La mansión de Jorge Lorenzo

El mismo Lorenzo, ataviado con sencilla camiseta Monster, oficia de anfitrión paseando por la deslumbrante residencia dando explicaciones de todas las lujosas dependencias, que no son pocas: gimnasio full equip con maquinaria moderna, ring de boxeo personalizado con el ’99‘, piscinas interior y exterior, solárium con bellas chicas dorándose al sol, garaje repleto de motos Yamaha y un coche Mercedes Benz SLS “Ala de gaviota”, cocina y alacena con media docena de jamones ibéricos abiertos en plenitud, salón para proyecciones cinematográficas, cuatro dormitorios con baños de mármol retroiluminado, estancia TV, jacuzzi bajo las estrellas…todo ello controlado por domótica de última generación desde una tableta informática. Rien ne va plus.

El vídeo colgado en YouTube fue difundido por muchos medios de comunicación, webs y redes sociales. El link corrió cual reguero de pólvora. La filmación causó furor y suscitó miles de comentarios críticos poco halagüeños. Muchos, crueles y mordaces. Incluso salidos de tono. Feroz reacción de un público que no le es afín. Cabe también de sus huestes “espartanas” desacordes con la ostentación divergente de su postulado. 

Ante la violenta reacción de las masas, Jorge ordenó la retirada del vídeo en el famoso portal. Se desconoce si ofendido, humillado o avergonzado. Tampoco se sabe a ciencia cierta si la orden la diera el patrocinador isotónico. El efecto producido podría ser adverso a sus intenciones publicitarias. Cabe cualquier especulación.

De todo ese revuelo, surge una reflexión incuestionable: Si al mundo del famoseo se le aplaude la apertura de sus casas a revistas del corazón y programas televisivos de marujeo ¿Por qué se persiguió tan cruelmente al famoso motociclista campeón  del mundo por actuar de la misma forma?