Miopía aguda

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Miopía aguda
Ramón López
Ramón López


¿No te ha ocurrido nunca que un suceso se repita en tu vida una y otra vez y, aún así, nunca te acostumbres a afrontarlo? Se dice que el ser humano es el único ser vivo que tropieza dos veces con la misma piedra. Pero resulta que hay seres mucho más “humanos” que otros, y que tropiezan, y tropiezan, y vuelven a tropezar… Viene todo esto a la invisibilidad de la moto en el reciente plan del gobierno para fomentar la venta de vehículos nuevos. Y he dicho “vehículos” y no coches, ya que esta acción se recoge bajo la pomposa denominación de Plan de Incentivos para Vehículos Eficientes. ¿Las motos no son vehículos? Más allá, ¿no son vehículos eficientes? Sí señor, y muy eficientes en comparación con la norma general en el mercado de las cuatro ruedas.

Si echas la vista atrás, recordarás que no es la primera vez que la moto pasa desapercibida en normas dirigidas a la globalidad de los vehículos que circulan por nuestras calles y carreteras. En el origen de la actual crisis encontramos momentos de especial agravio comparativo cuando algún “lumbrera” bajo el amparo del anterior gobierno socialista no dudó en imponer una superior penalización fiscal a las motos respecto a los coches, una “cruzada” que luego siguió otros derroteros con normativas de carné cada vez más restrictivas, etc. Qué te voy a contar que no sepas ya. Pero resulta que a los socialistas les sustituyen los populares y nosotros, los motoristas, seguimos en una realidad paralela.

La nueva iniciativa de plan de fomento de vehículos nuevos debería extenderse a las dos ruedas. Es una lástima que, una vez más, se pierda otra oportunidad para incentivar un segmento que también genera numerosos puestos de trabajo (fábricas, distribuidores, talleres…) y que está viendo cómo las ventas se vienen desplomando desde hace cuatro años, con todo lo que ello conlleva, sin que en su momento PSOE, ni ahora PP, se hagan eco de sus necesidades. Una necesidad que por multitud de motivos hacen de las dos ruedas un instrumento idóneo en tiempos de crisis: economía y eficiencia. La moto y el scooter es sinónimo de menos emisiones, más rapidez de movimiento, menos atascos, más espacio disponible de aparcamiento… Las marcas ya están poniendo lo indecible de su parte para sobreponerse a la negativa coyuntura presente. Es hora de que alguien, en algún Ministerio, rectifique.