Cuenta atrás para la 42º Reunión Invernal de Arguis

La Reunión Invernal de Arguis es el encuentro de motoristas más antiguo de España. Es la “Patria de donde venimos y donde siempre regresamos”. Desde el lejano 1974 y durante 42 ediciones, ha sabido mantenerse en la misma línea sin sucumbir ante las modas o los cambios impuestos por los nuevos tiempos. Es nuestra particular “pieza de museo” nacional, que en la pluma de Javier Herrero “se mantiene fiel a sí misma, como último bastión de una manera sencilla, aunque a veces olvidada, de un modo de entender la moto”.
 

Arguis es también el encuentro más singular de España, el último reducto de los viajeros incansables, aquéllos que cada verano atraviesan Europa o los desiertos de África. Aquéllos enamorados del frío y las invernales que vienen de acudir a Millevaches y se preparan para Elefantentreffen, Les Marmottes o el Kristall Rally noruego. Por ello, en las sobrias zonas de acampada de Arguis predominan las motos preparadas para los grandes viajes y las grandes maxitrail, así como los sidecares franceses que vienen de hacer la ruta de las grandes invernales europeas y también un interesante conjunto de viejas monturas de marcas españolas (Bultaco, Ossa, Montesa, Lube…..) de quienes viajaron profusamente con ellas y aún las conservan en exclusiva para ir a esta reunión como modo de reencuentro con uno mismo, en una suerte de viaje iniciático a la razón de ser de nuestra afición.

“Los amigos se reúnen, las personas se concentran”

No será la primera vez que a Arguis acuden personas aisladas acostumbradas a las “concentraciones” que salen completamente desencantadas con el austero formato de esta reunión. Aquí no hay más entretenimiento que charlar, compartir y disfrutar de la camaradería. Y es que en Arguis, pintoresco pueblo de montaña enclavado en mitad del Pirineo oscense, a 1.000 metros de altitud, hay un entorno fascinante, rematado por las cumbres que rodean la zona y el impresionante lago que las refleja como un espejo. ¿Quién necesita poner nada en un escenario así? Además, una enorme y única hoguera, nada más en mitad de una explanada. ¿Cuál es, pues, el secreto de su éxito?

Su éxito radica en seguir siendo “La Reunión”, con mayúsculas, que es como le llaman los que la conocen, puesto que Arguis huye del término concentración, ya que como reza el dicho: “Los amigos se reúnen, las personas se concentran”. Es toda una declaración de intenciones. No hay música ni espectáculos, alrededor de la inmensa hoguera no hay grupitos, sin embargo todos parecen conocerse de toda la vida, aunque se acaben de presentar. Todos son personas con las mismas inquietudes: viajar y disfrutar en moto, que se funden en una cordialidad de charlar y compartir todos con todos mientras corren las viandas, los pases de bota de vino y las indicaciones y consejos en castellano, inglés o francés sobre tal hotel de Dubrovnik, tal puesto callejero de Berlín, tal puerto de los Alpes o tal “Rorbu” en Noruega. Arguis, en esencia, es el espíritu de quienes comparten el calor del fuego y las viandas bajo las estrellas el fin de semana antes de navidad desde 1974.

Donde se fabrica el frío

Por todo ello también está totalmente prohibido asistir en otro vehículo que no sea una moto. Sería un absurdo. El propio Ayuntamiento lo prohíbe tajantemente en todo su término municipal. Arguis es una reunión de motoristas donde solo se puede asistir en moto, donde hasta los organizadores que pueden suben en moto. Para los asistentes no sirve la excusa de “llevar la intendencia” en coche o autocaravana. Solo puedes llevar lo que tu moto pueda cargar. Cuando algún grupito ha pretendido acudir en 4 ruedas solo ha provocado las risas de los asistentes, tan acostumbrados a lidiar con todos los imprevistos de los viajes, que de ningún modo pueden entender que exista excusa suficiente para pretender acudir a una reunión de motos en otra cosa que no sea una moto. ¿Qué aficionado “purista” lo haría?

Aunque la suerte ha querido que La Reunión lleve varios años encadenados sin los habituales problemas por nieve, Arguis es frío, mucho frío. Casi se podría decir que es donde se fabrica el frío. Con unas mínimas habituales de entre -7º y -14ºC y una mínima absoluta de 25 grados bajo cero registrada en la edición de 1990, es un encuentro donde hay que ir bien pertrechado. Si a ello le sumamos que el único modo de pernocta es dormir en tienda de campaña, ante la ausencia de hoteles, nos encontramos con un encuentro particularmente frío y austero, hechos que acentúan más su leyenda.

Arguis es así, sin conservantes ni añadidos. Es así desde los 70 y no cambiará mientras siga adelante. Muchas reuniones españolas nacieron bajo la sombra de Arguis, muchas, las más, desaparecieron cuando quisieron cambiar su esencia y las que sobreviven lo hacen de un modo muy diferente a como nacieron. En Arguis todo permanece igual, como el incansable e histórico Mesón de Lafoz, situado junto a la zona de acampada, lugar de peregrinación de motoristas desde los años 40, y excepcional escenario donde reponerse del frío e iniciar una conversación inolvidable.

La Reunión cuenta con una legión de seguidores y, sobre todo, con una leyenda conocida en toda Europa. Un espíritu que representa todo un modo de entender el motociclismo que no entiende de fronteras y que enarbola la bandera de la amistad entre quienes aman la moto.

El fuego de la La Reunión Invernal de Arguis volverá como cada año a renacer para recordar al motociclismo dónde están sus orígenes y esencia. ¿Te lo vas a perder?

Inscripciones en www.monrepos.es

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