Un año de María Segui en la DGT: «Rien de rien»

Las últimas elecciones generales, sí, aquellas de un ya lejano otoño de 2011, dieron un vuelco político electoral del que creo algunos todavía no se han recuperado, pero lo que es peor, parece que otros no se han enterado de que, teniendo en sus manos los hilos que manejan esa gran marioneta que somos el resto de mortales, no saben o no quieren moverlos para que la vida siga su ritmo de lógica evolución. ¿Dejar que las cosas sigan como estaban? Para ese viaje no se necesitan alforjas.
A Pere Navarro, el anterior Director General de la DGT, le gustaba estar en el candelero mediático más que a un «tonto una tiza». Vamos, que su cara no nos era desconocida. ¿Conocéis la de la actual Directora de la DGT, María Segui? Como no llevéis un escapulario con su foto, me da que no, que os pasa muy desapercibida.

Pero pasar desapercibida visualmente no es malo. Lo malo es que María Segui lleva un año en el cargo de la DGT y, es como si a Pere Navarro le hubiese dado un ictus y llevase un año de baja médica. Allí todo sigue igual. Dijo Jesús a Pedro: «Todo lo que atases en la Tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desates, quedará desatado». Ni más ni menos eso ha hecho María Segui en este tiempo. Lo que hizo Pere Navarro fue mucho mal para las motos, entre otras lindezas lo de elevar la Licencia de Ciclomotor a los 15 años, implantar ese carné A2 que sólo vale para «casa» mientras Europa todavía se lo piensa, o lo último, hacer esas prácticas (que resultan onerosas y absurdas cuando ya se lleva un tiempo conduciendo) para acceder al carné A. Lo dicho, Sra. Segui, para este viaje no hacen falta alforjas. Para mantener vigentes estos despropósitos, mejor que hubiera seguido «el innombrable»; al menos nos hubiésemos ahorrado la decoración de su despacho, que imagino no lo habrá dejado igual que entonces.

A finales del año pasado fui invitado por los organizadores del Salón de la Moto de México de la AMCIM a dar una charla-coloquio sobre lo que está representando la moto en España, sin duda guiados más por los éxitos deportivos españoles que por el momento que atraviesa la industria y comercio en nuestro país. Se imponía contar lo que he vivido en mis cincuenta años en primera línea del motociclismo español, comentando logros conseguidos que nos llevaron incluso a ser uno, si no el primero, de los mercados europeos, y actuaciones gubernamentales que han acabado con una industria que fue floreciente, con cinco fábricas de gran nivel: Piaggio/Vespa, Derbi, Yamaha, Honda o Suzuki, que han sucumbido o están en proceso de sucumbir.

¿Que la culpa del desmantelamiento de estas fábricas la tiene la crisis actual? ¡Falso!
La culpa la tienes tú, político de tres al cuarto que no supiste ver que elevando la edad de llevar ciclomotor de catorce a quince años, no le dejabas a este vehículo más que un año de vida. ¡Adiós una buena parcela de un mercado que daba trabajo a muchas personas, exportar en lugar de importar, y permitir a los jóvenes llegar curtidos a cilindradas superiores!

Los otros aspectos negativos recientes para el mundo de la moto que comenté en el Salón de México fueron el carné específico para el A2, impuestos por encima de los del automóvil sobre medio ambiente, planes de incentivación a la compra mal planteados (extinto Plan moto-E), refrendo del carné A2 para obtener el A1? Entre lo positivo que hizo que el mercado creciese (pues claro que también lo ha habido): desaparición de los pedales en los ciclomotores y, como consecuencia, la entrada en masa de scooter de 50 cc, liberación del mercado japonés y con ella la diversidad de opción de compra, seguros más baratos y, sobre todo, la convalidación del carné moto-coche.

Señora María Segui: eso es lo que había y eso es lo que hay. En este año que lleva en el cargo, «rien de rien». Aunque la industria de la moto ya está desmantelada, ¿por qué no se piensa lo de volver al ciclomotor a los 14 años (sin acompañante), que es ahí dónde está el verdadero peligro en su conducción? ¿Por qué no se piensa en aparcar lo del carné A2 mientras que Europa no dé el primer paso, dado que se lo está pensando, y mucho, «porque la cosa no les huele bien»? ¿Por qué no deroga la ley, o como oficialmente se llame, de obligar a «certificar que se sabe llevar una moto» cuando ya llevamos dos años de experiencia diaria?

Tras un año en el cargo, lo único que sabemos de su departamento es que ha aplicado otra fórmula para las estadísticas de accidentes mortales. Para ese viaje, repito, no hacen falta alforjas.