Prueba KTM SuperDuke 1290 R Special Edition: La importancia del prefijo (I)

65 Prueba KTM SuperDuke 1290 R Special Edition: La importancia del prefijo (I)
Fotos de la KTM SuperDuke 1290 R SE
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Súper es un prefijo que indica preeminencia, superioridad o un nivel superior. En el caso de la KTM, ¿se refiere a una moto digna de Superman? La Duke más grande hasta la fecha es una moto para superhombres... pero con una cara civilizada.


Por resumirte un poco lo que vas a leer después, hasta «asusta» un poco. Nada más verla ya la cosa se pone «seria»: agresiva, compacta, musculosa… Incluso con cara de pocos amigos. ¡Impresiona! Se suavizan las sensaciones cuando te subes a ella: es cómoda, con todo muy a mano, y con buen tacto. La posición, un tanto agresiva, tampoco es forzada. Y la moto se aprecia ligera y no tan grande como parece a la vista.

KTM Superduke 1290 RContacto, botón de arranque y en marcha. El sonido de la KTM SuperDuke 1290 R es contundente, fuerte, pero no molesto. Además, el Akrapovic le da ese tono puntito «R» que tiene su gracia, sin llegar en ningún momento a resultar escandaloso.
 

Sales primero en modo de conducción Street. No es que sea muy descafeinado, porque tienes en la mano derecha todos los 170 CV que KTM promete. Pero mientras seas suave con ella, la SuperDuke lo será contigo. Es muy dócil y fácil. Como los mandos son suaves y la posición de conducción muy natural, resulta una aceptable moto de diario. Te da seguridad, además, llevar los sistemas electrónicos de ayuda, como el control de tracción y el ABS. Aunque tú te equivoques y «tires» fuerte de frenos o de gas, la moto no va a hacer ningún extraño. Sales a la autovía. No es el mejor ambiente para ella, porque la falta total de protección aerodinámica se nota en el momento que intentas ir un poco más deprisa de lo debido. Sin embargo, si quieres, puede ser el más rápido en el carril de aceleración o adelantando. Hay par y potencia suficiente para salir disparado en cualquier marcha con solo abrir gas.

KTM Superduke 1290 R
 

Y ya en tu carretera de curvas preferida, prepararte para divertirte. Es el sitio perfecto donde la SuperDuke se va a encontrar más en su salsa. No es una moto que te permita batir récord de velocidad absoluta en las autopistas alemanas, al menos, manteniendo las vértebras del cuello sanas. Ni la más económica y razonable en la ciudad, como es obvio. Pero sí es de las motos más divertidas a las que te puedas subir en una carretera revirada. Tienes un modo de conducción más agresivo y deportivo denominado «Sport». Pero hazme caso, en la carretera no te va a hacer falta; mejor sigue en modo Street. Así tienes mayor intervención del ABS y del control de tracción, así como una curva de entrega de toda la potencia algo más plana. Pero con todo eso, da para divertirte mucho y, sobre todo, con mayor seguridad. Hay que ir muy deprisa para que lleguen a intervenir alguno de los controles. Y en muchos de los casos te pueden ahorrar un susto. Porque la moto, así, ya corre una barbaridad.

KTM Superduke 1290 REs fácil de meter en curvas, resulta ligera y aplomada. En giros rápidos también se muestra noble. Acelerando, siempre con la tranquilidad de llevar el control de tracción, permite hacerlo con todas tus ganas, algo que impresiona. Haces la recta, llegas a la siguiente curva, frenas y reduces y el sonido que sale por el escape ya empieza a hacerte latir el corazón. ¡Parece una moto de carreras! El embrague antirrebote se aprecia poco; no hay grandes golpeteos ni en la maneta ni en al forma de ir soltando y lo cierto es que ayuda bastante a ganar confianza en lo que la m-to te permite hacer.

Lo mismo ocurre con el ABS de Bosch: no va a intervenir casi nunca y menos en el tren delantero. Si lo hace, es que te estabas pasando. Solo en una situación la SuperDuke se muestra un poco «cabezota» para obedecerte: en curvas enlazadas si cortas gas bruscamente entre ellas. Ya sé que no es aconsejable para realizar una conducción fluida, pero depende de la curva, del asfalto y de otras circunstancias, alguna vez te encontrarás haciéndolo. Y a la KTM no le gusta, por lo que agachará un poco el morro, obligándote a corregir de manillar.

Búscate un circuito y prueba el modo Sport. Es alulcinante. En este modo, el control de tracción permite deslizadas controladas de la rueda trasera al salir de las curvas. El ABS tiene un modo Supermoto en el que se anula la intervención en el tren trasero, manteniendo la vigilancia de lo que hace la rueda delantera. Y si en las rectas eres capaz de que no te saque el casco por arriba de lo que empuja, se puede ir muy deprisa con esta KTM.

KTM Superduke 1290 R

ASÍ LA VEMOS

En carretera: 4
En ciudad: 3
Pasajero: 2
Confort: 3
Equipamiento: 4
Autovía: 2

Ante todo, es una naked muy deportiva, con una respuesta brutal y un nivel tecnológico de primer orden. Después, si quieres, podemos hablar de catalogarla como streetfighter, RR sin carenado o como te guste clasificarla, pero es ese hecho de no llevar carenado, de su posición de conducción, sus 170 CV y toda su electrónica la que va a condicionar la forma como la ves.

KTM Superduke 1290 REn carretera es una pasada: rápida y divertida, muy fiable en cuanto a su comportamiento gracias a su electrónica, solo un poco oscurecida por su radical geometría de chasis que hace que, en algunos casos (curvas enlazadas cortando gas), se muestre algo nerviosa. En la ciudad no es mala opción: te sobran caballos, desde luego, pero tampoco cansa el cuello o las manos como una deportiva normal. Es cómoda y nos demasiado aparatosa, aunque tampoco tiene el radio de giro deuna moto urbana.

El pasajero tiene un asiento de calidad, siendo uno de los extras Power Parts que incluye esta edición. El tamaño de las estriberas es suficientes y se encuentran en buena posición, aunque algo altos. No hay asas y la posición que piloto y pasajero llevan, muy erguidos, hace que el invitado al asiento posterior vaya cómodo en función de lo que quiera hacer el piloto: si es de paseo y puedes agararrarte al piloto, vamos bien; como no tengas esa confianza y le de por hacer «conducción deportiva», lo vas a pasar mal. Para el piloto es cómoda, siempre que no te pongas a comprobar hasta dónde es capaz de correr en una recta larga. Porque lo hace y mucho y sin nada taparte un poco del aire. No vibra, el asiento es cómodo y los mandos tienen buen tacto, aunque las manetas en aluminio CNC son anchas y los cantos algo secos si no vas con guantes deportivos.

En equipamiento, la SuperDuke es una moto generosa, con electrónica por todos los lados, ABS de última generación, control de tracción… Todo está enfocado a una conducción más eficaz, por lo que solo pierde puntos por la falta de una pantalla TFT como la de su hermana pequeña 690 o por el cambio totalmente manual. Si quieres un semiautomático tendrás que ponerlo aparte. Y es el complemento ideal para una moto de este tipo.

La autovía no es su sitio predilecto, como le ocurre a cualquier naked de este nivel de potencia. Lógicamente, si en carretera va bien, aquí también. Pero si allí es mejor no pasarse de gas, si quieres conservar las cervicales en un estado razonable o los puntos en tu carnet, en la autovía se convierte en «más difícil todavía».

 

KTM 1290 Super Duke R