De todo un moto: Hijos
Y me pasa, sobre todo, porque un piloto que luce el anexo “junior” junto al apellido lleva siempre en la moto un lastre mucho más pesado de arrastrar que el que te sueldan al chasis cuando no das el peso mínimo. Cierto, el apellido también conlleva ventajas, pero el lastre es el lastre.
Por eso me alegra, y mucho, cuando un apellido que ya oíste en otros tiempos vuelve a cosechar buenas actuaciones… y no te digo si encima gana. En el Mundial de Velocidad hay muchos casos –Google os los dirá mejor que yo y sin olvidarse ninguno–, Nieto, Rossi, Roberts, Pons, Bradl, Öttl… antes los Pagani; o hijos que triunfan en especialidades diferentes a la de su padre, como Toni Elías, o fuera del Circus como la saga Dunlop en las Road Races, la de los Everts en Motocross… Lo dicho, buscadlo vosotros como curiosidad porque me dejo a muchos y todos son héroes por partida doble.
Pero hoy me detengo en un apellido en particular. Uno que nos alegró los días –y las noches– en los ’80 y ‘90, uno que se ha vuelto a poner de moda (escribo esto justo después de que se haya llevado su tercera victoria consecutiva en Moto2) y un apellido que, en este caso, viene con anécdota. Gardner.
A un contumaz Gardnerista como yo, conquistado desde siempre por ese punto de salvajismo que el ‘Cocodrilo’ exhibía sobre la moto –sirva como referencia la animalada que refleja la foto o esta victoria “a carenado suelto” en Phillip Island 1990–, me llenó de orgullo (venga, y satisfacción también) ver que ese ese apellido volvía a resonar por los circuitos. Y no, eso no ha empezado a pasar este año, ni el anterior tras su victoria de Portimão. Yo me voy a Valencia 2012.
Andaba yo a rueda de Javier deambulando por el paddock de Cheste cuando vi a Wayne siendo entrevistado por el ex-piloto y ahora “TV commentator” Steve Parrish y claro, le tiré unas cuantas fotos a la escena en general y a Wayne en particular. En esto que Javier, que tenía el olfato bien carburado en eso de detectar futuros talentos –la sección “Serán Famosos” que hace unos años llenaba la última página de Fórmula Moto respalda mis palabras–, me hace un gesto para que desvíe un poco el objetivo: “Antonio… los hijos de Gardner”. Pues venga, ristra de fotos que les cae también a aquellos pre-adolescentes de nombre Luca –el pequeño– y Remy, entonces solo un futurible proyecto de campeón y hoy estrella de Moto2 y ya “flamanfichaje” para MotoGP 2022.
Y qué queréis que os diga, que pronto vayamos a volver a ver a un Gardner en la categoría grande… ¡pues se sale! Y por hoy, nada más. Nos vemos pronto para seguir charlando “de todo un moto”.