Qué lástima que en España vayamos perdiendo oportunidades de consolidarnos como un mercado de la moto de referencia mundial y tengamos que contentarnos con el clásico -quiero y no puedo-.

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Fórmula Moto
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Cuando hace dos años ya hablábamos de tú a tú a potencias como Francia y Alemania y nos acercábamos a la todopoderosa Italia, los constantes vaivenes legislativos basados en el más absoluto desconocimiento, y ahora el afán de un mal entendido protagonismo con la elevación de la edad mínima para conducir un ciclomotor de los 14 a los 15 años (una medida que Italia y Francia no introducirán), arremeten justo en la línea de flotación de las ventas en nuestro país y, por consiguiente, en la supervivencia de las marcas, incluidas las españolas, muy ligadas a este segmento en caída libre.

En recientes eventos internacionales he tenido la oportunidad de contrastar la opinión que tienen en el exterior de lo que sucede en el mercado dentro de nuestras fronteras. Por un lado, con un periodista portugués. Hace pocos meses que allí se ha estrenado la convalidación entre carnés. Sin embargo, el resultado no ha sido, ni mucho menos, el que cabría esperar desde el punto de vista español. En Portugal, la incidencia ha sido mucho menor y las razones que me esgrimía mi interlocutor invitan a la reflexión: -En Portugal, históricamente, la moto es un artículo para gente pobre, todavía mucho más si hablamos de pequeñas cilindradas. Aquí se asimila el 125 a gente que no tiene recursos para ir a trabajar o moverse en coche. En cambio, en España hay una pasión por la moto, tenéis campeones del mundo y se ha sabido aprovechar las ventajas de movilidad de la moto. Es otro mundo-. Y sigo pensando que el techo del efecto de la convalidación en nuestro país está muy lejos de alcanzarse.

Y por otro lado, el Director General de BMW Motorrad, Hendrik von Kuenheim, me comentó que no entendía que se pueda afectar de forma tan negativa, con continuos cambios de leyes, a un sector como el de la moto que genera puestos de trabajo y actividad económica. Pero, además, destacaba que este efecto no sólo es negativo en España, sino también fuera. Que el mercado caiga por estas decisiones en nuestro país también implica que en Alemania se tenga que reducir la producción y que allí haya menos trabajo. Es la globalización. Por cierto, que también me confirmó que BMW volverá a involucrarse en el segmento del scooter.

Lo dicho, los portugueses -nos ven- y -somos vistos- por los alemanes. Yo, lo que veo, es que hay oportunidad, y necesidad, de hacer las cosas mejor.