A la vista de cómo pinta el panorama, toca ser pesimista sobre 2010, pero no puede ser que arrojemos la toalla aunque 2009 haya sido, en lo que a comercio e industria de la moto española se refiere, un -annus horríbilis- que se ha saldado con un descenso de ventas de motos matriculadas que ronda el cincuenta por ciento, porcentaje que sube hasta el 65 si de lo que hablamos es de motos superiores a 125, que son las que hacen caja y, sin menospreciar a ese motociclista que se inicia con una 50 o 125, las que hacen mundo-moto: turismo de altura y evasión.

2010, buenos precios

2010, buenos precios
Fórmula Moto
Fórmula Moto


Es fácil cargar las tintas sobre un Gobierno que, en lo avícola no sé, pero que en cuanto al comercio de la moto, no ha podido ser más inútil (y no me refiero a lo que la palabra tiene de inutilidad), pues lleva dos años dando tales palos de ciego, que lo sorprendente es que se sigan produciendo motos en nuestro país, que se sigan viendo motos por nuestras calles y carreteras.

Sí, porque todo empezó con aquel -olvido de las motos- del otoño de 2007 en lo que a fiscalidad por emisiones se refiere (-manda huevos-, que diría el también célebre ministro del -viva Honduras-). El resultado que vivimos es que durante 2008 la mayoría de las motos estuvieron exentas de pagar otro impuesto que no fuese el IVA (con la necesidad que tenía el Gobierno de pasta fresca).

Pero si el -olvido- fue imperdonable, lo que destruyó el mercado en 2009 no fue la subida desorbitada de Impuestos por Emisiones, que lo fue (tanto es así que hace unos meses se retocó a la baja -y se sorprende el Gobierno que lo llamen improvisador-), sino los muchos dimes y diretes de que si los precios bajaban o dejaban de bajar, provocando tal descoloque en el posible comprador que en julio se tuvo que echar mano de un mal planteado -y peor ejecutado, por su tardanza- Plan MotoE, tanto es así que, de las 45.000 operaciones previstas, sólo se ejecutaron 2.500 en 2009.

Claro que 2010 va a ser un año difícil, pero si los que nos gobiernan se olvidan de nosotros por un tiempo, en el horizonte se vislumbra un año comercial mejor que 2009, entre otras cosas porque algunas marcas han ajustado mucho los precios de algunos de sus modelos más exitosos, tanto que ni echando la vista atrás veinte años, sí, veinte años, encontraríamos precios parecidos.

Es verdad que 2010 no va a ser un año de novedades en cantidad, pero el mercado está tan bien surtido que no vamos echar mucho de menos que los japoneses no hayan cumplido con su ritual de actualizar sus modelos más emblemáticos cada dos años, aunque hay nuevas Kawasaki, Honda, BMW, Ducati, Triumph, Harley y la recién llegada Victory, que colmarán muchas expectativas.

¿Podemos decir que los precios que se establezcan en estos dos primeros meses serán inamovibles durante todo 2010, o que al menos que no van a bajar? Seguro que sí. El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, pero el Gobierno no se lo puede permitir.