¿Es posible viajar (y divertirte) con un scooter para el carnet A2?
Te estoy hablando de casi 900 km básicamente por carretera, incluyendo unos 20 km de caminos y muy pocos de ellos en ciudad, donde se supone que los scooters pasan la mayor parte de su vida. En concreto 893 km marcaba el parcial cuando devolví mi unidad Honda ADV 350 de pruebas en el concesionario Honda Motorsport de Madrid, cuatro días después de recogerlo en su equivalente de Zaragoza, Mobicsa. Y no es que me lo haya pasado bien, sino que es de esas veces que te despides de la moto que devuelves con pena: ha sido una magnífica compañera todo este tiempo.
Pero debo reconocer que soy fácil de convencer. No es la primera vez que viajo en scooter y yo ya sabía que la respuesta es positiva a la pregunta con la que empezamos. Sobre todo, si vas con un scooter que va francamente bien, como es cualquiera de los integrantes de la gama 350 de Honda. Además, el destino es inmejorable si te gustan las motos: el GP de Aragón de MotoGP, en Motorland, justo el día que reaparece Marc Márquez, aunque la cosa no acabara bien para él.
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Por otro lado, hacerlo con un grupo de amigos, periodistas de los medios principales tanto españoles y portugueses, y la compañía, a los mandos de otro Honda ADV 350, de todo un referente como Jordi Torres, garantiza una experiencia única. Este último no solo es un gran piloto, dos veces campeón de la FIM MotoE World Cup y con victorias en el Mundial de Moto2 y Superbikes, sino que es un tipo majo y divertido, de esos que te hacen agradable cualquier momento. Con esas cartas repartidas, normal que un viaje salga bien, ¿no te parece?
La magia de la Ruta del Silencio
El primer día de recorrido es el mejor para disfrutar de la moto y de la conducción, con una ruta desde Zaragoza, por Belchite y Andorra, hasta coger cerca de Gargallo la conocida como «Silent Route». Son 63 km de carretera revirada, con buen asfalto y paisajes preciosos, entre el Maestrazgo y la Sierra de Arcos. Muchas curvas, a buen ritmo, donde el Honda ADV 350 demuestra que en la carretera, a pesar de sus neumáticos mixtos, es un scooter rápido y eficaz. Más de lo que parece.
De ahí nos dirigimos a Cantavieja, Olocau del Rey y Fuentespalda. En esta zona encontramos menos curvas, pero también disfrutamos de muchos tramos entretenidos. En Fuentespalda, para llegar al hotel, debemos recorrer casi cinco kilómetros de pista. En total hemos hecho unos 307 km en el día. Esa pista, que el Honda ADV 350 recorre bien y que sería hasta divertida si no fuese por la maldita gravilla suelta que tiene, tuvimos que hacerla cuatro veces: para entrar, el sábado para ir a Motorland y vuelta, y el domingo para ir al circuito. Eso suma los 20 km de «off road» que te comentaba a lo largo de todas las jornadas.
El viaje finaliza el mismo domingo. Tras las carreras en Motorland, nos subimos al Honda ADV 350 y de regreso a casa (Madrid). Eso son unos 436 km más, ya que decido volver buscando carreteras y no autopistas, al menos, hasta cerca de Guadalajara. Aquí me pilla hasta algo de agua, para terminar de completar una prueba de 893 kilómetros en total con el Honda ADV 350. ¿Que no te salen las cuentas? El hotel está a unos 50 km del circuito, y se recorre en tres ocasiones. ¿Ahora sí?
CÓMO ES EL HONDA ADV 350
Ya te habíamos mostrado nuestra prueba del Honda ADV 350. Fue en el mes de mayo y entonces me gustó mucho. Por ello no quiero hacer mucho énfasis en la descripción técnica general del scooter: si tienes curiosidad en este tema, puedes consultarlo en este enlace.
En el terreno más práctico, en su equipamiento encontramos todas las luces LED, así como un cuadro digital LCD completo y bien legible que controlas con la piña izquierda. Parece complicado en principio, pero le coges el aire y se maneja bien enseguida. Lleva un caballete central que se usa con toda facilidad y pata lateral, con desconexión del motor. Y sus componentes que más se agradecen en un viaje son la cúpula, aunque pequeña, suficiente y regulable en altura (necesitas las dos manos, pero se hace muy rápido), un enorme hueco bajo el asiento, una guantera lateral a la izquierda y, en opción (pero «mi» ADV lo llevaba) el baúl oficial. Como incorpora llave de proximidad de serie, este baúl se conecta al sistema y con tan solo acercarte, se desbloquea y se puede abrir pulsando un botón escondido en su estructura.
