Kawasaki Ninja H2: ¡Tiembla, Halcón Milenario!
Decía Han Solo que el Halcón Milenario es la nave más rápida de la galaxia, pero girar el puño del gas de la Kawasaki H2 es como tirar del interruptor del hiperespacio de la famosa nave de Star Wars.
Empuje brutal y luces que corren hacia atrás… No sé si el Halcón Milenario es el vehículo más veloz de la galaxia. Logró atravesar el corredor Kessel en menos de 12 parsecs. Errores físicos aparte (parsecs es una medida de distancia, no de tiempo), no sé en cuanto sería capaz de hacer esta carrera la Kawasaki Ninja H2, pero no debe quedar muy lejos…
Escribo estas líneas sentado en el taburete de mi celda. No, es broma. Pero ha podido ser verdad fácilmente. La Kawasaki Ninja H2 corre mucho y llevarla por la carretera y no acabar detenido por un delito contra la seguridad vial requiere mu-cha concentración y sangre fría. La tentación es grande y los humanos somos débiles… El compresor de la H2 también es fuerte y yo, pobre mortal, me he convertido en adicto a las sensaciones que proporciona.
No es una moto más. 30.000 € en la última versión 2016 y 29.000 € en la primera edición (esta que ves en las fotos), ya marcan una diferencia. Una estética digna de figurar en el último estreno de Star Wars, con la pintura «espejo» que la caracteriza, un nivel tecnológico también «galáctico» y prestaciones por encima de cualquier vehículo que hayas montado hacen de la Kawasaki Ninja H2 una moto diferente.
Los japoneses no han diseñado una superbike al uso. En circuito, su propia hermana Kawasaki ZX-10 R es más efectiva. Tampoco es una GT deportiva para viajar ni nada catalogable dentro de las categorías normales. Es, simplemente, el aparato de dos ruedas más brutal que puedes usar por la calle. Cuestión de sensaciones al abrir gas. Simplemente. ¿Te parece poco?
Kawasaki Ninja H2: cómo es
Resulta espectacular en directo. En las fotos no se aprecian con todo detalle, para empezar, sus colores. La pintura espejo que emplea en el depósito y en sus fibras es diferente a todo lo que hayas visto antes. Depende de cómo le de la luz y de dónde proceda ésta, ves la moto más oscura o más brillante. El chasis, pintado en verde, también es sobresaliente. Y los acabados, en general, rezuman calidad. Es larga, más grande de lo que puede parecer en las fotos. Y no es ligera: se declaran 238 kg en orden de marcha; 32 kg más que una Kawasaki ZX-10 R, por ejemplo, para los mismos 200 CV de potencia máxima.
Una «ensalada» de siglas decoran su instrumentación y otras partes, como la aleta frontal. Denominan componentes como el control de tracción (S-KTRC), quickshif-ter (KQS), frenos ABS (KIBS), control de freno motor (KLCM) o amortiguador de dirección electrónico (ESD). Por supuesto, para gestionar todo ello cuenta con la ayuda de un acelerador electrónico y con varias curvas seleccionables de potencia. Incluso puedes, pulsando un solo botón, llevar la moto en el modo «rain» y convertirla en una moto suavecita y fácil. Otra sigla importante en esta moto pero que no encontrarás escritas por ningún lado, es SPM. Es lo que se oye salir de tus labios, dentro del casco, cuando aceleras con ganas y cuyo significado dejo a tu criterio…
Motor sobrealimentado en la Kawasaki Ninja H2
HISTORIA H2
H2 no es ningún nombre nuevo en la historia de Kawa. En los años 70 H2 también significó la mayor deportividad posible en el mundo de la moto. Fue otra Kawasaki que también impresionaba a los pilotos de entonces por su capacidad de aceleración y recuperaciones. Aquella primera Kawasaki H2 empleaba un motor de tres cilindros en línea y 750 cc, de dos tiempos, que desarrollaba 74 CV para 205 kg. Famosa por ser la moto con la que Pepe Bayeta asolaba las carreteras en el Joe Bar Team, la H2 tenía fama de ser capaz de levantar rueda casi en cualquier marcha. Aparecida en el año 71, en el 74 su evolución perdió 3 CV en un intento por «civilizarla». Ventajas de la tecnología: no hace falta civilizar más la H2 actual.
Toda la moto supone una novedad. Se denomina Ninja, pero poco tiene que ver con el resto de sus hermanas con esta denominación. Añade el término H2 que, si no lo sabías, era el nombre de una brutal 750 tricilíndrica 2T de los años 70 de la marca. Esta nueva Kawasaki Ninja H2 retoma aquel nombre porque mantiene la respuesta brutal al acelerar€ A diferencia de la original, ésta mantiene la rueda delantera en el suelo gracias a su electrónica.
