El mejor piloto

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El mejor piloto
Ismael Bonilla
Ismael Bonilla
Nuestro colaborador, Ismael Bonilla, nos cuenta las evoluciones de Manu González Simón, el niño de 10 años al que apoya en sus inicios en el mundo de las motos y que este fin de semana debutó en la Copa de España con un prometedor resultado.


Y no, no me estoy refiriendo a Marc Márquez que sin duda es el referente mundial actual en todos los aspectos, y que nos tiene ganados a todos. Me estoy refiriendo a Manuel González Simón «Manugasss». Lo que he vivido con él este pasado fin de semana en la primera carrera de la copa de España en Alcarras, no lo puedo describir por mucho que trate de estrujarme el cerebro al máximo; es algo que sólo se puede comprender si se vive en primera persona. Quiero contar como hemos llegado desde la nada, a vernos con posibilidades REALES de luchar por el campeonato, y todo lo que hemos sufrido y disfrutado en esta inauguración de la copa de España. Es una locura, lo sé. Pero necesito escribirlo y quizás después de que lo hayas leído, comprendas un poquito todo lo que siento en este momento y por qué pienso que Manu es el mejor piloto.

Fue a finales del año pasado cuando se me pasó por la cabeza la idea de ayudar a un chaval a ser piloto, y ese chaval sólo podía ser Manu, por la buena relación que tenía con su padre y porque lo poco que había visto del niño hasta entonces me había gustado mucho. Ángel, su padre, y yo empezamos a pensar cuál era la mejor opción deportiva para Manu, que sólo tiene 10 años. Él viene de las minimotos, donde ha ganado casi todo, y a punto estuvo también de ganar la cuna Bankia con motos de 4T de 140 que se corría en circuitos de Karting. Yo me hacía una idea de lo que era embarcarme en algo así, tiempo y dinero sobre todo, pero con los conocimientos y contactos que tengo en este mundillo, me veía capaz de hacer en torno a Manu un proyecto bonito. Lo primero fue decidir categoría.

img 6056 1Al principio dudábamos entre en la Copa de España de Moto4 con motos de 150 4T, o la Challengue 80GP 2T. Decidimos rápido, 80GP. La categoría de Moto4 era aún un poco incógnita, sobre todo a nivel de motos disponibles que suelen ser «engendros», y además las motos de GP de 2T son con diferencia la mejor escuela para los chavales. Si llevas rápido una 2T, seguro que acabas llevando rápido una 4T, pero al revés no siempre funciona. Son motos mucho más críticas de llevar y de poner a punto. Lo malo de elegir esta categoría era que sabíamos que no íbamos a destacar. Manu aún tenia que aprender lo que es una moto de verdad, conocer los circuitos, y la mayoría de esos chavales de la Copa de España tenían uno o dos años de experiencia en la categoría, más mayores que Manu, y muchos de ellos seguro que llevarían detrás un soporte técnico y presupuestos importantes. Pero era un trámite que había que hacer para hacer las cosas bien.

Como aún no había ningún esponsor, nos pusimos a buscar motos de segunda mano. Al final encontramos una RMU de hace 2 años, y fuimos a Cheste por ella. Las RMU son motos italianas, y yo las veo como réplicas de Honda RS125 GP. Qué bien hechas están. Para que Manu fuera dando algunas vueltas con material usado y fuera aprendiendo, lo que compramos debía ser más que suficiente. También hablé con mi equipo habitual EMS COMPETICION. Le necesitábamos para que nos hicieran la asistencia y llevaran la parte técnica de Manu, y enseguida nos pusimos de acuerdo. En EMS son unos cracks con motos de 4T, pero las 2T nunca las habían tocado en competición, aunque estaba seguro que pronto se pondrían al día.

Antes de la Copa de España que empezaba el 21 de abril en Alcarrás, teníamos que hacer algo de pretemporada. El primer día que estrenamos la moto fue en el circuito de Karting Kartpetania en Segovia. En muy pocas vueltas y con la moto fallando por carburación, Manu empezó a rodar casi en los mejores tiempos de la categoría. El segundo día que cogió la moto, fue en el circuito de Kotarr, en Burgos, ya un circuito bastante más grande. En la segunda tanda batió el récord de la categoría. La tercera vez que cogió la moto, fue en una carrera del Manchego de Velocidad en Albacete. Quedó 2º y en unos tiempos muy buenos. El crío estaba empezando a acojonarnos. La cuarta vez que cogió la moto fue la semana anterior a la carrera de Alcarrás. En el propio circuito leridano, intentamos cuadrar desarrollo y carburación, y que Manu conociera el circuito, ya que sus rivales los conocían casi todos. Ahí nos dimos un buen batacazo contra la cruda realidad, ya que había más niños de 80 entrenando, y vimos lo lejos que estábamos en cuanto a medios respecto a los rivales que tendría Manu a la siguiente semana. Pero Manu, como siempre hace, se esforzó al máximo y no se quedó «tan lejos» de los rivales en estos entrenamientos. Pongo «tan lejos» entre comillas, porque estábamos a 5 segundazos de los favoritos. Y lo peor: le pasaban en la recta como obuses…

