Honda vuelve a la esencia de la moto con la GB350S en el EICMA 2024
Si, esta Honda es una neoretro que además emplea un antiguo nombre que ahora vuelve a Europa: GB350S. Una moto sorprendente ya que se ha desarrollado desde cero, con un nuevo motor repleto de tecnología moderna para una moto que quiere volver a la esencia de la moto de uso diario, para los usuarios del carnet A2.
La Honda GB350S es una monocilíndrica de cuatro tiempos, con una culata simple de dos válvulas y un sólo árbol de levas, refrigerada por aire, que cubica 348 cc y, lo más curioso: un motor con una arquitectura al estilo de los monocilíndricos más clásicos dotado de carrera larga (70×90,5 mm).
Sin embargo este motor, cuyos datos parecen venir de cualquier moto inglesa de los años 50 o 60, sorprende por estar lleno de soluciones de última generación. Así, por ejemplo, lleva un volante de inercia de alta masa, algo muy clásico en motos antiguas. Pero junto a este volante motor, que asegura ese «pulso» clásico de un monocilíndrico con carácter, encontramos un eje coaxial de equilibrado que elimine las vibraciones molestas.
La admisión, recta y con una longitud estudiada para reforzar la respuesta en bajas y medias, también refuerza ese latido del motor. Y el escape, con doble capa, usa una sola cámara de expansión para reforzar ese sonido grave y profundo que debe tener un motor así.
El cilindro va desplazado 10 mm con respecto al centro del cigüeñal; lleva biela asimétrica y un cárter sellado, de forma que se reduzca la resistencia del aceite en ese cigüeñal.
Lleva una válvula de láminas que actúa en función de la presión en el cárter provocada por el movimiento del pistón, descargando aceite en la parte interior del mismo, reduciendo así la fricción. Este tipo de tecnología se ha empleado tanto en los monocilíndricos modernos como en los scooters de la marca, e incluso en las motos de motocross CRF.
Se ha montado un cambio de cinco velocidades a través de un embrague asistido y antirrebote y un control de tracción HSTC, configurando así una moto de puro estilo retro, con un motor que revive las mejores sensaciones de las clásicas monocilíndricas, pero a la vez dotado de toda la tecnología necesaria para asegurar el comportamiento y eficiencia de una moto digna del siglo XXI.
Prestaciones «a lo retro» y consumo irrisorio
Así, el motor alcanza los 20,7 CV a 5.500 rpm, una cifra quizá poco importante, pero con un par de 29 Nm desde nada más que las 3.000 rpm. Al tiempo, se declara un consumo oficial de sólo 2,5 litros cada 100 kilómetros, lo que garantiza más de 1.000 km de autonomía gracias a un depósito de 15 litros.
La moto se construye a partir de un chasis con cuna en tubo de acero, de estilo clásico y un basculante de sección rectangular. Una geometrías pensadas para hacer una moto compacta pero cómoda y estable, con el asiento a 800 mm de altura, para un peso total en orden de marcha de 178 kg. Emplea una horquilla de 41 mm y dos amortiguadores traseros con carga de nitrógeno. En los frenos, un disco delantero de 310 mm y un trasero de 240 mm adosados a unas llantas de aleación, de 19″ delante y 17″ detrás.
En cuanto al equipamiento hay que destacar el uso de iluminación completa de LEDs, con luz automática de frenada de emergencia y auto cancelación de los intermitentes. En el cuadro, analógico y bastante simple, destaca el uso de un indicador de marcha y un avisador de conducción económica. Una moto de estilo retro e inspiración ciudadana que viene a ocupar ese hueco de la moto urbana para el A2, con toda la calidad de Honda.