El regreso de la mano negra

En marcha

Este modelo deriva del mítico 300 sl «alas de gaviota»

Sin duda, a este Mercedes SL -modelo que nació en 1954 y que dio lugar, en 1957, al legendario 300 SL «alas de gaviota»- le ha sentado muy bien el restyling que se le efectuó en 2008 -es el tercer restyling de esta quinta generación del SL, conocida internamente como R230 y aparecida en 2001-… pero no tanto porque renueva su imagen -hay cambios en los faros, pilotos, retrovisores, paragolpes y parrilla-, sino porque ello trajo consigo importantes novedades de equipamiento opcional -como los faros bixenón inteligentes ILS, por 561 euros; el control de velocidad adaptativo, por 3.046 euros; el airscarf -sistema que expulsa aire caliente por una canalización que hay bajo los Reposacabezas para viajar descapotado de noche o en climas templados-, por 719 euros…- y, sobre todo, en su gama de motores, que ofrecen más prestaciones y menos consumo -eso sí, han conllevado un aumento de precio de unos 5.000 euros… y ya era un modelo caro-.

Se convierte en un descapotable en 15 segundos

En concreto, la versión SL350 ha sido la más beneficiada, pues ha incrementado la potencia de su motor 3.5 V6 de 272 CV a 316 CV. Para Pedro, uno de los puntos fuertes de este SL es su estética: -Lo que más me gusta de su carrocería es que puede pasar de coupé a cabrio -y viceversa- en sólo 15 segundos… gracias a su techo retráctil eléctrico, manteniendo en ambos casos un diseño muy deportivo-.

El techo está muy bien resuelto -no produce turbulencias de aire y goza de una excelente rigidez-; sería perfecto si se pudiera accionar no sólo con el coche parado, sino también a baja velocidad -por ejemplo, el Opel Astra Twin Top permite hacerlo hasta un máximo de 30 km/h-.

Dentro es soso pero está bien hecho

Por otra parte, -su línea se asemeja a la de los primeros Mercedes SL de los años 50, aunque combinada con detalles habituales en el mundo de la competición, como el afilado frontal o el diseño del difusor trasero, que me recuerda al de mi monoplaza de F1″.

-El habitáculo del SL tiene dos amplias plazas y unos asientos que se parecen más a los de una berlina de lujo que a los de un deportivo: eso se agradece al hacer largos viajes por carretera. Además, he contado hasta ocho guanteras, todas ellas de buena capacidad.

En cuanto a los acabados, aunque me taparan el logotipo de la -estrella- del volante, no tardaría ni un segundo en identificarlos como los de un Mercedes -y eso que he conducido la mayoría de los coches de lujo que existen en el mercado-.

La calidad de los materiales y de los ajustes es sensacional; para mí, Mercedes es insuperable en este aspecto- -nota de la redacción: el freno de mano sería más cómodo si fuese eléctrico y se accionase con un botón, en vez de mediante un obsoleto pedal, y las palancas del control de velocidad y de los intermitentes son muy fáciles de confundir por su proximidad y diseño-.

Mejor en autopista

«Este Mercedes mide 4,56 m de largo y, con el conductor a bordo, se «planta» en 1.900 kg: con un peso tan elevado, es lógico que donde mejor -se encuentre- sea en las largas autopistas -donde su comodidad y sus prestaciones hacen que tenga pocos rivales en su categoría-» y no en una retorcida carretera de montaña.

Sin embargo, no es una cuestión relacionada con la puesta a punto del chasis -de hecho, la suspensión ofrece un equilibrio excelente entre comodidad y agilidad; sobre todo si equipamos la suspensión activa ABC por 4.848 euros-… sino que tiene que ver más con el cambio automático de siete velocidades que lleva de serie este SL; aunque en autopista su funcionamiento es correcto, su lentitud en zonas más lentas y llenas de curvas no le permite aprovechar bien su excelente propulsor, que además de tener mucha fuerza -sobre todo de 5.000 a 7.000 rpm- y un sonido realmente bonito, tiene un consumo razonable para su potencia -puedes mantener cruceros de 140 km/h sin gastar más de 9 l/100 km-.

Bravo por los frenos

En cuanto a los frenos -con discos ventilados de 330 mm en ambos ejes y perforados en la parte delantera-, son muy buenos: ofrecen un tacto del pedal correcto y una frenada sobresaliente y resistente a los esfuerzos. Por su parte, la dirección paramétrica -opcional por 216 euros- es directa y muy precisa. Sin embargo, es 10.472 más caro que su principal rival.

Rival

Le pone las cosas difíciles a su principal competidor

BMW 630i Cabrio. Sale más barato -cuesta 85.378 euros- y ofrece cuatro plazas. Eso sí, su capota eléctrica es de lona y su propulsor de 272 CV es menos potente aunque puede pedirse con una caja de cambio manual o automática, ambas de seis relaciones -el Mercedes cuenta con siete marchas-.

Ficha técnica

Sorprende en todos los aspectos

La verdad es que este SL350 me ha sorprendido en todos los aspectos. A su renovado motor de 316 CV le sobra fuerza en todo momento y su consumo me parece bastante ajustado. Tampoco me puedo olvidar de su espectacular carrocería, que permite pasar de cabrio a coupé en un abrir y cerrar de ojos.

Por si eso fuera poco, el habitáculo ofrece dos plazas muy cómodas y goza de una excelente calidad de acabados. Sin duda, este Mercedes SL350 es una excelente compra…

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