Prueba Kawasaki Z300 2015: esencia en frasco pequeño (I)
Seguro que sabes el dicho de "el buen perfume se vende en frasco pequeño". Si eres más de perfume que de agua de colonia, con la nueva Kawasaki Z300 tendrás una fragancia ideal para tu carné A2.
Vale que el caso es oler bien, pero donde esté un buen perfume, que se quiten las aguas de colonia. Trasladando el universo de las fragancias a las dos ruedas, la insignia Z abarca todas las modalidades. Desde la pequeña Z 250 SL, presentada en el Salón de Milán 2014 junto con la Z300, hasta las superiores Z800 y Z1000, Kawasaki cuenta con un elenco de naked específico para la práctica totalidad de los usuarios. Ahora bien, con un componente sport ineludible cuando nos referimos a la marca «verde».
De este modo, ¿en qué punto situamos sus dos modelos centrales, Z300 y Z800? Como superventas, la Z800, en su edición limitada a 95CV para el carné A2 denominada Z800e, es la fragancia estrella de la firma nipona. Sin embargo, ¿tiene más sentido limitar una moto de casi 100 CV y casi 230 kg de peso para aprender los secretos de la conducción de una moto en lugar de empezar con un modelo de 40 CV y 60 kg menos? Una Kawasaki Z800e para quien se acaba de sacar el carné A2 dispone de solo 7 CV más, una potencia que infrautiliza un conjunto diseñado para el doble de caballería. En este sentido, la Z300 oficia de auténtico perfume, un concentrado para tener todo lo necesario y en su justa medida para descubrir el placer de la conducción desde sus inicios.
Kawasaki Z300: el reflejo de la Z800
En cualquier caso, la referencia Kawasaki Z800 está siempre presente cuando miras cara a cara la nueva Kawasaki Z300. La descubrí en el pasado Salón de Milán, aunque al aire libre es donde mejor muestra sus encantos. En la lejanía, cuesta distinguirla de su hermana Z800. Su diseño anguloso está a la misma altura que en la mayor, con un colín espectacular más un depósito muy agresivo. Pero son las fibras laterales las que culminan su imagen más dinámica, incluyendo una quilla de serie inexistente en la Z800e. Y esas llantas de aleación de imagen «Factory» con diez palos son espectaculares, ¡más deportivas que las presentes en las Z800 y Z1000!
El manillar queda relativamente bajo y adelantado, lo que invita a una posición sport poco común entre las naked tradicionales
Esta imagen se traslada directamente a la posición de conducción. El manillar queda relativamente bajo y adelantado, lo que invita a una posición sport poco común entre las naked tradicionales. Con una altura de asiento de 785 mm, siendo muy estrecho en la zona de unión con el depósito, casi la práctica totalidad de las tallas de su piloto son bienvenidas. Se llega con facilidad al suelo con ambos pies excepto si tu estatura es XS. El depósito de 17 l. encaja perfectamente entre tus piernas y el volumen total es digno de una moto de superior cilindrada. Puedes adoptar diferentes posiciones sobre su asiento para acoplarte como una moto de superior porte, manteniendo las rodillas flexionadas sin extremismos para un control más adecuado.
Porque la manejabilidad de la Kawasaki Z300 es sobresaliente. Ya desde los primeros metros te facilita la vida en todos los sentidos. La dirección es muy ligera y el motor bicilíndrico ofrece una entrega de par sólida desde lo más profundo de sus sótanos, condiciones indispensables para acometer el tráfico urbano con ventaja. Tanto que a 1.500 rpm es capaz de responder sin problemas, aumentando un grado más a partir de 4.000 rpm y dar lo mejor de sí a partir de 7.000 rpm. El tacto del embrague y la caja de cambios es un acierto por suavidad para los neófitos en motos de cilindrada ya respetable, pecando únicamente en un recorrido de acelerador demasiado extenso, una cuestión a la que te habitúas de inmediato.
En cuestión de equipamiento, la Kawasaki Z300 puntúa con nota. El ABS es equipo opcional y la instrumentación ofrece toda su información de una forma muy sencilla. El cuentavueltas analógico de gran tamaño sobre fondo blanco es otro ingrediente RR de la nueva naked de Kawa, y todo el conjunto merecía una nota máxima si incluyera un indicador de marcha engranada. Los espejos retrovisores te permiten ver con claridad tu rebufo y no vibran ni distorsionan la imagen en ninguna circunstancia. Únicamente unas piñas demasiado simples destacan en negativo frente al resto de componentes.
A la Z300 le gustan los regímenes elevados, no dejando de empujar hasta bien pasadas las 11.000 rpm
A pesar de su concepción naked, en autovía o carretera abierta no te enfrentas al azote del viento de forma despiadada. Será por la posición de conducción o por la pequeña cúpula, el caso es que a ritmos de marcador de 140 km/h no tienes que agarrar el manillar como un poseso. Como buen bicilíndrico, al de la Z300 le gustan estos regímenes elevados, no dejando de empujar hasta bien pasadas las 11.000 rpm. Si a ello le unes la práctica inexistencia de vibraciones a cualquier ritmo, el paso de los kilómetros se convierte en una experiencia deliciosa. Las relaciones quedan un tanto espaciadas entre sí, aunque la vívida respuesta del motor te devuelve en un instante al régimen de giro deseado. En retenciones, el embrague antibloqueo es un seguro que te apoya en conducción deportiva con total fidelidad. Dado su carácter de moto de iniciación, el equipamiento de componentes como éste profundiza al máximo en su sentido más práctico.
Muy alto demasiado rápido
Con una moto de mayor cilindrada y peso necesitarías más esfuerzo para saltar de curva a curva
Siguiendo con su deriva deportiva, en secciones reviradas te ofrece una clase magistral sobre cómo divertirte con seguridad aprovechando todas las cualidades de su motor y parte ciclo. Sus anchos neumáticos (fundamentalmente el 140 trasero) ofrecen gran aplomo sin restar maniobrabilidad y el ancho manillar y sus dimensiones contenidas te incitan a ir explorando nuevas trazadas y sensaciones. Con una moto de mayor cilindrada y peso necesitarías más esfuerzo para saltar de curva a curva y todo resulta más natural a la hora de iniciarte y evolucionar con una moto a tu medida de experiencia. Ya habrá tiempo y motos para «más», pero te aseguro que estarás mejor preparado si antes has pasado por el aula de modelos como la Kawasaki Z300, lo que, en definitiva, significa más diversión con superior seguridad. Te lo digo en primera persona. A mi me ha funcionado muy bien ir escalando progresivamente de menos a más en las prestaciones de los modelos de los que he disfrutado a lo largo de mi vida. Seguro que a ti también te servirá. No tengas prisa por llegar muy alto demasiado rápido.
Para la frenada incorpora disco de frenos en ambos ejes de notable diámetro y con deportivo perfil ondulado. En las unidades de pruebas que dispuse, debido al reducido rodaje, todavía no ofrecían un tacto idóneo. Un necesario trabajo de purgado en la bomba, sobre todo en el delantero, dejará todo en orden. El ABS es opcional, con un recargo de 400 €.
Ágil en ciudad, solícita en conducción por curvas, rápida en autovía (aplanado es capaz de superar los 160 km/h de marcador) y sobre todo, fácil, muy fácil de pilotar, te será difícil encontrar otro modelo en la actualidad que combine en su dimensión comportamiento y estética con una labor de aprendizaje que sabrás valorar a lo largo de tu experiencia vital sobre dos ruedas. Y todo ello por 4.799 € y con una combinación de color «verde lima» que apasiona a los seguidores de Kawasaki… y a los que no lo son.
