Honda Integra S 2016: prueba a fondo

Todavía me cuesta conceptuar al Integra como maxiscooter al uso, porque no lo es… pero tampoco deja de serlo. Honda rompió moldes con la presentación de la primera versión en 2012, cuando trasladó a cilindradas intermedias el desarrollo de su pionero sistema de doble embrague DCT. ¿Un scooter con marchas y llantas de 17″? El Suzuki Burgman 650 también presenta una alternativa de cambio secuencial, pero no implica la complejidad técnica y la polivalencia de este método experimentado previamente en el mundo del automóvil. Sin embargo, ningún scooter ha expuesto jamás una propuesta de llantas de 17″. Solo el Aprilia SRV 850 se atreve con una delantera de 16″ como ejemplo más próximo.

Estas dos características, propias de motocicletas convencionales, contrastan con su ergonomía y fibras clásicas de un scooter, con plataforma para los pies y hueco bajo el asiento. No obstante, éste último es simbólico, ya que solo puede acoger el casco presente en el catálogo oficial de la marca japonesa. Y nada más. Al menos dispone de una guantera en el contraescudo con notable capacidad, aunque le vendría bien una cerradura para mantener su interior protegido una vez aparcada. Resulta paradójico que la Honda NC 750, motocicleta hermana del Integra al compartir motor y parte ciclo, sí disponga de un hueco bajo la tapa del falso depósito (el auténtico está bajo el asiento) capaz de albergar un casco integral. El mundo al revés…

Es innegable que el Integra es un modelo único, y que te hace sentir único a sus mandos. Ni siquiera un Yamaha TMAX puede ofrecer la sensación de aplomo y estabilidad en conducción deportiva del que hace gala el Honda, ya que sus citadas llantas y reparto de pesos son compartidas con una motocicleta clásica. Al mismo tiempo se beneficia de la protección y postura de conducción de un maxiscooter, mientras que su motor se adapta en todo momento a tus necesidades, ya sean durante la conducción en ciudad, en carretera de montaña o en autovía, constituyéndose como el maxiscooter más camaleónico del momento.

Y dos detalles importantes: por un lado, el Honda Integra 2016 solo está disponible en versión con más de 35 kW, por lo que solo es apto para usuarios del carné A; por otro, ya supera la última normativa Euro 4.

MOTOR HONDA INTEGRA S

Con 55 CV de potencia, se encuentra en la lucha entre los scooter más potentes del mercado, solo superado por el Aprilia SRV 850 (76 CV) y la gama BMW C 650 (60 CV), y en la misma línea que el Suzuki Burgman 650 Executive (56 CV). De todos ellos, solo los BMW cuentan con kit de limitación para el carné A2. Pero es exclusivo del Honda su sistema DCT con dos alternativas de conducción D y S.

EQUIPAMIENTO HONDA INTEGRA S

Destacan detalles prácticos como las ruletas para regular la distancia de las manetas la puño o el freno de estacionamiento, bien situado en la derecha del contraescudo, simétrico a la posición de la guantera. El faro anterior 100% LED ofrece una imagen única, además de una visión nocturna de alta calidad. El ABS es de serie.

CARGA HONDA INTEGRA S

Es la asignatura pendiente del concepto Integra. El hueco bajo el asiento admite un casco jet como el presente en el catálogo de accesorios oficial de Honda, y solo dispone de una guantera en el contraescudo al que se accede sin llave. Tampoco añade portabultos de serie, aunque dispone de baúl como opción.

CONFORT HONDA INTEGRA S

La posición de conducción es muy agradable y el tamaño de la plataforma permite variar el punto de apoyo de los pies en función del tipo de conducción que desees. También el asiento cuenta con un mullido adecuado. La pantalla tiene una altura adecuada para proteger de las inclemencias, aunque sería preferible su regulación para adaptarse a la altura de cada usuario.

PARTE CICLO HONDA INTEGRA S

Se maneja como una auténtica motocicleta con sus llantas de 17″, lo que implica una estabilidad sobresaliente a cualquier velocidad y una aplomo en curvas extraordinario. Como scooter, el chasis impide una zona intermedia más limpia, lo que te obliga a subir y bajar con la pierna como si fuera una motocicleta convencional. Frenos y suspensiones se sienten como una moto de calidad.

HONDA INTEGRA S 2016: EN MARCHA

Subirse al Integra requiere auténticas dotes moteras. Debes subir la pierna sobre el asiento sí o sí, no como en un scooter al uso por delante. No es demasiado ancho, pero es mejor no confiarte y hacerlo con la pata de cabra extendida si no estás acostumbrado. Una vez encima, los 790 mm de altura del asiento permiten que llegues con comodidad con ambos pies al suelo si tienes una estatura más o menos estándar. El manillar cae en tus manos de forma natural y la plataforma permite jugar con la posición de tus pies para acomodarte tanto en conducción urbana como en carretera en modo «ataque». Y rezuma calidad, en esta versión S con placas metálicas en la plataforma y multitud de piezas en símil carbono en el escudo, contraescudo y asiento de aspecto impecable.

