El negocio de los puntos negros

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Punto negro de accidente
Juan Carlos Toribio
Juan Carlos Toribio
Con el viejo acuerdo (13 de enero de 2009) entre el Ministerio de Fomento y la Dirección General de Tráfico, los puntos negros de la red viaria en España pueden estar matando en el olvido, por una acción de destierro de la información pública


La normativa europea sobre gestión de la seguridad de las infraestructuras viarias (Directiva 2008/96/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de noviembre de 2008) establecía que los estados miembros deben velar porque los usuarios estén informados de la existencia de tramos de carretera con alta concentración de accidentes.

La Dirección General de Tráfico, hasta el año 2007, explotaba la información y establecía, bajo el criterio de resolución técnica propia, los Puntos Negros y tramos de concentración de accidentes en nuestras carreteras. Hoy ya no lo hace.
Tras el acuerdo entre Fomento y DGT, las CC AA permanecían ausentes y así otras administraciones competentes como Diputaciones Provinciales, Ayuntamientos, etc.

Y decía el acuerdo… “Mientras se desarrollan las actuaciones previstas en el Plan para el tratamiento de los TCA, en cumplimiento de la normativa europea y con el objetivo de reducir la accidentalidad, los ministerios de Fomento e Interior han decidido proceder a la señalización y a la instalación de un dispositivo de control de velocidad en algunos de los TCA identificados”.

Tras el acuerdo, algunos puntos de sus carreteras quedaron identificados, no así los nuevos y los trabajos para solucionarlos se volvieron eternos.

Reflexiones de mi amigo Sombra (desde la sombra)

Parece que con todo esto, se nos retiró el derecho a saber y conocer de una forma clara y sencilla dónde están los puntos negros en nuestras carreteras.

Un cambio en nuestros derechos que solo tiene un objetivo, esconder la “mierda” de una mala gestión de aquellos a quienes pagamos para que mantengan y construyan carreteras que garanticen nuestra seguridad.

Este país necesita una revolución para que cesen las tomaduras de pelo que nos terminan convirtiendo en víctimas colaterales de un sistema viciado y vicioso que nos somete… “si o si” a las decisiones de jerarquías dictatoriales donde el pueblo pierde el poder con estrategias de disfraces para la confusión.

¡Jugar con nuestras vidas no puede ser tan barato!… hoy hemos vuelto a ver todo un ejemplo de la cultura del riesgo en este país… no lo digo yo… lo dice mi amigo SOMBRA.

Seguimos trabajando… Vsss.