Touring Ride H-D 2010

Lo primero es hablar del Traction Skin, un nuevo tratamiento en la superficie del neumático que mejora la tracción y la frenada y permite usar el neumático en toda su banda rodadura incluso cuando esté nuevo a estrenar.

 
Un plus en seguridad de agradecer. Como viene siendo habitual en este tipo de gomas, se ha utilizado un compuesto duro en la banda central y blando en los flancos para favorecer la adherencia en curva y alargar su vida útil y como novedad se ha utilizado una tecnología denominada Continous Compound en la que se integran ambos compuestos al vulcanizar la goma.

 
Con todo esto los Attack2 han conseguido mejorar el agarre en mojado y alargar su duración. Aunque de momento nadie ha hablado de precios, en temas de neumáticos varían en función de ofertas, distribuidores, etc., parece que van a salir algo más baratos que la competencia en el mismo segmento: Bridgestone BT-23, Dunlop Roadsmart, Michelin Pilot Road 2CT, Pirelli Angel ST y Metzeler Z6 Interact.

 
Kilómetros de Pink Floyd
 
Pero «ancha es Castilla» y cuando nuestros amigos se dejaron ver por esas tierras camino de Portugal, el sol se sentó en el asiento de atrás de su «Electra», se enchufó los cascos, puso música de «Pink Floyd», y ya no se bajó hasta el final.
 

Y claro, así, los verdes campos del aterrazado Duero, de la Dehesa Extremeña, del Algarve portugués, incluso de Andalucía y Valencia, todavía brillaban con mayor esplendor.
 

Y aquí, en Valencia, me enganché yo para ver cómo se lo pasaban los que todavía seguían en ruta, porque de aquellos cincuenta iniciales, unos aprovecharon para poner fin a su aportación al «Touring Ride» en su tierra gallega, otros en las de la Costa del Sol y los «penúltimos» junto al Turia.
 

Y es que no era cuestión de que, por «mil kilómetros» de nada que quedaban, uno no pudiese apuntar en su palmarés que un mes de mayo, allá por el-, se había dado una vuelta a la Península Ibérica como si tal cosa. Es un decir.
 

Pues no. No es un decir, porque tanto los españoles como los extranjeros que culminaron el «Touring Rider», no supieron explicarme en ningún momento qué parte de España les había gustado más. Todos apuntaban a lo mal -cuando hablamos de divertirnos en moto no se pueden decir tacos- que lo habían pasado los primeros días a lo largo de los Pirineos y cornisa Cantábrica, pero ni eso valió para poner un pero a la ruta que, por encargo del HOG (el club de los harlystas), Santos y Kike, dos leoneses que nos llevaron en todo momento en palmitas, habían trazado en un 99 % fuera de las carreteras que acumulan tráfico y por parajes que alguno de vosotros habrá transitado más de una vez como los mencionados Coll de Nargó y Pontón, Cotefablo, Monforte-Orense, Sierra de Huelva, la «Nº 1» Ronda-San Pedro de Alcántara, Granada-Baza, Fuente de la Chirrichana en Cofrentes, o ese trocito de cielo que los catalanes (venga a mandarnos al Montseny) se guardan muy para ellos, el de Begues-Gavá.

En estas fotos se puede resumir la esencia del turismo en moto, que es de lo que se trata en estos viajes: Nieve en los Pirineos, niebla y agua en la cornisa cantábrica, cultura (Daroca), gastronomía (comiendo en el Parador de Alarcón) y, al final, playa. Nacho Mahou se aplica en su crónica para Chopperon.
 

Mototurismo del bueno

Pues es lo que tiene que, de hace un par de décadas para acá, en España se pueda hacer mototurismo bajo el «paraguas» de buenos clubes de marca, caso del HOG de Harley, accesible económicamente a un sector importante de motociclistas y con una estructuración que te puede permitir dedicarle tres-cuatro días a compartir afición y aventura con otros colegas, o un par de semanas si «el curro» no te oprime.

Y es que desde la más humilde de las concentraciones hasta estas y otras grandes rutas, hay muchas ofertas interesantes alrededor de la moto que te pueden llevar a conocer nuestro país o el mundo, algo por lo que desde el primer día apostamos en Fórmula Moto, ya sea sobre una GT, naked, trail, RR o, por supuesto, custom. .
 

Oliendo a jamón en Extremadura, dejándose ver en Oporto junto al Duero, entorpecidos por las ovejas, paseando por Sevilla, visitando Alcalá de Júcar y Alarcón, junto al pueblo donde nació todo esto, motos, claro, haciendo «off-road«, que de todo hay en España, entre pinares turolenses y celebrando haber llegado sanos y salvos a Barcelona. Total, 5.000 km de ná.
 

Lo más bonito de la península? Ninguno de los harlystas del Touring Ride se atrevió a dar un veredicto. ¡Todo diez!

Los del HOG lo han hecho en su Harley, pero que no te dé envidia. Si no es toda la vuelta, cualquier «trozo» de la península está ahí para que la disfrutes solo o en compañía