El chasis es un multitubular anclado a placas laterales, con un espectacular basculante monobrazo. Frenos, suspensiones y otros componentes, como no podía ser menos, son de primerísima línea, con horquilla invertida con recubrimiento firmada por KYB de última generación (AOS II) y amortiguador trasero también KYB con todos los reglajes posibles. Un amortiguador de dirección electrónico Öhlins preside la tija superior, la cual incorpora los semimanillares por debajo. De frenar se encargan dos discos de 330 mm delante firmados por Brembo que hacen su trabajo con eficacia y buen tacto.
Pero si algo diferencia a esta moto es su motor sobrealimentado. Diseñado para sobrepasar los 300 CV en la versión especial H2 R, en esta Kawasaki Ninja H2 se ha limitado de forma electrónica a un nivel de potencia «asimilable» en la calle con neumáticos de serie. Se trata de unos Bridgestone RS10 que cumplen muy bien con su trabajo y con los que vas «pintando» de goma negra el suelo y la placa de matricula por su interior cada vez que abres gas con ganas. Y no, no puedes «deslimitarla» o convertirla fácilmente en Kawasaki Ninja H2 R: la parte electrónica de la H2R no te la van a vender aunque supliques. Y hay otras diferencias, como el carenado de carbono, que no monta la H2 estándar, el faro delantero y los alerones, sustituidos aquí por los necesarios espejos. No hay más diferencia. Y de ahí que tengas una potencia brutal en todo el recorrido del gas, lo que la diferencia de cualquier deportiva actual.
Kawasaki Ninja H2: cómo va
«Scotty, teletranspórtame«. Tienes razón, esta moto ha despertado todo mi antiguo interés por la ciencia ficción. Y debe ser no solo por la pinta que tiene; también sus prestaciones serían de ciencia ficción hasta hace pocos años. Además, permíteme el símil con Star Treck, porque esta moto es el aparato más similar al famoso teletransporte de la Enterprise en que me he subido. Entras en una recta, piensas en llegar a la otra punta de la misma y, por lejos que esté, en un suspiro estás allí. Solo con girar el puño derecho. Y pocas veces tendrás podrás hacerlo a tope.
Toda la Kawasaki Ninja H2 está pensada para este momento. Insisto que no es una deportiva. No busca la mejor vuelta posible en un circuito. Solo quiere impresionarte acelerando. Y lo hace. Es larga, algo pesada, frena y se tiene muy bien y va llena de «cacharritos» electrónicos. Todo ello está desarrollado para que cuando encares una recta sin límite de velocidad y abras gas, se desaten todos los demonios del motociclismo y la velocidad, que tus ojos se abran como platos, que te falte la respiración y que, como te decía antes, dentro del casco se oiga tu propia voz murmurando algo parecido a esas siglas: ¡SPM!
En parado la moto aparenta ser más grande de lo que es. El morro alargado, el colín, ambos con formas de robot del siglo XXIII… Cuando te subes, el asiento no está tan alto y resulta cómoda. Pesa, pero no es una GT. Los semimanillares van bajos, tanto como en cualquier deportiva. Y los mandos tienen un tacto perfecto. Eso sí, el embrague (hidráulico) se vé que tiene que mover unos muelles especialmente duros para «tragarse» el par que el motor desarrolla. No es suave y un ratito de uso hará mella en tu brazo izquierdo. Menos mal que el quickshifter de serie te ahorra emplearlo para subir marchas. Es suave y funciona en todas las velocidades y solo a muy bajas vueltas, entre las dos primeras marchas, puede dar algo tirón. Impresiona montarte en una de las motos más rápidas del planeta que, además, cuesta lo suficiente como para plantear un aumento de hipoteca si quieres una.
Una barbaridad, si tú quieres
Pero no es tan fiero el león como lo pintan. Corre, sí, una barbaridad. Pero solo si tú quieres. La moto es suave (salvo el embrague) y hasta dulce. Tiene un modo «Rain» que puedes conectar pulsando uno de los cursores de la piña izquierda durante un tiempo. En ese modo pierde toda la gracia, pero no te dará sustos en ningún caso. En la ciudad no te voy a engañar: gira poco, corre demasiado, pesa y no es cómoda. Pero en cada semáforo se bajan ventanillas de coches o te preguntan desde otras motos si «eso es una H2 de verdad» o, directamente, qué es esa moto. Salvo este caso, la ciudad no es su ambiente.
En carretera la cosa cambia. Con el control de tracción y demás sistemas de seguridad en niveles intermedios, vas cambiando con el quickshifter de forma cómoda y la moto es capaz de avanzar por debajo de 100 km/h sin toser hasta en 6ª. No hace falta reducir casi nunca: hay par y capacidad de recuperación a raudales. En cualquier marcha.
