CIERRA DERBI

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CIERRA DERBI
Javier Herrero
Javier Herrero
Dos palabras: Cierra Derbi. Así de simple. Dos palabras para finiquitar algo tan grande como una marca que casi ha llegado a centenaria en su sede de siempre: Mollet-Martorelles (Barcelona). Puede que llegue a los cien años, puede, pero ya en Italia.


Dos palabras: Cierra Derbi. Así de simple. Dos palabras para finiquitar algo tan grande como una marca que casi ha llegado a centenaria en su sede de siempre: Mollet-Martorelles (Barcelona). Puede que llegue a los cien años, puede, pero ya en Italia. Y en ese casi centenario -91 años para ser más exactos-, media historia del motociclismo español, bien como industria que llegó a tener alrededor de mil empleados, o como entidad deportiva que nos abrió el camino al mundo, al Mundial de Velocidad.

Me contaba Luike por entonces, que el alma deportiva de Montesa era Don Paco, Don Paco Bultó, y como que no era correspondido en esta faceta por su otro socio, Pedro Permanyer, un buen día recogió los bártulos y se montó Bultaco, la excelencia deportiva de aquellos primeros años de los sesenta, con un estandarte que en poco tiempo haría historia: Ramón Torras. Pero Montesa no quiso dejar sola a Bultaco y montó a José María Busquets en una preciosa Montesa. Además de ellos y sus compañeros de equipo, las parrillas las llenaban las Ducati de Fargas y Cia., las Lube de César Gracia y demás€

Pero hubo una marca que quiso hacer la guerra por su cuenta, y dejando para aquéllas las 125 y 250 cc, se lo montó a la chita callando con unas pequeñas 50 cc a las que más tarde yo acabé bautizando como «balas rojas», por el estilizado perfil de su carenado y el color que las cubría: las Derbi.

Y se comieron el mundo, un mundo dominado hasta entonces por motos inglesas, italianas o japonesas. El equipo que capitaneaba Andreu Rabasa y el genial Paco Tombas sólo era la punta del iceberg de otra docena de, no sé si decir técnicos y mecánicos o «amigos de una causa», de la que también eran partícipes los empleados que se quedaban en Mollet-Martorelles, que paraban la producción de su sección si Ángel Nieto necesitaba de una piececita para barrer con todos. Un Mundial en el ´69, otro en el ´70, uno de 125 en el ´71, dos (50 y 125) en el ´72€ y así, hasta 10 títulos de marcas y un sinfín de pilotos llevando las motos de Mollet.
Pero lo que más me recome de ese «Cierra Derbi» es que no he visto hacer lo imposible a los que tenían mano para ello para que ese «patrimonio nacional» que es Derbi no se fuese con «la música a otra parte». En Italia las han pasado canutas Ducati, MV Agusta, Moto Guzzi€ pero ahí siguen esas marcas y en su país de origen. Y otro tanto se puede decir de la británica Triumph ¿Dónde queda nuestro sentimiento nacional? En la distancia no puedo echar la culpa a los Rabasa, ni a la Generalitat, ni a Piaggio€ Lo cierto es que Derbi dejó hace tiempo de ser Nacional Motor.

Y eso no es todo. Lo intuyo, porque he sido testigo de circunstancias parecidas, de que el cierre de Derbi se habrá celebrado por parte de una trasnochada competencia, cuando todos sabemos que, calentones temporales al margen que nos llevan a pensar así, la competencia
trae progreso, añadiendo más esfuerzo, pero progresando.

Y me viene a la memoria «mis/nuestras» guerras de Motociclismo con Solo Moto. Claro que yo quería que desapareciera, por aquello de que «a tu puerta, ni escobas». Es más, cuando se inauguró el circuito de Rijeka (ex-Yugoslavia) compré una botella de Chivas Regal 21, o sea que hoy debe ser un Chivas Regal «60 años», que se me ocurrió guardar para cuando cerrase Solo Moto. Ahí sigue.
Hoy, en la distancia, celebro, y así se lo hice saber a Jaime Alguersuari, mi «mosca cojonera» entonces, y al actual director, Manuel Pecino, que Solo Moto existiese en aquellos años de producción única Ángel Nieto, porque sin la competencia que teníamos al otro lado del Ebro, seguro que no me hubiese preocupado de sacar adelante las Copa Ossa y Yankee, la Motociclismo Series, el Pentagonal de Trial, el Triangular de MotoCross€ y tantos y tantos «inventos» que se nos ocurrieron para estar en candelero. E imagino que algo parecido hubiese sucedido con Solo Moto y su Superprestigio, sobre su Trial Indoor de Barcelona, todo, uno y otro, embrión de ese motociclismo que tan fácil nos resulta ver hoy, con campeones en casi todas las especialidades y por partida doble, triple o lo que se ponga por delante. Que no se piensen algunos (y pensando en alto pienso en Dorna y en grandes equipos y asociaciones) que todo lo que hay hoy lo han hecho ellos. RFME y FIM al margen, en los cimientos de los Lorenzo, Pedrosa, Márquez, Viñales, Bou, Coma, Barragán, Cervantes€ hay algunas piedras mezcladas con cemento que pusieron los que eran y siguen siendo competencia. La madurez de los años debe de templar el acero al rojo.

Adiós Derbi. Muchos, muchísimos, sí sentimos que dejes Mollet-Martorelles. Lo que dures allá ya no nos preocupa tanto, porque el alma ya no será española.