No siempre el conductor es el responsable

La falta de formación de los investigadores en materia de construcción y mantenimiento de carreteras es uno de los principales conflictos del sistema, conflicto al que se le suman las órdenes recibidas. Un examen básico sobre cómo tiene que ser y estar una carretera sería superado por escasamente un 1% de los investigadores de los que dispone la administración pública, materia que no se incluye en sus programas de formación.
Por otro lado, el diseño del entorno legal es insuficiente e incapaz para evitar el proteccionismo contaminado de determinados funcionarios públicos en materia de conservación de carreteras. Un proteccionismo que traslada la responsabilidad sobre cualquier accidente a los conductores.
Son muchos, muchísimos, los casos en que los conductores son castigados dos veces. La primera de ellas por los daños y lesiones del accidente. y la segunda, adjudicándoles una responsabilidad injusta y desmedida.
Los intentos por el cambio desde las organizaciones y desde algunos Guardias Civiles han sido infructuosos. El 5 de octubre del año 2010, en calidad de ciudadano y Guardia Civil perteneciente a la Agrupación de Tráfico, denunciaba en las Cortes Generales y con destino a la «Comisión no permanente de Seguridad Vial», la práctica de atropello a la que se encontraban sometidos los ciudadanos en la investigación de accidentes de tráfico y la prevención de los mismos, pidiendo la intervención inmediata de la referida Comisión.
La única respuesta que recibí fue el traslado de mis peticiones y denuncias a la Comisión de Interior. Poco después volví a ser sancionado disciplinariamente.
Ambas Comisiones se han demostrado «florero» para disfrazar un sistema falto de valores y lejano de una realidad enquistada en nuestro Estado de Derecho, en el que las obligaciones y deberes de la administración son escondidos e infringidos reiteradamente y sólo puestos en escena en el verbo de algunos políticos.
El derecho de los ciudadanos a la seguridad debería de ser un derecho inviolable y respetado por la administración pública y no lo es porque algunos funcionarios públicos y algunas autoridades públicas no respetan las reglas fundamentales del servicio público. «Dar servicio en el ejercicio de sus funciones y hacerlo bajo el más estricto respeto y lealtad a los ciudadanos»€ «y al marco jurídico».
Los ciudadanos no podemos permitir que el cáncer de la insensatez y deslealtad continúe extendiéndose en el seno de la función pública. Los ciudadanos no autorizamos que exista gravilla en curvas y glorietas de nuestras carreteras, no queremos trampas que terminan con nuestra vida, no queremos ser siempre, ni somos siempre, responsables de nuestros accidentes.
Los ciudadanos estamos cansados de las mentiras e irresponsabilidades de algunos funcionarios públicos, del temor de las fiscalías a velar en justicia por nuestros derechos, de Comisiones «florero», de estadísticas «Mentira»€ Los ciudadanos estamos cansados.
La ley tiene que cambiar porque no siempre el conductor es responsable.
Por eso, desde la organización ciudadana Asociación Mutua Motera, te pedimos unión y movilización:
Firma y participa€ ¡entre todos nos defenderemos!
Para más información no dudes en entrar en
www.mutuamotera.org
Salud y kilómetros.