Neumáticos y circuitos

Voy a repetirme, ya lo he dicho en más de una ocasión, pero el tema lo merece: ¡enhorabuena por animarte a rodar en circuito! Y te preguntarás, ¿enhorabuena por qué? Pues simplemente porque es el mejor entorno para disfrutar de una montura como la tuya con la máxima seguridad y satisfacción. Ahora bien, lo que no me ha gustado tanto es que no acabaras -contento-. Esto requiere que pongamos todo de nuestra parte para que la próxima vez todo sea distinto y regreses muy contento. Como hacemos siempre ante las ávidas cuestiones de nuestros lectores, vamos por partes:

1. Rodéate de gente experta.  ¿A qué me refiero con esto? Por lo que nos cuentas, parece que nos has terminado de encontrarte a gusto en el circuito y eso puede deberse a que tu moto necesite algunos retoques. Sin embargo, en pista también necesitas a alguien que te aconseje qué debes hacer, cuándo y cómo. Y te comento esto porque los requerimiento y necesidades de manejar tu moto en ciudad-carretera abierta no tienen absolutamente nada que ver con rodar en circuito.

2. Adecúa tu motocicleta. Va a ser necesario algo más que disponer de unos buenos neumáticos como los que mencionas que tiene tu moto. Lo suyo sería que primero empezaras por adaptar la suspensión delantera para soportar frenadas más intensas y a mayor velocidad inicial. Esto te ayudará directamente donde más -te duele-, en el inicio de las trazadas de los virajes (dices que no te gusta nada como vas en curvas). Luego, a medida que aumentes el ritmo, también habrá que -sintonizar- la suspensión trasera, estriberas, etc. En relación a las presiones de los neumáticos, remítete a tu distribuidor, porque el te facilitará los valores -exactos-. Esto es imprescindible para los modernos neumáticos radiales, que exigen una precisa medición en este aspecto. Para ello, deberás emplear un manómetro calibrado (o como mínimo suficientemente preciso). Te aconsejo que te compres uno de bolsillo y verifiques tus presiones después de inflar con un manómetro -desconocido y maltratado- (como suele ocurrir con los de las gasolineras). Lo cierto es que te darás cuenta de que para rodar en carretera existe un valor y para rodar en circuito otro (comúnmente, aunque desconozco tu caso particular). Lo habitual es que la presión en circuito sea un poco más baja porque el neumático se calienta más por el esfuerzo que soporta y esto incide directamente en la presión interna de inflado, aumentándola (los gases al calentarse se expanden).

3. Repite. Sí, repite. Una vez no basta, debes seguir el -camino- con paciencia y técnica. Verás cómo vas mejorando y disfrutando a la vez. Olvídate de un factor, muy en boca de los -gallos del gallinero-, el famoso e insoportable cronómetro y el tiempo por vuelta. Absoluta memez, para aquellos que somos -Paquitos de fin de semana- y a los que simplemente nos gusta disfrutar de nuestro deporte favorito en condiciones. No obstante, ten presente que -tanto va el cántaro a la fuente-, que te acabarás -picando-, tú mismo…, advertido estás.

Concluyendo, la respuesta a tu pregunta podría resumirse de la siguiente forma:

a) Apúntate a un curso de conducción que te merezca respeto y fiabilidad.

b) Pon a punto tu Honda para el trabajo en circuito. Selecciona la presión que te recomienda el fabricante de tus neumáticos para uso en circuito y mejora el comportamiento de tu suspensión delantera, como primeros pasos.

c) Sigue practicando. -La repetición es la madre de la retención- y en moto es lo mismo que en el -cole- cuando, tras repetir 2.000.000 de veces la tabla de los reyes Visigodos, te la aprendías de memoria. Eso hoy día no nos sirve para nada, pero practicar la conducción segura y deportiva en circuito, te hará un conductor más concienciado en la carretera.

¡Buenas curvas!