La fantástica temporada 2010 que ha vivido el motociclismo deportivo español ha significado un nuevo empujón de buena imagen para nuestro mundo.

No sólo títulos

GP Valencia
No sólo títulos
Fórmula Moto
Fórmula Moto


GP Valencia

Desde el espíritu de superación de un joven de 17 años como Marc Márquez, que ha dejado bien alto el pabellón de la juventud española en cada una de sus declaraciones y que ha demostrado que no hay obstáculos insuperables cuando se desea un objetivo con todo el corazón (como demostró con la experiencia vivida en el Circuito de Estoril), a la desbordante alegría y positivismo que siempre exterioriza Toni Elías tras una inconfundible sonrisa, y pasando por un icono de esfuerzo, sacrificio y trabajo como es Jorge Lorenzo, nuestros campeones inciden en los valores que más se echan en falta la sociedad española en estos momentos.

¿Se ha acabado ya con la clásica imagen que siempre relaciona moto con comportamiento antisocial? No, queda mucho camino por recorrer. En la última cita en Cheste del Mundial de Velocidad, un padre, con su hijo de la mano, todavía iba preguntando a los motoristas dónde estaba ese sitio donde todos hacían caballitos y quemaban rueda… Desterrar completamente estas actitudes está, siempre primero, no lo olvidemos, en nuestras propias manos, no cayendo en estas prácticas y no apoyándolas. Luego podremos achacar a los medios de información generalistas que dediquen más espacio a este sub-mundo que al de la mayoría de motoristas, personas normales y corrientes que disfrutan de una afición sin más.

Pero, además, como -personas normales y corrientes-, nuestra obligación es demostrar que nuestra principal preocupación es la seguridad. Las manifestaciones en las que reivindicamos nuestros derechos como ciudadanos, sin olvidar jamás nuestros deberes (como demuestra la desconvocada en Barcelona, con planteamientos totalmente razonables), reflejan que más allá de los títulos de nuestros pilotos, arropados constantemente incluso por la Casa Real (algo inaudito fuera de nuestras fronteras), tras la moto se encuentran ciudadanos que empujan un sector industrial y comercial en estos momentos tan delicados, que favorecen una vida más sostenible en nuestras ciudades y, sobre todo, que somos personas y ciudadanos con nuestras inquietudes y necesidades. ¿Te has preguntado alguna vez cómo te ven tus vecinos?