El chasis es perfecto. Entra muy bien en las curvas, frena con muy buen tacto y eficacia. ¿Qué esperabas? Ahora bien, cambia tu modo de pensar en las curvas antes de montarte. Aquello de freno, entro en la trazada y abro con ganas, que llevo control de tracción€ piénsatelo. Sí, hay control de tracción y funciona muy bien. Pero en la marcha en que lo hagas, según abres, se acaba la curva. Y no es difícil mantenerte en la trazada que quieres ni nada similar. Lo que ocurre es que todo pasa muy deprisa y si no has calculado bien por dónde sales, se te puede hasta acabar el asfalto. Cuidado y siempre con cabeza.
El sonido es increíble. Suena a tetracilíndrica normal al ralentí o a bajas vueltas, como no podía ser de otra forma. Cuando subes de vueltas ya percibes claramente el silbido, a la vez aterrador, emocionante y fantástico, del compresor. Y cuando reduces con un poco de alegría se mezclan los sonidos del compresor descargando, el embrague antirrebote y el cambio en un cúmulo de sensaciones realmente único.
En autovía la moto es perfecta. Rápida, estable, silenciosa y cómoda, dentro de los parámetros de las deportivas. Se nota que está hecha con un riguroso estudio aerodinámico. Si tienes que adelantar, con un suavísimo giro del puño derecho sale disparada y adelantarás en menos tiempo de lo que lo has pensado. Por eso necesitarás una autopista alemana o un circuito (y de los grandes) para comprobar lo que da de sí el motor sobrealimentado de la Kawasaki Ninja H2. En estos entornos sí puedes comprobar que en 3ª, 4ª, 5ª o 6ª (da igual), abres gas solo «si tienes narices». La H2 tiene más que tú, seguro. Es impresionante la forma de acelerar de este aparato. Y más que de acelerar, de recuperar. Además, frena muy bien y es capaz de llevarte con la lengua fuera. Frenas fuerte, entras en la curva y abres todo lo que puedes, que ya has llegado a otra curva y vuelta a empezar. Hay que estar muy en forma o un poco loco (o las dos cosas) para intentarlo durante mucho tiempo seguido. Estas sensaciones extremas resérvalas a un circuito.
EL DETALLE
Un nuevo tipo de compresor desarrollado por Kawasaki en exclusiva para una motocicleta, consigue convertir una 1.000 cc de cuatro cilindros en un vehículo más que espectacular, único y asombroso. Si te has fijado, exhibe en el morro un símbolo que no es el clásico de Kawasaki, sino el de KHI (Kawasaki Heavy Industries), la casa matriz. Este logo solo se emplea en los trabajos de más alta gama, renombre y prestigio que realiza el grupo, y en el diseño y fabricación de la Kawasaki Ninja H2 han intervenido otras compañías del grupo, no solo la sección de motos. Es el caso, entre otros componentes, de su compresor. Diseñado por Gas Turbine & Machinery Company de Kawasaki, reúne una parte de compresor mecánico (la parte de la que toma la fuerza, a través de correa y piñones, desde el cigüeñal) con una turbina más parecida a la clásica de un turbo en la parte de admisión. Una desmultiplicación de 9 a 1 hace que esa turbina que sopla los gases frescos hacia dentro del motor a presión gire a casi 130.000 rpm cuando el motor lo hace a 14.000 rpm; como un turbo, pero sin tiempos de respuesta ni problemas al cerrar gas.
LO MEJOR
- Exclusividad
- Aceleraciones inigualables
- Nivel tecnológico superior
MEJORARÍA CON
- Difícil de mejorar: sólo que sea el inicio de una nueva gama más asequible
- Cuadro escueto y algo pequeño para ver bien a alta velocidad
- Acabados de piñas mejorables
FICHA TÉCNICA
Cilindrada
998 cc
Potencia máxima declarada
200 CV a 11.000 rpm
Par máximo declarado
133,5 Nm @10.500 rpm
Cambio/Transmisión
6 velocidades/Cadena
Chasis
Multitubular en acero
Suspensión delantera
Horquilla KYB AOS-II 43 mm.
Suspensión trasera
Uni-Track KYB multirregulable
Freno delantero
2 Discos 330 mm
Freno trasero
Disco 250 mm
Neumático delantero
120/70ZR17M/C (58W)
Neumático trasero
200/55ZR17M/C (78W)
Entre ejes
1.455 mm
Altura asiento
825 mm
Capacidad depósito
17 l.
Peso declarado
238 kg (en orden de marcha)
PRECIO
29.000 € (30.000 € versión 2016)