Prueba Honda SH 350i: Eficacia de alto nivel
El Honda SH 300i , si prefieres Scoopy 300, desaparece. Se ha convertido en un nuevo Honda SH 350i y ahora es más "Scoopy", término que, aunque no sea su denominación oficial, siempre ha sido sinónimo de rueda alta, suelo plano, eficacia, comodidad y, desde hace algunas reencarnaciones, lujo Premium.
¿Cómo debe ser un scooter? Ante todo, práctico. Para ello tiene que ser cómodo y fácil de usar en ciudad y en sus accesos. Un suelo plano permite la accesibilidad fácil y cómoda a sus mandos y las ruedas de 16″ una elevada estabilidad, a lo que sumar unas suspensiones cómodas. Debe resultar ágil entre los coches, con buen radio de giro y una posición sobre el asiento que permita esa manejabilidad. A la hora de aparcarlo debe mostrarse sencillo; a veces necesitaré una pata lateral para dejarlo y volver a cogerlo rápido, mientras en otras ocasiones el suelo aconsejará dejarlo sobre un caballete central que sea sencillo de accionar. Debe tener una capacidad de carga suficiente para las cosas que hay que llevar encima en el día a día, algunas de ellas a mano mientras conduces. Debe, en suma, facilitarte la vida en todo lo relacionado con la movilidad diaria.
Hace muchos años, en 1984 en concreto, Honda presentó aquel primer SH80. Llevaba rueda de 16″ de radios, suelo plano, un motor 2T de 80 cc con variador automático muy fiable, duro y suave, a la vez que suficientemente potente para las calles y tráfico de la época. Evolucionó a un 75 cc, después a un 50 cc y un 100 cc, y pasó a la mecánica de 4T con los 125 cc y 150 cc. Con el tiempo alcanzó los 300 cc para convertirse en mejor «commuter», esa palabra que utilizan los ingleses para referirse a los que entran y salen de la ciudad a diario.
El éxito le acompañó en toda esta historia, ya que más de 190.000 unidades de Honda SH 300i se vendieron a lo largo de toda Europa. Una cifra importante, pero no tanto comparada con el más de millón de «Scoopys» vendidos en total a lo largo de su historia. Es normal, porque su éxito fue inmediato y total en ciudades que tenían tradición y cultura de moto como Roma o Barcelona, urbes que se llenaron de modelos Scoopy desde el principio. De hecho, se cuenta que en algunos lugares de Barcelona, por ejemplo, de la misma forma que años antes la palabra «Vespa» se había convertido en sinónimo de scooter, fuesen de la marca que fuesen, Scoopy se convirtió en sinónimo de scooter de rueda alta. Así las cosas, no es raro que el original, el primero, acabase por evolucionar hacia un mayor lujo para diferenciarse.
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Centrándonos en el de más cilindrada, el 300 apareció en 2007. En 2011 evolucionó montando ABS, llave de proximidad, luces LED y un chasis retocado. En 2015 fue la primera Honda en superar la Euro 4 y en 2019 se le incorporó el control de tracción HSTC. En 2021 le llega un nuevo motor y chasis evolucionado, una carrocería renovada y más y mejor equipamiento. Y si todos esos argumentos que debe tener un scooter casi perfecto las tiene un Honda SH 350i como demuestra su historia, y esta vez es aún más potente, más fácil, cómodo y eficaz, lógicamente tenemos que pensar que su éxito está asegurado durante el futuro inmediato con esta nueva generación de SH que comienza con el recién nacido 350.
CÓMO ES EL HONDA SH 350i
No cambia (y no debe hacerlo) en su filosofía ni en esas condiciones que establecen su pertenencia a esta subespecie que llamamos Scoopy. Mantiene las ruedas de 16″ tanto delante como detrás, el suelo plano y las líneas generales de su carrocería, volviendo a las formas más redondeadas de alguno de sus predecesores. Tampoco cambia, sino que se acrecienta, esa sensación Premium que el SH quiere transmitir. Su equipamiento así lo hace ver, pero también sus ajustes, la calidad que desprende por todos sus componentes o en su forma de andar, también su suavidad, silencio y finura general. Pero evoluciona en todo lo demás.
