El equipamiento correcto si te gusta viajar con tu moto GT y devorar kilómetros

Si te gusta viajar con tu moto GT porque, entre otros aspectos, para eso la compraste, no es del todo lógico que lo hagas con el mismo equipamiento “ligero” que empleas para ir a trabajo con tu scooter, por ejemplo. Resulta extraña esa sensación de utilizar la ropa de moto como si fuera un comodín que sirve para todo, más todavía si ese equipo básico que usas para moverte a diario por recorridos urbanos es casi, casi de compromiso: un casco con años de uso, una chaqueta que también tiene ya unas cuantas batallas a sus espaldas o unos guantes cómodos por ligeros y cortos de caña.

Pero si decides salir a carretera con tu GT, olvídate de todo ello. Las exigencias a lomos de tu incansable viajera no son las mismas que aquello que te ocurre a diario, a velocidades mucho inferiores, con un vehículo bastante menos pesado y con el agravante del estado de conservación del equipamiento porque, en un momento dado, no creo que disfrutes viajando con una chaqueta que cale al primer indicio de lluvia o, lo que es peor, no te imagino con un casco jet por mucho que se pueda elevar la altura de la cúpula del carenado.

De modo que si eres de los despreocupados por todo ello y te conformas con lo que sueles usar a diario, o tal vez te planteas hacerte con los servicios de una enorme y portentosa GT, debes plantearte de manera seria cada uno de los elementos adecuados que configuren tu equipamiento motociclista; aunque no son verdaderamente especiales ni muy distintos en relación con una maxitrail, por ejemplo, sí evitan ciertos inconvenientes de estas para gozar de las ventajas de viajar en un trasatlántico de dos ruedas. De lujo.

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Comodidad y facilidad

Con tantas horas previstas a los mandos de tu GT, lo mejor será ser precavido y conseguir el equipamiento con el que más cómodo te sientas. Parece mentira lo bien que se pasa sobre una moto de estas características y lo rápido que transcurre el tiempo y los kilómetros, por lo que no es buen negocio pensar en equiparte con ropa inadecuada que amargue el placer de conducir y la gozada que resulta viajar sin estrecheces.

Los cascos abatibles cumplen con muchos de esos requisitos. El simple hecho de poder abatir el mentón para hablar con tu acompañante o entrar a pagar la gasolina sin tener que quitártelo, supone toda una ventaja. Hay quien lo utiliza para rodar a baja velocidad mientras hace kilómetros “contemplativos”, gozando sin cortapisas de todo aquello que le rodea. En realidad, y aunque hay abatibles homologados para circular con el mentón levantado, lo cierto es que no es lo más correcto en términos de seguridad. El mentón en su lugar, cerrado, evitará posibles graves lesiones en nuestro rostro porque, aunque no suele ser algo que se plantee en marcha, un golpe o colisión frontal a baja velocidad causaría estragos… Piénsalo antes de tirar del botón que libera la zona frontal y evita hacerlo en plena marcha por, una vez más, motivos lógicos de seguridad.

Fácil, cómodo y seguro es también el empleo de unos guantes a la altura de las circunstancias. Si eres de los que viajas durante todo el año, poco tengo que añadir a la protección que requieres en días fríos o lluviosos, donde una caña de tamaño amplio y largo se agradece sobremanera; algo que también redunda en el ámbito de la seguridad, donde mayor protección es siempre una garantía si sufres un percance.

Lo mismo ocurre con el calzado, donde las