Hyosung GD 250 R-EXIV: carné A2 supersport

Cuando probamos hace un año la Hysoung GD 250 N-EXIV te comentábamos que era una buena moto para dar tus primeros pasos con una moto del carné A2, polivalente, con prestaciones suficientes para tu aprendizaje, ligera, fácil y, muy importante, económica. Ahora, con la versión Hyosung GD 250 R-EXIV de aquélla, hay que repetir todos aquellos argumentos, ya que es la misma moto, pero con matices.

Espíritu deportivo en la Hyosung GD 250 R-EXIV

Ha cambiado la posición de conducción. La incorporación de un carenado integral no solo cambia la apariencia de la moto. Con esta novedad se ha querido enfatizar su carácter deportivo, lo que explica su contenido R, como reza su denominación. Para justificar este apellido, se ha sustituido el manillar ancho típico de naked «streetfighter» de la EXIV-N por unos semimanillares anclados por encima de la tija superior. Por tanto, tampoco se sitúa en el extremo más radical dentro de un concepto deportivo. No se ha modificado, sin embargo, la posición de las estriberas, bastante centradas y bajas; la moto. Como resultado, carga más peso en las muñecas del piloto en favor de un espíritu algo más deportivo, pero no ha querido perder su esencia de moto polivalente.

Aunque declara una velocidad punta superior en cinco kilómetros hora, sobre la moto apenas se aprecian diferencias en cuanto a comportamiento. No parece correr más ni acelerar mucho menos que su hermana naked, a pesar de que sí se ha incrementado el peso en 9 kg declarados. Tampoco ha habido cambios en el cuadro de instrumentos o en el resto del equipamiento. Como te digo, se trata de la misma moto, con una apariencia más deportiva y una posición un poco más inclinada.

To the max

Hyosung GD 250 R-EXIV y N-EXIV también comparten el espectacular chasis tubular. El motor va cogido por arriba, sin cuna, un monocilíndrico también de nuevo desarrollo, refrigerado por agua, alimentado con inyección electrónica y culata multiválvulas que produce 28 CV, una cifra en línea con cualquier 250 monocilíndrica de última generación como, por ejemplo, la Kawasaki Ninja 250 SL. Subchasis desmontable, horquilla invertida de 37 mm y un amortiguador trasero lateral, sin bieletas, son parte de su equipamiento, más que aceptable para una pequeña deportiva de sus prestaciones y precio.

El escape, central, por abajo, permite situar las masas en el centro de la moto y a la vez le otorga un aspecto actual, ya que el corto carenado integral lo deja a la vista completamente.

Sobre la Hyosung GD 250 R-EXIV, lo primero que llama tu atención es el cuadro digital. No hay esferas analógicas y toda la información está concentrada en esta pantalla. El cuentavueltas recorre la parte de arriba de forma bien visible y la velocidad se muestra en la zona central, hacia la derecha, al lado de la temperatura motor y de la cantidad de gasolina que queda. Se completa con un reloj horario y un indicador de marcha engranada. Es muy completo, se lee bien y te saluda al dar al contacto con un mensaje de lo más deportivo: «to the max».

No es una moto demasiado grande. Esta versión carenada parece una moto de más cilindrada, pero por altura de asiento (con 780 mm) y tan estrecha como es, la Hyosung GD 250 R-EXIV es una moto muy recomendable si no eres muy alto.

Con pasajero

Las deportivas, ya se sabe, son motos para uno, en las que ocasionalmente puedes llevar a alguien€ que estará deseando bajarse al poco rato. Las estriberas quedan muy altas, el asiento del pasajero también está elevado y al acompañante sólo le queda la posibilidad de ir recostado sobre el piloto y apoyado en el depósito. Cuenta con asas a los lados del colín, pero el pasajero se siente inseguro ahí cogido. No es, en resumen, una moto para recorrer largas distancia a dúo, aunque eso depende más de la persona que de la moto.

En marcha

No es difícil llegar al suelo y tampoco pesa demasiado. Son 152 kg en seco, por lo que casi cualquier persona se sentirá cómoda sobre ella. La horquilla invertida limita un poco el radio de giro, algo que ya pasaba en la naked, con la diferencia que en una moto deportiva parece que importa menos. Aún con este detalle, es una moto con la que se maniobra fácilmente, tanto en parado como a baja velocidad.

