Prueba Honda Vision: Ideas claras

27 Prueba Honda Vision: Ideas claras
Fotos del Honda Vision
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Hay scooter que quieren tener muchas personalidades al mismo tiempo. El Honda Visión no. Tiene las ideas muy claras: es un transporte simple, fácil y asequible. De ahí su éxito, y ahora en versión Euro 4.


Lo confirma la propia Honda en la nota de prensa que informaba del lanzamiento de este scooter rediseñado y mejorado para 2017. Un scooter que nunca quiso ser más que eso, un transporte ciudadano eficaz y que en ese cometido es todavía mejor que su predecesor, ya que implementa algunas de las mejores soluciones de Honda para conseguir mayor eficacia.

El Honda Vision es la oferta más económica en la actual gama de scooter Honda. Es perfecto para el que busca un vehículo simple para el transporte urbano, con la calidad de una marca como Honda y sin gastarse mucho dinero. Pero Honda es Honda. A pesar de que la primera condición de su filosofía es ser económico en todo, su carrocería, líneas y estética no son la de un scooter vulgar. Resulta un modelo sencillo, pero elegante, actual y bien dibujado. Además, debe ser económico de adquisición, por lo que emplea componentes como un tambor de freno trasero en lugar de un disco, más caro. O un motor de aire que no alcanza los 125 cc, pero que se demuestra suficiente para mover los pocos kilos que pesa.

Llegó a Europa en 2011, cuando se fabricaba en Asia. Ahora pasa a ensamblarse en Italia y mejora sus características con el nuevo motor eSP y con novedades para hacerlo aún mejor, dentro de su filosofía. Ya sabes, simplicidad, economía y robustez.

Cómo es

Honda Vision

El nuevo Vision 2017 cambia más de lo que a simple vista puede parecer. Es algo más largo en la plataforma, más bajo de asiento y más estrecho. La carrocería es nueva. Hay que fijarse bien o conocer muy bien el anterior, porque el intento de Honda de darle continuidad al concepto se ha contagiado a la carrocería y se parece bastante. Pero es en el motor donde más cambia el Vision, ya que estrena una nueva versión de la unidad eSP que ya emplea en toda su gama de scooter hasta 125. En este caso cubica menos, 108 cc, y es el único de aire, por lo que prescinde del radiador lateral que suelen montar los otros eSP. Como el resto de esta familia de motores, sí incorpora el sistema de arranque / parada automático y las tecnologías de bajo rozamiento empleadas por sus hermanos mayores. Así, emplea el propio alternador como motor de arranque y los otros mecanismos necesarios. Cuando el motor se para, el cigüeñal se coloca justo antes de comenzar el ciclo de admisión y un sistema activa un descompresor. Todo ello permite que con solo insinuar la apertura de gas para salir, el Vision esté en marcha de forma suave e inmediata.

El chasis es tubular de acero, con columna inferior. Es un rueda alta, lo que supone una buena estabilidad. Recurre a una delantera de 16” y una trasera de 14” que permite mantener un hueco para el casco suficiente para un integral. Se ha modificado la horquilla para usar ahora 35 mm, 4mm más que antes, lo que aumenta la rigidez delantera. Detrás emplea uno solo sobre el cárter de transmisión, pero está bien diseñado. No se aprecian flexiones o poca rigidez como en otros scooter con el mismo sistema. En los frenos monta un disco delantero y un tambor trasero, y Honda ha optado, para no encarecer, por montar un sistema de frenada combinada para cumplir así con la nueva normativa Euro 4.

Es el segundo Visión 4T de la época moderna, porque te recuerdo que fue el nombre de un 75 cc de 2T de bastante difusión que Honda vendió hace muchos años. Entre ellos, en esa misma posición de básico de la gama estuvo el Honda Lead, otro scooter que compartía bastante filosofía con este Visión: un scooter económico, ligero, con motor de 110 cc pero que no empleaba las llantas grandes de este Vision.

Honda VisionNo es, ni puede serlo, un scooter con grandes detalles de equipamiento. Es un scooter que quiere ser sencillo y urbanita. Sin embargo tampoco es tacaño y sorprende con algunos detalles muy acertados. Entre ellos destaca el sistema de parada al ralentí o un sistema económico pero efectivo de freno de mano. Con la maneta izquierda tirada tienes una palanca por delante. Empujándola, bloqueas esa maneta y con ella el freno. Lleva también una pata lateral con desconexión del motor y un caballete central, de fácil uso. Un cuadro completo, donde encontramos uno de los pocos despistes que comete el Vision: no hay reloj de hora.

No es un scooter básico sin más, y se le nota. Su terminación, la calidad de los elementos, de los plásticos y, en general, su fabricación, es digna de vehículos de gama más alta como es de esperar en un Honda. Incluso la forma de su carrocería. Se nota diferente, más actual y cuidado en su diseño. Aparcar es sencillo. La pata lateral sale con mucha facilidad y el caballete central está bien calculado, de forma que sube con sencillez. El depósito de gasolina va en la parte trasera, detrás del hueco del casco. Se accede a él con comodidad y facilidad.

