Assen, de santuario a catedral, y hoy sólo una ermita
Haciendo un repaso a lo que visto y vivido del Mundial de Velocidad, desde siempre consideré al Tourist Trophy, Assen, el viejo Nürburgring, Monza, e incluso Montjüic, como santuarios del motociclismo, los lugares dónde nuestro deporte se hizo grande, grandeza que exportaron al resto del mundo.
Del Tourist Trophy, ¿qué se puede decir? Es una carrera de otro planeta y aunque hoy se me antoja difícil entenderla, como no británico que soy, sólo se le puede poner el -pero- de su peligrosidad, porque el trazado de -la isla-, 60,721 Km, es todo un compendio de belleza motociclista. Lo he visto en directo y por TV y me quedo con esto último porque las imágenes -enlatadas- te llevan donde tú nunca podrás hacerlo en una sola edición.
El viejo y largo Nurburgring, 22,835 Km (todavía hoy utilizable) es una especie de TT pero dotado de la seguridad, entonces, de la pista permanente que es. Tampoco era posible verlo todo, pero con la bajada hacía Adenau, gas a fondo varios kilómetros, y los tres kilómetros del -Karussel- a -Brünnchen-, ya tenías suficiente para sacar conclusiones de lo que era -el infierno verde- alemán (tres vueltas era el recorrido que hacían las -cincuenta- en GG.PP.)
Monza lo conocí en su época -sin límites-, y con las -chicanes- a que le llevó el accidente que costó la vida a Saarinen y Pasolini. Era una pista bestial, con la larga recta de meta que concluye en el -curvone- al que nunca se iba porque -estaba allá-, y la -parabólica- que da entrada a la recta de meta. Con esto ya tenías bastante para justificar la presencia, con el añadido de unos boxes que rezumaban todo el sabor del motociclismo italiano más añejo.
De Montjuïc tengo que decir que no le sobraba nada; incluso la recta del estadio no era tan corta. Imagino un trazado para Montmeló y ni el mejor arquitecto hubiese hecho algo parecido como Circuito de Cataluña. Tal vez un kilómetro más de longitud en tramos rectos, pero nada de tocar -Pérgola- y -Contrapérgola-, -San Jorge-, -Font del Gat- o -Guardia Urbana-. ¡Ni tocarlo! ¿Que sólo se podían ver cien metros? Suficientes para empaparse de motociclismo.
Y Assen, el Assen -Catedral-, el de de 1955 a 1983, e incluso el ligeramente recortado de 1984 a 2005. Si aquel circuito Carlos y Nieto lo veían así, como -la catedral-, cómo podemos seguir diciendo hoy, mil y una veces los locutores de TV, lo de -Catedral-. Con ermita ya le va bien, porque le han tocado y recortado tanto, que ya me diréis dónde está su esencia. ¿En la parabólica de última creación post-meta? ¿En la chicane de entrada a meta? Poco cosa para conformase, porque de las muchas enlazadas de entonces ya no queda casi nada, de la curva -que traía la carrera- a las espaldas de meta, ni un atisbo de su pasada belleza. Y lo que más me sorprende es que Ángel Nieto, el hombre de Assen, el que más carreras ganó allí, el que puso -sello de lacre- a Assen, siga diciendo que esto es -una Catedral-. Lo dicho, con ermita ya le va bien, más que nada porque sigue manteniendo viva la vela de ser el único circuito en el que, desde que el Mundial es Campeonato del Mundo, 1949, ningún año han dejado de disputarse carreras aquí.
Si pudiesen hablar Mugello, Phillip Island, Brno- seguro que me apoyarían. Y es que los tiempos han cambiado que es una barbaridad.