Tras pulsar el botón de arranque, un sonido de pura potencia inunda tu alrededor. De nuevo la disyuntiva moto o scooter, porque inicialmente se encuentra en punto muerto («N») y debes pulsar el botón D para ponerte en movimiento. Y si lo haces con la pata de cabra extendida, se para como medida de seguridad.

Ya sea tu elección el modo más tranquilo D o las tres opciones del más deportivo S, las alternativas están bien visibles en la instrumentación, así como la marcha que el sistema elige por ti. También puedes insertar tú las marchas en modo manual, pero te garantizo que en modo automático te engancha. Puedes cambiar entre modos en parado o en marcha, también entre las variantes S1, S2 o S3 (de menor a mayor deportividad) con tan solo cortar el puño del acelerador y mantener presionado el pulsador S. En la práctica, te cuesta distinguir la respuesta entre los tres modos S, quizá con más retención en el modo 3, pero nada sobresaliente. En cambio, la diferencia entre el modo D y cualquier S es radical. En el primero, el Integra va siempre en marchas más largas incidiendo en una conducción más eficiente en cuanto a consumo. En ciudad es todo suavidad y tanto subiendo como bajando marchas es una delicia. Ahora bien, si te encuentras en caravana, mejor optar por la S para de un rápido giro del gas ocupes el hueco que deseas de forma mucho más ágil que en el D.

El mismo razonamiento vale para carretera abierta: D para disfrutar del paisaje, S para disfrutar de la adrenalina. En este último, para la misma velocidad, la relación seleccionada es netamente inferior, lo que se traduce en una aceleración más viva. En cuanto abres el gas a fondo, las marchas bajan con mucha más rapidez. A destacar que dispone de un sensor de inclinación que adapta la entrada de las marchas en función de tu posición en recta o en curva. De este modo no interfiere en el pilotaje, algo fundamental al reducir o subir marchas «ella sola». Es curioso el cambio de la franja de rpm de la instrumentación LCD que cambia de color en función de tu conducción: verde para más pausada, azul en modo normal y rojo cuando le exiges más. En su completo tablero, solo echas de menos kilómetros a recorrer con la gasolina restante.

Frenos y suspensiones trabajan a la perfección, tanto que no echas en falta un segundo disco delante a pesar de sus considerables prestaciones. La estabilidad es impecable. Solo hace falta ver el robusto basculante de aluminio para concluir que es un modelo Premium. Tienes que estar muy atento al velocímetro, porque en carretera no serás consciente de que ya hace rato que has superado el límite de velocidad… Los coches no se creen que ese vehículo de dos ruedas que le pasa es un scooter… ¿o hemos quedado que es una moto?

HONDA INTEGRA S 2016: CON PASAJERO

El acompañante dispone de un elevado nivel de confort en el Integra. Su zona de asiento es amplia y se beneficia de asas de gran tamaño y estriberas escamoteables, sin cobertura de goma. Tan solo perjudica al elevada altura trasera, por lo que lo mejor es apoyar primer el pie en la estribera para subir a bordo. En cuanto a prestaciones, con sus 55 CV de potencia y solidez de parte ciclo no reduce su comportamiento en conducción normal, siendo idóneo para este tipo de uso en cualquier terreno.

HONDA INTEGRA S 2016: ASÍ LO VEMOS

Mientras otros maxiscooter rivales se encuentran más encasillados en un tipo de conducción concreto, el Integra hace honor a su nombre no solo «integrando» las cualidades de una moto y un scooter, sino también de toda clase de uso. En ciudad resulta manejable y rápido. Es ágil y por la posición de los espejos cabe por cualquier resquicio en el atasco diario. Subirlo en el caballete es un juego de niños y añade pata de cabra muy práctica, además de un freno de estacionamiento que debería ser casi obligatorio en scooter grandes. Cuando se adentra en carretera, si ésta está bien provista de curvas, el disfrute está garantizado. Las trazadas son exactas y la sensación de moto-moto es total.

Además, sus prestaciones siempre están por encima de la media de «todo lo que se mueve» a tu alrededor. Sin embargo, las prestaciones no se resiente, con una autonomía que puede superar los 300 km si no abusas del modo S, algo muy difícil de conseguir… En el equipamiento se echa en falta toma de 12v o USB para la recarga de dispositivos móviles, pero contar con ABS, luces 100% LED, freno de estacionamiento o instrumentación LED de calidad entre otros, supera estas ausencias. No ocurre lo mismo con el volumen de carga, ínfimo para el estándar en un scooter, aunque ya te he dicho que el Integra no lo es… totalmente.

Ficha técnica Honda Integra S 2016