La posición de conducción es agradable, con las manos adelantadas, el cuerpo algo echado hacia delante y los pies en unas estriberas algo retrasadas, pero jamás en una postura incómoda «de carreras». Los mandos tienen un tacto suave y están bien colocados. Pones el contacto, aparece en la pantalla digital la frase «to the max» hasta que arrancas (embrague cogido obligatorio y emite un sonido agradable, no muy elevado. Ofrece una respuesta muy correcta desde abajo. Con muy poco gas ya puedes iniciar la marcha. Sus 28 CV se acompañan de un buen par, con una curva de potencia sin altibajos apreciables. Cuando subes de vueltas, el sonido cambia ligeramente si abres gas fuerte. Tienes a tu disposición una primera corta, por lo que enseguida tendrás que insertar segunda. Acelera bien, sin vacíos en todo el recorrido del gas, pero arriba del cuentavueltas hay ciertas vibraciones: nada de lo que no te puedas olvidar a los pocos kilómetros, pero se dejan notar.

Es fácil moverse por ciudad con ella. Por peso y por tamaño es una buena opción en ciudad y aunque la posición «invita a atacar» en carretera al cargar más peso hacia delante, tampoco es incómoda.

Fuera de la urbe, la Hyosung GD 250 R-EXIV demuestra el pequeño cambio de personalidad que ha sufrido con la adición del carenado integral y los semimanillares. Es más fácil tumbarte y, aunque la mínima cúpula no permite esconderte demasiado, es más fácil hacer que suba de velocidad. En autovía puedes hacer kilómetros. Permite rodar con una velocidad suficiente para que los coches no te pasen «disparados» y podrás rodar a la velocidad normal del tráfico de tu alrededor e incluso algo más rápido sin problemas.

Lo mejor es buscar la primera salida que te lleve a una carretera plagada de curvas. Aquí es donde comienza la diversión. Es divertida de llevar, muy ágil a la hora de cambiar de trazada y de enlazar curvas. Frena bien y se tiene. Las suspensiones son más bien blandas, aunque no desfallecen con facilidad en este ambiente y sujetan la moto con solvencia. Se establece como una moto agradable para rodar a buen ritmo dentro de unos límites, ya que, en estas circunstancias, el tren delantero no transmite claramente sus reacciones, por lo que tendrás que tener claro cuál es el límite.

La Hyosung GD 250 R-EXIV es una buena moto de iniciación. Con un precio económico, aspecto muy moderno, actual y de moto grande, permite una conducción deportiva sirviendo, a la vez, de vehículo de para el día a día sin grandes sacrificios e incluso hacer largos trayectos en autovía sin problemas.

Así la vemos

La Hyosung GD 250 R-EXIV no cambia excesivamente en ninguno de los aspectos analizados respecto a la versión naked Hyosung GD 250 N-EXIV. Como ésta, es una moto que sorprende por su buen comportamiento en carretera, teniendo en cuenta su cilindrada. Tiene un comportamiento sano y noble. Solo en curvas a ritmo elevado, el tren delantero no acaba de transmitir plenamente sus «intenciones», un aspecto que estoy seguro tiene arreglo con unos neumáticos de primer nivel. Salvo en ese caso, la moto se comporta a la perfección. En ciudad es igualmente ágil y fácil; se llega bien al suelo y se maniobra sin problemas, aunque cargas más peso en las muñecas que con la naked.

Los acabados son buenos, muy buenos si valoras su precio. No encuentras defectos o ruidos de montaje y toda la moto tiene un aspecto muy aceptable. Siguiendo su filosofía deportiva, en carretera permite apoyarte un poco sobre el depósito y esconderte sobre la mínima cúpula, no del todo, desde luego, pero bien tumbado sí adoptas una postura muy aerodinámica. El asiento está bien diseñado y la posición de conducción que adoptarás normalmente es agradable.

El equipamiento es muy correcto, con pocas faltas que ponerle al igual que en el caso del acabado para una moto que no llega a los 3.500 € (3.199 ahora en lanzamiento), muy por debajo del precio de muchas 125 cc. ¡No puedes pedirle más! El pasajero tiene su espacio en «el segundo piso», en un asiento pequeño, con las estriberas altas y poco sitio para sujetarse.

Equipamiento