Llega el nuevo Kymco AK 550: ¿Cuáles son sus antecesores?

Era un fabricante de scooters económicos que nadie conocía, a pesar de llevar ya otros 25 años vendiendo scooters y motocicletas en Asia. No llamaban la atención por su estética, desde luego, pero sí por su precio.

La verdad es que aquellos primeros Kymco eran feos, baratos y poco más. Pero pasó algo similar a lo que ha ocurrido con los coches coreanos: aquellos Kymco baratos fueron mejorando en cuanto a acabados, equipamiento y prestaciones; cada día eran mejores, sin encarecerse. Llegaron éxitos como el Grand Dink: feo, muy equipado, de comportamiento «justito», pero muy duro, barato, con gran capacidad de carga y fiable. Fue, seguramente, el primero de una saga de scooters GT que con cada novedad mejoraban exponencialmente.

Llegó la gama Xciting: un 250cc y después un 500cc, con el que Kymco se metía en la lucha por lo que entonces era un segmento muy movido. Burgman 400, Majesty 400, Piaggio X9, X8 y X-Evo, Peugeot Satelis y algunos otros conformaban un segmento importante en el que se buscaba comodidad y prestaciones. Y los Xciting cumplían en parte, con una filosofía «muy Kymco»: no corrían tanto como su competencia y el hueco para el casco era pequeño, pero tenían dos cosas muy buenas: montaban, por primera vez, un chasis con tren delantero de doble tija, lo que le daba una estabilidad por encima de la media; y era mucho más barato que la competencia. Eso sí, su conducción, en plan deportivo, se complicaba porque un motor demasiado ancho por abajo hacía que rozases en el suelo a poco que «te aplicabas». Pero estaba claro que Kymco estaba aprendiendo deprisa a hacer las cosas.

Y no hace tanto tiempo, en 2009, Kymco se convirtió en lo que es hoy: aparece el Super Dink, en cilindradas de 125cc y 300cc y el resto de fabricantes se encontraron con que desde Taiwán llegaba el scooter que iba a ser la referencia del mercado en España. Centrándonos en el 300, el Super Dink era casi perfecto: 30 CV, el más potente del segmento, un comportamiento intachable, tanto si querías llevarlo deprisa como de paseo, fiable, muy equipado, cómodo, con un enorme hueco bajo el asiento, y, como siempre, más barato que scooters similares de la competencia. Claro, el éxito estaba asegurado, porque todos los fallos que nos empeñábamos en buscarle eran nimiedades comparados con las ventajas. Desde entonces, Kymco pocas veces falla y todo lo que ha presentado desde entonces cumplía con creces con lo esperado en cuanto a calidad, acabados y, en muchos casos, prestaciones.

Yager GT, como sustituto del Grand Dink en la gama GT económica; K-XCT para el que buscaba un scooter eminentemente deportivo; y, después, un nuevo Xciting 400 que recuperaba el antiguo nombre del 500 y parte de su filosofía sport, pero esta vez con un motor que podía presumir de ser el más potente de la categoría y con un chasis (también con tren delantero de doble tija) que lo hacía verdaderamente eficaz (esta vez sí, sin «peros»), manteniendo esa costumbre de precios por debajo de la competencia, aunque esta vez ya no tan separado de sus rivales: los scooters bien hechos cuestan dinero. Tras él, Kymco no para: nuevos Grand Dink, económicos, actuales y muy «GT» y un nuevo SuperDink 350 en la gama Premium, y que una vez más se convertirán en puntos de referencia del mercado por su calidad y prestaciones. Ahora llega el scooter con el Kymco pasará definitivamente a ser uno de los fabricantes más importantes de scooters, también en el mercado de mayor prestigio: El Kymco AK 550.

Pero antes hagamos un pequeño retroceso en el tiempo, porque no es la primera vez que Kymco llega a este segmento. Hace unos años Kymco ya tuvo su bicilíndrico de gran cilindrada: el Myroad 700; aunque este no llegó a España y, vistos los resultados en otros mercados, fue una decisión acertada por parte de Kymco España.

El Myroad 700i se presentó por primera vez en el salón EICMA de Milán del 2007. Era la interpretación de Kymco de su scooter bicilíndrico de gran capacidad. En aquél momento era más comparable, por filosofía y tamaño, al Suzuki Burgman 650 que no a scooters de corte más deportivo, como el TMax. Montaba un enorme dos cilindros paralelos de 699cc que entregaba 59 CV y tenía un peso de más de 280 kilos, para una distancia entre ejes de más de 1.600mm. Eran cifras cercanas a las de una gran moto GT, más que a un scooter. El diseño del chasis y del motor recordaban en algunos aspectos al que hasta entonces había sido el Kymco más grande, el Xciting 500; y, de hecho, compartía con este el anclaje de doble tija del tren delantero. Como novedad, era la primera vez que un scooter montaba una horquilla que permitía regularse de forma electrónica. Kymco España valoró la posibilidad de traerlo, pero en aquellos años de inicio de la crisis un scooter que parecía hecho casi exclusivamente para viajar y que, una vez más, hubiera sido más económico que la competencia, pero no barato, aconsejó no importarlo. Al final, ha durado en catálogo hasta 2015 en países como E.E.U.U, donde se ha vendido hasta entonces. Fue, de alguna manera, el germen de este nuevo Kymco AK550.