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El motor es prácticamente nuevo. Ahora exhibe el nombre eSP+ (Enhanced Smart Power Plus) y sigue siendo un monocilíndrico con culata de cuatro válvulas movidas por un solo árbol de levas y, por supuesto, refrigerado por agua. Se ha aumentado tanto el diámetro como la carrera, pasando de 72×68,5 mm a 77×70,7 mm, por lo que sigue siendo de carrera corta, aunque supera los 330 cc de capacidad desde los anteriores 279 cc. Así se alcanzan ahora los prácticamente 29 CV a 7.500 rpm, con un par de 32 Nm a 5.250 rpm. Para ello, además de la nueva cilindrada, se ha modificado la distribución, con válvulas de admisión 1 mm más anchas, alzada de las válvulas de escape 0,3 mm mayor, y cierre de todas las válvulas (tanto admisión como escape) 5º más tarde. Se añade cigüeñal más ligero, balancines de rodillo, pistón refrigerado por spray de aceite en la parte interior de la cabeza, nuevo cuerpo de inyección 2 mm más grande. Aún hay más: el airbox es más grande, las toberas de admisión y escape son ahora rectas, la tapa de la transmisión varía para adaptarse a la nueva estética el silenciador es nuevo. Es decir, estamos ante un motor completamente nuevo que, por supuesto, mantiene el control de tracción desconectable HSTC que ya llevaba la última versión del Honda SH 300i.
El chasis es una evolución del anterior. Un kilo más ligero, sigue siendo una estructura abierta en tubo de acero. El diámetro de los mismos y la dimensión de sus paredes se han revisado para esta nueva ligereza, sin perder rigidez. Delante se monta una horquilla estándar de 35 mm y detrás dos amortiguadores regulables en precarga. El scooter pesa 174 kg en orden de marcha, con un asiento situado a 805 mm del suelo. Los frenos son de discos en ambos ejes, de 256 mm delante y 240 mm con el obligatorio ABS.
El diseño de la nueva carrocería responde a las palabras clave «tensión superficial» y «musculosa», pero lo cierto es que se la reconoce, una vez más, como Scoopy sin necesidad de leer los anagramas SH de los lados. El faro, como en las anteriores de LED (todas las luces son de esta tecnología) está en la parte baja del escudo y la luz de posición delantera en el manillar. Bajo el asiento se encuentra el depósito de gasolina y hay un hueco suficiente para un casco integral. También en esta zona hay un enchufe USB-C. Con guantera delantera para llevar a mano mandos o llaves, el Honda SH 350i mantiene el suelo plano y el gancho portabolsas en el contraescudo para ampliar la capacidad de carga. El portabultos trasero, de aluminio, es también de nuevo diseño, al igual que el cuadro, en tecnología LCD, dividido en dos zonas, muy completo y legible. Por supuesto, se mantiene la llave de proximidad que permite, sin sacarla del bolsillo, todas la funciones habituales, más la apertura y desbloqueo del baúl opcional de la marca.
CÓMO VA EL HONDA SH 350i
El Honda SH 300i siempre me ha resultado un scooter divertido de llevar. Los de la primera generación eran rápidos y potentes. Hay quien dice que incluso demasiado para su chasis. No será la primera vez que oigas que se movían bastante cuando los llevabas a toda la velocidad que eran capaces de desarrollar (mucha más de lo legal), problema que se agravaba cuando les instalabas baúl y pantalla alta que para algunos son prácticamente obligatorios. Pero era potente, ágil, estable a velocidades medias normales y la posición de conducción más las llantas de 16″ permitían hacer «diabluras» en las rotondas y esquinas.