Para ser un scooter compacto es muy capaz. Bajo el asiento se puede guardar un casco integral. Cabe incluso el modular que ves en las fotos, más voluminoso que un integral normal. Delante del piloto hay unos prácticos bolsillos perfectos para dejar llaves, mando del garaje o unas gafas. No hay tapa, no es guantera, sino bolsillo. Sobre el suelo plano, con ayuda del gancho que va en el borde de ese bolsillo, puedes llevar bolsas. Y detrás viene con una parrilla donde puedes atar bultos o, más eficaz, montar un baúl.

En marcha

Honda VisionConvence desde los primeros metros. No es ningún “tiro”, para eso Honda ya dispone del Forza, el más rápido de los scooters de 125. No obstante, sí corre más de lo que me esperaban dada su cilindrada y potencia. Además, se sujeta muy bien al suelo y resulta fácil de llevar a casi cualquier ritmo. Es estable, noble y avisa si te pasas. Dispone de buen reglaje de suspensiones, en equilibrio entre las necesidades de estabilidad y comodidad. Con buena capacidad de aceleración y recuperaciones, el Vison 2017 ha mejorado el par con respecto a la versión anterior, además de cumplir ahora con la Euro 4. Solo el tacto de frenos no acaba de convencer. Cuando tiras de una de las manetas, por el sistema mecánico que emplea de frenada combinada, la otra se mueve, engañando tu tacto si quieres usar las dos manetas.

La ciudad es, directamente, su hábitat natural. Un scooter ligero, que ni siquiera alcanza los 125 cc porque tiene muy claro que donde tiene que ser efectivo es en las calles de las grandes ciudades. Gira mucho, es muy ligero y todo está pensado para ser cómodo y fácil en ciudad. Subirte y bajarte de él es rápido, gracias al suelo plano y a la pata lateral. Suspensiones simples, cómodas pero eficientes y suficiente motor, en la ciudad es una herramienta de transporte ideal.

Es un scooter con las ideas claras sobre su vocación urbana, pero que no olvida que a las ciudades se llega por carretera. No es un scooter para hacer grandes recorridos por este medio, desde luego, pero sí es capaz de, puntualmente, salir a la carretera. Y lo hace con dignidad. Con unas prestaciones discretas en cuanto a velocidad máxima y poca protección aerodinámica, no es un scooter rutero. Pero una parte ciclo muy bien diseñada hace que sea estable en cualquier tipo de carretera y casi a cualquier ritmo, lo que permite hasta divertirte en zonas con muchas curvas. Los frenos, con sistema CBS (frenada combinada) mecánico, no tienen el mejor tacto del mundo, pero son suficientes.

Un scooter tan ligero como éste siempre es más crítico a la hora de llevar pasajeros. Con una parte ciclo muy ágil y un motor justo de potencia, lo normal es que tanto prestaciones como el comportamiento se resienta cuando llevas a alguien. Pero el Vision está muy bien hecho. Por supuesto, se nota que llevas a alguien, pero no se comporta mal en esta situación. El pasajero, además, tiene buen espacio, puede agarrarse a la parrilla trasera y sus reposapiés, plegables, son cómodos y en buena posición.

Honda Vision

Así la vemos

En ciudad 5
En carretera 2
Consumo 4
Confort 4
Equipamiento 4
Volumen de carga 3

El Vision es un gran scooter ciudadano; cómodo, ágil, compacto… tiene muchas ventajas en este entorno y, además, está diseñado y construido por Honda, lo cual es siempre un plus de calidad y garantía. En la carretera es capaz de meterse sin mayor problema, pero su pequeños motor de 108 cc no se ha diseñado para que esos desplazamientos sean los normales. Va justo de prestaciones, igual que cualquier otro scooter urbano similar, y también de protección aerodinámica. Hay otros 125 cc en la gama Honda más adecuados si quieres hacer mucha carretera. Un consumo por debajo de los tres litros a los 100 km lo coloca como uno de los scooter urbanos menos sedientos de los que hemos comprobado. Cuenta co un equipamiento muy considerable para su precio y gama, pero con un fallo importante: un reloj de hora es fundamental en un scooter ciudadano. Ahora bien, el freno de aparcamiento, la doble pata (con la lateral con desconexión del motor) lo vuelven a meter entre los mejor equipados de su categoría. Por último, su capacidad de carga es considerable, teniendo en cuanta su tamaño: un hueco para casco grande, suelo plano, portabultos, guanteras abiertas…muchos espacios.

Ficha técnica del Honda Vision 110

Motor
4T, 1 cilindro, aire
Cilindrada
108 cc
Alimentación
Inyección electrónica
Distribución
2 válvulas
Suspensión delantera
Horquilla telescópica 31 mm
Suspensión trasera
1 amortiguador
Freno del./tras.
1D. 220 mm /T. 130 mm
Frenada combinada

Neumático delantero
80/90-16
Neumático trasero
90/90-14
Longitud máxima
1.925 vmm
Entre ejes
1.290 mm
Altura asiento
770 mm
Capacidad depósito
5,2Litros
Peso declarado
102 kg (en orden de marcha)
Precio
2.049 €

 

Honda Vision 110