La contaminación, en niveles moderados en las principales ciudades del mundo

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La contaminación, en niveles moderados en las principales ciudades del mundo
Enrique Espinós
Enrique Espinós

La caída de la actividad económica y de la circulación debido a las restricciones en gran parte del planeta ha hecho que la calidad del aire mejore sustancialmente en las principales urbes.


Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, la inactividad económica y las restricciones a la movilidad han tenido como consecuencia directa una reducción muy significativa de las emisiones contaminantes debidas a la industria y a la circulación de automóviles en todo el mundo.

Si esta mejora se hizo patente de forma clara durante las primeras semanas, algo que supuso caídas de hasta el 83% y el 73% de los niveles de NOx en Barcelona y Madrid, la situación continúa en prácticamente todo el planeta durante el mes de abril. Así lo demuestra un estudio de la base de datos World Air Quality Index, que ha tomado como referencia los niveles de concentración de Nox en ocho de las principales ciudades del mundo del 1 al 15 de abril de 2020 y lo compara con el mismo dato de 2019.

Concentración promedio diaria de óxido de nitrógeno del 1-15 de abril

World Air Quality Index / Statista

En este gráfico, que muestra los niveles de concentración de NOx en un índice, se puede apreciar que, en las ciudades que han sufrido paralizaciones de la actividad económica y restricciones a la movilidad más severas, como Nueva York o Madrid, la concentración de estos gases se ha reducido respecto a las mismas fechas del año pasado, hasta en 20 o 10 puntos, respectivamente.

Cabe recordar que los óxidos de nitrógeno o NOx son gases derivados de la combustión, y procedentes en gran mayoría de los procesos industriales así como de la circulación de automóviles. Desde el punto de vista de la ecología, su presencia destruye la capa de ozono, favorece la creación de lluvia ácida y contribuye a la presencia del smog y del efecto invernadero. Además, en los humanos, causan irritaciones en los sistemas oculares y respiratorios (picor en los ojos, dificultades para respirar) y, a largo plazo, pueden generar la aparición de enfermedades respiratorias crónicas y cerebrovasculares.

¿La vuelta a la normalidad acabará con el aire limpio?

La respuesta a esta pregunta la podemos encontrar si relacionamos el índice correspondiente a Wuhan, la ciudad china donde se inició la pandemia y que fue puesta en cuarentena el pasado 23 de enero, con la vuelta a la actividad. Esta localidad también ha sido de las primeras en retomar la normalidad. Y es que, si el fin de las restricciones en la ciudad china tuvo lugar oficialmente el pasado 8 de abril, desde aproximadamente 10 días antes muchos de sus habitantes ya estaban saliendo a la calle y volviendo a sus puestos de trabajo; algo permitido siempre que portaran con ellos un certificado de salud que garantizaba que no habían sufrido el coronavirus.

Esa vuelta paulatina a la actividad en Wuhan tiene su equivalencia en el índice de concentración de NOx, de forma que se puede apreciar una vuelta a los niveles habituales de NOx a partir, precisamente, del 8 de abril. Esperemos que, con la recuperación de la actividad económica en todo el planeta a medida que transcurran las semanas, los niveles de NOx se mantengan por debajo de los de hace 12 meses.