Lógica «tres ruedas»

Este nuevo tres ruedas hace resurgir mis dudas sobre la lógica de estos modelos: pueden ser más seguros, quizá. Y pueden ser originales, atractivos y hasta divertidos. Pero cuando se ofrecen como opción para no sacarte el carné de moto, ¿es lógico?

Tengo un amigo que es el caso típico: ejecutivo de una multinacional que viaja mucho. Hace un par de años, después de más de 20 de no usar moto, decidió comprarse un scooter. Como no tenía carné (a pesar de mi insistencia en que se lo sacase), se compró un 125. Y oye, como todos los que han pasado por esto, encantado de la vida. Descubrió que «zamparse atascos», hoy día, es evitable, de forma económica y fácil.
 
Pero claro, como te digo, mi amigo viaja mucho, Y gran parte de sus viajes son al extranjero y, por tanto, en avión. De uno o dos días, pero en avión. Y eso supone ir al aeropuerto. Desde el pueblo en que vivimos hay unos 50 ó 60 kilómetros de M-40/M-50. Según su opinión demasiado para ir con el 125 a una velocidad razonable.
 
Así que, «vuelta la burra a los trigos»: que te saques el carnet. Pero nada. Sigue insistiendo en que si tuviese el carné tendría una BMW R1200 GS, que le encanta o quizá un Yamaha T-Max 530: como a todos nosotros nos suele pasar, depende el día que le preguntes «¿cuál te mola más?» te dirá una u otra cosa. Pero hay que sacarse el carnet€ qué pereza.
 
Hace unos meses, si sigues nuestra (vuestra) revista Scooting, recordarás una comparativa de dos de estos «triciclos»: Piaggio MP3 y Peugeot Metropolis. En esta comparativa, y como este amigo me había preguntado alguna vez por ellos, le llamé para que nos ayudase con la logística. Así tuvo oportunidad de conocer de cerca y probar estos modelos. Y, chico, vio «el cielo abierto»: un scooter con el que ir al aeropuerto e incluso hacer algún viajecito, rápido, estable y sin necesidad de pasar por el maldito examen. Lógico.
 
Pero no. No es tan lógico. Desde entonces, en nuestras conversaciones sobre el tema, de vez en cuando sigue surgiendo el asunto. Se sigue quejando: «si tuviese carné, no lo pensaba: por poco dinero más me compraba la BMW R 1200 GS o un Yamaha TMAX, aunque sean de segunda mano». Claro.  Y yo le sigo alegando :»y si no quieres gastarte ese dinero, con un 300 moderno o un 400, por mucha menos «pasta» de la que valen los tres ruedas, también tendrías un scooter que te permita hacer esos mismos trayectos». Esto sí es lógico.
 
Yo creo que al final le convenceré, porque no tiene lógica otra cosa: la pasta que te ahorras desde el tres ruedas a un 300 cc GT, bien equipado y de última generación, te da para sacarte el carné, gasolina, seguro y hasta para algún capricho. Y el día que te canses de ese nuevo 300, lo vendes y te compras lo que te dé la gana, sin restricciones. Porque de la otra manera siempre estarás limitado en tus elecciones. Cuando te canses de este tres ruedas, a por otro parecido€ también mucho más caro que un scooter normal.
 
Pero cuidado, no me entiendas mal, que no estoy en contra de estos vehículos: van bien, son divertidos y tienen muchas ventajas. Son seguros, agarran muy bien y frenan fantásticamente. Tengo, de hecho, algún amigo con Piaggio MP3, pero con carné de moto: esto le permite comprarse las versiones «no LT» (ya ha tenido dos), es decir, las no homologadas para carné de coche, mucho más baratas, siendo el mismo scooter. Bueno, el mismo exactamente no: éstos no llevan el sistema de frenos combinado que obliga la ley a los homologados para carné B y, por tanto, frenan mejor todavía. Esta sí es la lógica del tres ruedas.
 
Julito, macho, sácate el carné de una puñetera vez.