CÓMO VA EL HONDA ADV 350
EL Honda ADV 350 es un scooter, y un gran scooter. Por ello, en ciudad por supuesto que va bien. Ya lo sabíamos y ya lo habíamos probado en este medio. Ahora, salvo esos pocos kilómetros de salir de Zaragoza y algún pueblo grande que cruzamos, no se puede decir que hayamos hecho una prueba exhaustiva en ese entorno. O quizá, ¿el atasco de salida del circuito se puede considerar «circular en ciudad»? El caso es que, como buen scooter, tiene toda la pinta de ser mucho más cómodo en esas circunstancias, nada cómodas, que algunas de las RR que tenía a mi alrededor…
El asiento es cómodo, el manillar ancho te da mucho control y no es alto de asiento, con 795 mm, por lo que con mi 1,65 m de estatura llego bien. No obstante, por sus formas, mejor echado hacia delante en ese momento.
Lógicamente han sido casi 900 kilómetros de carretera -de acuerdo, 880 y 20 de pista- y eso sí es suficiente para haber probado el scooter en todo tipo de circunstancias. Además, rodar en grupo con otros periodistas y, sobre todo, acompañados por Jordi Torres, te da una idea de lo que es capaz el Honda ADV 350. Resulta impresionante ver algunas de las tumbadas de Jordi o alguna de sus frenadas «probando cómo para», según me dijo. Pero sin llegar a ese nivel, sí que es muy cómodo incluso tirándote horas sobre él.
En las ruta del primer día, en la “Silent Route” y con todas las curvas que hicimos hasta allí y desde allí, el Honda ADV 350 llega a sorprender. Sabía que se agarraba y que era muy noble y aquí ha demostrado estar al máximo nivel. Además, las suspensiones son cómodas: si sales a un asfalto roto, tanto la horquilla como los dos amortiguadores traseros trabajan muy bien. Y frena. Así, a buen ritmo y en grupo te puedo asegurar que sí, que me divertí mucho en esos tramos.
En la pista, como te adelantaba antes, hubiera podido hasta ser divertido si no llega a ser por la cantidad de gravilla que encontramos. Intenté ir de pie, lo cual es difícil, porque las plataformas son largas, pero no se extienden hacia atrás. Te quedas demasiado pegado al manillar. Por tanto, hay que ir sentado. Y serán manías, pero iba más cómodo bajando del todo la cúpula, y sentado muy delante.
Los neumáticos parecen funcionar bastante aceptablemente fuera de la carretera. Conseguía frenar bastante fuerte sin hacer saltar el ABS y acelerar con ganas antes de hacer deslizar la rueda trasera, con el control de tracción desconectado. En zonas con baches (y en esta pista había varias zonas con un rizado con bastante mala leche), la suspensión funciona bien. Es algo dura si la miras con ojos «solo off road», pero trabaja y ayuda a mantener el control del tren delantero. Este transmitía bastante bien el agarre y, en algún momento, como en recta acelerando sobre esa gravilla que en alguna zona se ha amontonado, la pérdida del mismo. Conclusión: no, no es una moto de enduro, pero permite hacer pistas con bastante comodidad y facilidad. Y precisamente eso hace que da igual el estado del asfalto en la ciudad, que irás de lujo.
A la vuelta, como te decía, me «zampé» el atasco de salida del circuito. Hay que reconocer que no fue excesivo y que estaba bastante bien gestionado el tráfico. Entonces salgo a hacer todas esas carreteras desde Alcañiz, por Calanda, Monreal, hasta Molina de Aragón, para salir a la A2 en Alcolea del Pinar, donde me quedan unos 150 km hasta casa de autovía. En las rectas, yendo solo, no en grupo, el Honda ADV 350 es capaz de mantener un crucero más elevado que la velocidad límite de todas estas carreteras. Y es cómodo de asiento y posición. El consumo medio, que cuando la cogimos estaba por debajo de 4 litros (resultado de una utilización normal, se supone), asciende a casi 5 l.(100 km, muy contenido para carretera abierta, a buen ritmo, incluyendo todos esos kilómetros de autovía.
El Honda ADV 350 ha demostrado que se puede viajar con un scooter para el carné A2 y hacerlo de forma divertida. Es suficientemente rápido en cualquier circunstancia, tiene buena capacidad de carga, se tiene y frena más que bien para hacer que las zonas con curvas sean divertidas. Y es cómodo para estar tiempo sobre él. De hecho, creo que si repitiese el viaje lo haría aún más largo en esa vuelta. Instalaría un soporte para el teléfono en el manillar y diseñaría una ruta desde Alcañiz por los montes de Cuenca hacia el este de Madrid. ¡Más kilómetros! Y, qué duda cabe, ¡todavía más diversión!
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