La relación moto-seguridad es un aspecto clave en el futuro de las dos ruedas y más en una coyuntura tan difícil como la que está atravesando el sector. Si ya en los Presupuestos Generales del Estado se ha reducido la partida de conservación y renovación de las carreteras a 1,03 millones de euros, imagínate la cantidad de esa parte que se destinará a lo que nos afecta a los motoristas. Como ya indicamos en el número anterior de Fórmula Moto, un informe de la Asociación Española de Carretera afirma que el estado  de conservación de las carreteras españolas es «deficiente», con un déficit acumulado de 5.500 millones de euros, lo que significa, además, un 30% más que en 2005. Es más, cada euro no invertido a tiempo en refuerzo de firmes, por ejemplo, se transforma en 5 euros a los tres años y en 25 euros a partir del quinto. Con la que está cayendo, me temo que volveremos pronto a una situación similar a la de los años '80.

Si no cuidamos de nosotros mismos…

Si no cuidamos de nosotros mismos…
Fórmula Moto
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Pero las motos de hoy día no son las de hace tres décadas. Son técnicamente muy superiores, frenan mejor, se tienen más… no hay color. Por otro lado, los motoristas también hemos evolucionado. La conciencia sobre nuestra seguridad es netamente superior. Sin embargo, y aunque las cifras de siniestralidad siguen en claro descenso a pesar de que el parque total ha aumentado estos últimos años (aunque, lógicamente, incremento drásticamente menor con la caída de ventas), nosotros, los que montamos en moto, tenemos que seguir haciendo lo posible para protegernos cuanto más, mejor.

Y en este sentido no cesan de aparecer nuevas iniciativas que no debemos ignorar. Y no me refiero a casos típicos como un buen casco, chaqueta, botas… No. Hay nuevas formas en las que invertir tu dinero con un retorno espectacular. Por ejemplo, cursos de conducción como los de la Asociación Mutua Motera en carretera abierta (más real, imposible), llevar encima un dispositivo USB con nuestro historial médico o las posibilidades de los sistemas de seguimiento que no sólo sirven para saber dónde está tu moto en caso de robo, sino también como aviso al 112 en caso de accidente cuando lo has sufrido yendo en solitario y tú no puedes realizar la llamada. Imagínate la de secuelas, problemas, euros y mucho más que te ahorrarías con inversiones inteligentes como éstas. Qué bien vendría una exención de IVA en estas materias para fomentar su uso. De todos modos, si no cuidamos de nosotros mismos, quién lo va a hacer…