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Y llegaba el fin de semana de la carrera. Empezamos mal. No tenemos box y tenemos que ponernos en una carpa sobre las piedras a la entrada del circuito. Los entrenamientos libres fueron una odisea. La moto no iba de ninguna manera. Sonaba fatal. Además vibraba una barbaridad y, en ocasiones, Manu hasta decía que se le dormían las manos. Los mecánicos de EMS nos dijeron que el motor tenía ya tantísimos kilómetros, que tenía tantas holguras y tolerancias en el carter, rodamientos de cigüeñal y cilindro, que era normal que vibrase y que corriese menos que las demás, por mucho que pusiéramos un pistón y segmento nuevo. El material nuevo siempre es muy importante en una moto, pero si se trata de un motorcito pequeño de 2T es fundamental contar con material fresco y que no esté pasado de kilómetros. Para colmo, el escape se partió por esas vibraciones, sobre una soldadura anterior, y tuvimos que buscar por el pueblo alguien que pudiera soldar y nos lo arreglara antes de la ultima sesión. Estábamos muy, muy lejos de la cabeza, pero en el último tramo de curvas yo cronometré a Manú y a alguno de los punteros, y nadie era más rápido que él, nadie.

Empezamos a movernos como locos, y a pensar en cómo mejorar la moto para los cronos del sábado; era muy difícil, el material era el que era y los milagros no existen (bueno, eso pensaba en ese momento..). Con la ayuda de Audal, el técnico del equipo de Dani Amatriain, que nos dio dos datos clave de esta moto, y con el exhaustivo trabajo de nuestros mecánicos, parecía que el viernes, a última hora, por lo menos habíamos dejado una moto para los cronos que «no sonaba mal».

img 6055Llegó el crono y, efectivamente la moto iba bastante mejor. Seguía vibrando mucho, pero por lo menos ya no era la más lenta, y Manu puso el resto y se colocó 7º en parrilla (de 25). Pero volvió a pasar algo, se cayó a 10 minutos del final. En cuanto vi que estaba de pie desde lejos, pensé,: «Por favor, que no se haya hecho nada la moto, no tenemos nada de recambio». La moto parecía que no se había hecho nada, a excepción del amortiguador de dirección. Un amortiguador que creemos pudo ser el culpable de la caída, ya que se abrió y tiro todo el aceite fuera, posiblemente sobre la rueda delantera, ya que no estaba bien sellado. Pero claro, no podía ser todo tan sencillo. Una hora antes del segundo crono, mientras Álvaro revisa la moto de la caída, vemos que el CHASIS esta rajado por una zona que ya había sido soldada antes. ¿Un sábado a las 13:00 vamos a encontrar a alguien que nos suelde bien aluminio? Manu no podía salir con el chasis así al crono. Llamé al mismo sitio donde soldé el día anterior el escape, y ¡¡SÍ!! Sueldan aluminio, pero estaban ya a punto de cerrar. Sin dudarlo un segundo, cogí la moto, la eché con Alvaro a la furgoneta y nos fuimos cagando leches a soldar el chasis. Media hora después estábamos de vuelta en el circuito con el chasis perfectamente soldado. ¡Qué estrés, por favor! Manú, ajeno a todos estos problemas como tiene que ser, salió al segundo crono, volvió a dar el callo, bajo su tiempo del primer crono y ¡¡se colocó 6º!!

Después del crono desmontamos el cilindro para poner un pistón nuevo. El cilindro estaba tan desgastado que tuvimos que poner el pistón más grande de diámetro disponible, y aun así, tenía bastante holgura. Y el que teníamos de recambio estaba peor aún. Los mecánicos me juraban que la moto podría correr menos, pero que romper no iba a romper. No las tenía yo todas conmigo.