Las siguientes generaciones fueron siendo cada vez más Premium y las sucesivas normas Euro fueron suavizando su carácter. El soporte de motor «Pro Link» solucionó parte de ese problema a alta velocidad; otras mejoras (y esas prestaciones algo reducidas por las normas anti contaminación) lo terminaron de arreglar, pero seguía siendo divertido y agradable. El nuevo Honda SH 350i es el culmen de esta historia, dotado de tantas prestaciones como el primero, mejor chasis que nunca para sentirte seguro en cualquier curva, sobre cualquier pavimento, y resultando más elegante y atractivo que nunca.
Es alto de asiento, 5 mm más que el anterior 300. Apenas se nota. El acceso al asiento es tan fácil como siempre gracias al suelo plano, y la posición de conducción natural y cómoda. El asiento es mullido y el tacto de los mandos es perfecto. La piña izquierda lleva dos teclas para manejar los datos del cuadro, siendo intuitivo y sencillo. Lo arrancas, como siempre en Honda tirando «de verdad» del freno trasero, y emite un sonido grave y muy discreto. En marcha apenas oyes un murmullo. Es verdaderamente agradable, sin vibraciones y lleno de suavidad con independencia de la apertura del gas, a cualquier ritmo.
El chasis también muestra las mejoras introducidas. A alta velocidad, ya en la zona donde empieza a cortar encendido, no hay un solo movimiento parásito. Tampoco en curvas, rotondas o giros, fuertes o suaves, muestra ninguna flexión, ni siquiera frenando fuerte. Y sin embargo no notas tampoco que la suspensión sea especialmente dura. Ofrece un primer recorrido muy suave que absorbe bien los baches, pero suficientemente sólida como para transmitirte lo que pisas y si tienes agarre. Eso permite llevarlo, si quieres, muy deprisa, con sensaciones de verdadero scooter sport, aunque sus intenciones estén en la otra punta, porque no es un scooter deportivo, sino elegante, serio, formal y Premium. Además potente, estable, rápido y noble.
Así, lógicamente, en la ciudad es simplemente fantástico. Puedes meterlo prácticamente por cualquier sitio, es rápido en los semáforos, cómodo y confiable en calles mal asfaltadas. El control de tracción actúa como debe: no lo notarás nunca en utilización normal, hasta el día que pisas acelerando algo resbaladizo, momento en que, simplemente, corta gas. No es brusco entrando. El ABS y los frenos también trabajan exactamente como deben, con buen tacto, buena progresividad y con el sistema antibloqueo preparado para cuando frenas excesivamente de atrás o sobre suelos con poco agarre. A la hora de aparcarlo, el doble caballete y el suelo plano hacen fácil la maniobra de dejarlo y bajarte. Y la llave de proximidad permite que te vayas con sólo girar el pomo en el contraescudo, bloqueando la dirección. Un scooter, en el fondo, como debe de ser: útil, eficiente y cómodo. Y además, Premium.
LO MEJOR
-Comportamiento y prestaciones destacadas
-Motor rápido y suave
-Estética Premium
MEJORARÍA
-Alto de asiento
-Cúpula en opción
ASÍ VEMOS EL HONDA SH 350i
En carretera: 5
En ciudad: 5
Pasajero: 4
Confort: 4
Equipamiento: 4
Autovía: 3
(Puntuación de 1 a 5)
El Honda SH 350i es un gran scooter, heredero de toda la experiencia de Honda con esa larga historia Scoopy detrás. Rápido en la carretera, muy ágil en ciudad, cómodo siempre, divertido y agradable de llevar, es un scooter con un equipamiento destacable y bien pensado por parte de Honda. Incluye iluminación LED, llave de proximidad y un cuadro digital que le dan ese aire Premium buscado, pero deja en tus manos (en tu bolsillo, más bien) cosas tan importantes en este caso como una pantalla delantera, aunque sea mínima para rodar por autovía, o el casi imprescindible baúl trasero en un scooter así. Con buen espacio para el pasajero, el Honda SH 350i es uno de los mejores scooters de media cilindrada de la actualidad.
Fotos: Miguel Méndez
Más información del Honda SH 350i
