Carreras con significado

Artículos y editoriales de prensa, concentraciones, carreras, rutas, encuentros, memoriales, dedicatorias… Desde que Javier Herrero se fuera hace casi tres años a hacer una excursión en moto por el cielo, se han sucedido diferentes homenajes que recuerdan su figura. Pero el del pasado fin de semana lo tuvo todo para que los allí presentes –y Javier el primero– lo disfrutáramos de forma extraordinaria.

Y lo tuvo todo porque se celebró una carrera de motos en su recuerdo; porque esas motos eran aquellas que rodaban por los circuitos urbanos que él recorría cada fin de semana; porque allí estaban muchos de los amigos, pilotos y mecánicos que veía en esas pruebas y, por encima de todo, porque todo eso sucedió en las calles de su Saldaña, las mismas que le vieron nacer y sobre las que jugó, vivió, trabajó y montó carreras como la que ese día se celebró entre aceras y bordillos, ´pacas´ de paja… y todos sus paisanos.

La carrera, en formato exhibición y sin importar el resultado, trajo a las calles del pueblo de Javier a unas cuantas decenas de Bultaco, Montesa, Derbi, Ossa, Ducati, Benelli, Gilera, Moto Guzzi… de épocas muy pasadas y a alguna de un pasado más reciente, como una Aprilia RS 250 Reggiani réplica y la muy fotografiada Yamaha YZR 500 Ducados de Joan Garriga, con ese añorado sonido 2T que entre las casas de Saldaña tuvo a su mejor altavoz.

El circuito fue ideado entre Julito Montes –el hombre moto de Saldaña– y la gente del Moto Club Bañezano –casi «ná»…– que, con su presidente José Luis Falagán a la cabeza, se trasladó a la vecina Palencia llenando un autobús de compañeros dispuestos a organizar, dirigir y vigilar cada curva del trazado.

Una historia en cada curva

Recorrer cada metro del circuito o cada box del paddock instalado en la estación de autobuses, era recorrer un trocito diferente de la vida de Javier. Los pilotos te sorprendían con anécdotas de lo que compartieron con él en los circuitos, los de Saldaña recordaban su figura en cada una de las carreras que él organizó allí… y unos y otros convirtieron ese evento en el mejor de los homenajes al periodista, y al saldañés.

Las complicaciones de calendario y la proximidad con otras carreras no impidieron que, por él, se acercaran a la carrera centenares de amigos venidos de la propia Palencia y de León, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco… y cada uno de ellos, con el ánimo de compartir con todos sus historias junto a Javier. Mariano Parellada y Mayte (almas, corazón y cerebro de ´Pingüinos´ y ´La Leyenda Continúa´), Andrés Vázquez (otro saldañés que se lo curró para que todo saliera como salió), el muy auténtico Josón (Moto Club Pistón), Luis Rosón… y, junto a ellos, la legión de pilotos como Paco García o Pedro Múgica (que además de neumáticos, dejaron en Saldaña un buen puñado de ´batallas´ vividas con Javier) o los Toribio Vázquez (el piloto local), Arenillas, Barreales, Bodero, Burrieza, Capin, Cayetano, Cobo, Cuevas, Díaz, Domínguez, Espinella, Espinosa, Figueirido, García Sánchez, González Bances, González-Dopeso, Heres, López Manrique, Lorenzana, Maniega, Pérez Espinosa, Piñeiro, Quirós, Raba, Rey…