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Llega el domingo. En el warm-up, Manú rueda el pistón exactamente como le hemos dicho; subiendo 1.000 rpm cada vuelta y aguantando el chaparrón de que todos los demás piloto le adelanten. Llega la carrera. Estoy más nervioso que cuando corro yo. En la parrilla, es él quien tiene que tranquilizarme a mí ¿Pero cómo puede tener el enano esa cara de tranquilidad y esa sangre fría? ¡¡Si parecía que en vez de estar a punto de debutar en la Copa de España iba a jugar una partida de la Play Station!! Quizás ese sea el secreto. Que para él, ser piloto es lo más normal del mundo y para lo que ha nacido. Por experiencia, por edad y por moto, no debería salir el 6º. Debería estar entre el 15 y el 20, así que lo normal hubiera sido que unos cuantos de los que estaban por detrás de él, le adelantaran en las primeras vueltas y se fueran. Pero con Manu no se puede hablar de lo normal. Porque lo que ocurrió fue justo lo contrario. ¡Se enganchó al grupo de cabeza! Y los mantuvo unas vueltas a ralla hasta que en la pelea se metió una Moto4 (que corren junto con las 80). La Moto4 se le iba en las rectas y le frenaba en las curvas, y los tres primeros se marcharon. Manu estuvo toda la carrera luchando con el piloto de la Moto4, con otro piloto que es oficial de la marca RMU, y con el piloto top del equipo de Dani Amatriain. Y les ganó a todos. ¡¡Llego 4º!! Y sin que fallara ninguno de delante. Nos dijo que tenía estudiado dónde y cómo pasarles. Sólo los tres primeros y Manu fueron capaces de rodar en 1,50. Ganó el piloto de Monlau Competición. Estábamos en el podio y Manu les miraba como diciendo «ahí tengo que estar yo». Muy pronto Manu, muy pronto.

img 6086Creo que nunca me había emocionado así antes en una carrera. Ni cuando yo corría. El momento en el que Manu paso la meta 4º, se me cayó hasta alguna lagrimilla, menos mal que con las gafas de sol nadie lo notó. Lo que acababa de hacer este crío fue algo sobrenatural. Pero ahora el muy cabrón nos ha jodido, pero bien. Se suponía que este año sólo tenía que aprender, hacer kilómetros, foguearse con el poco material que tenemos, y el año que viene ir a ganar el campeonato, ya veríamos cómo. ¡Pero es que puede ganar a la primera!

Hablaba al principio de Marc Márquez. Es absurdo tratar de comparar a Manu con Marc. Marc es el mayor talento del mundo sobre dos ruedas. Pero hay algo que tengo muy claro, no creo que con 10 años ni Marc, ni nadie fuera más rápido que Manu. Eso no quiere decir nada, salvo sólo eso. En la carrera de un niño piloto hay mil factores que influyen entre que llegue a triunfar, o se quede en el camino como la mayoría. Y un niño que hoy es la bomba, mañana como no se haya hecho un buen trabajo con él, se puede venir abajo sin más. Llevo en las carreras casi 22 años. Imaginad la de gente que he conocido y la de pilotos que he visto. A muchos de ellos quedarse lejos del éxito, a muchos a las puertas, y a otros que sí que han llegado. De pequeño en minimotos coincidí con pilotos como Pedrosa, Elías, Faubel, Baustista, Fonsi. Luego en motos grandes llegué a compartir equipo con el mismísimo «Giorgio» Lorenzo, con Olivé y he visto las evoluciones desde fuera de muchos otros. Y yo, sin desmerecer a nadie, personalmente nunca he visto en un niño un talento tan enorme como el de Manu, ni un coco tan frío sobre una moto.

Pero Manu no es Marc Marquez, y desafortunadamente, yo no soy Emilio Alzamora ni tengo detrás una estructura enorme y con medios como Monlau Competición. Algo que sí que ha tenido Marc detrás suya casi desde el principio (por fortuna para todos los aficionados). Yo sólo soy un piloto semi-retirado, probador de motos, y con más ilusión que recursos, que trata de ayudar a Manu a llegar algún día a ser algo parecido a Marc Márquez. Pero, por desgracia, sólo la ilusión no es suficiente en este duro mundo de la competición, y hacen falta apoyos. Y yo sólo no puedo con todo. Además, al igual que yo, Manu tiene la desgracia de ser Madrid. Sí, la desgracia. Como me decía Carlos Morante, uno de mis mentores deportivos, y también madrileño: «en el mundo del motociclismo, ser de Madrid es como no ser de ningún sitio». ¿Cuántos madrileños hay en el mundial? ¿Cuántos han sido campeones del mundo? Qué razón tenía Carlos. No sé si lo conseguiré, ni hasta dónde ni cuándo aguantaremos, pero lo voy a intentar con todas mis fuerzas para demostrar y demostrarme que no estoy equivocado… Manu se merece esa oportunidad.