Un ejemplo a seguir

Tres años dan para mucho. En estos tres años, en los que he compartido trabajo con un magnífico grupo de personas, he tenido el placer de conocer y compartir espacio con Javier Herrero ‘Cheli’, director de Fórmula Moto y que ha estado unido, hasta horas antes de su muerte, al mundo de las dos ruedas.

Cuando entré a formar parte de la plantilla de Luike ya sabía que compartiría trabajo con el ‘Cheli’, al que por aquel momento conocía gracias a mi tío, lector habitual de Motociclismo, donde Javier Herrero empezó con su labor de comunicar su pasión por el motociclismo. Un trabajo que desarrolló durante más de 50 años. 50 años de formidable trabajo, de miles de batallitas que me fascinaba que me contase y de rigor informativo. Pero sobre todo de cariño y amor al motociclismo y a todo aquel que, como él, compartiese la afición por las dos ruedas. Un afición que no abandonó ni un solo segundo y por la cuál recibió un merecido homenaje el pasado mes de marzo. Una fiesta ‘motera’ en la que se celebraba esa dedicación de Cheli por el motocicliso. Aquel día me dí cuenta, si es que no lo había hecho antes, de la grandeza de Cheli. Una persona emocionada por ver a tanta gente del mundo de las motos dándole su merecido homenaje y a la que sólo podía dedicar palabras de cariño. Un cariño inmenso. Verdadero. Como el que todas las personas que conocieron a Javier Herrero ‘Cheli’ tienen hacia él.

De él me llevo su pasión por todo lo que hacía. Sus conversaciones telefónicas en la redacción de las que era imposible no enterarse -debido a su alto tono de voz-, su «dígamelo todo» -al coger el teléfono-, o su meticulosidad en el proceso de creación del Motocatálogo, ese que tantas alegrías le ha dado y que siempre tendrá su huella. Una huella profunda como la que ha dejado en el mundo del motociclismo. Un ‘mundo’ que le echará mucho de menos.

D.E.P, CHELI.