo del delantero. Siempre tienes buen tacto de lo que está sucediendo en su contacto con el suelo. Y una vez aparcado en tu destino, su imagen la desmarca de inmediato de toda la competencia.
El Grand Dink 125 solo se ofrece en edición ABS y en tres colores: blanco, negro o titanio. Ya se encuentra disponible en los concesionarios de la marca a un precio de 3.699 € con regalo de seguro a todo riesgo el primer año.