Comparativa: KYMCO K-XCT 300 vs. SYM Joymax 300
Puede parecer hasta un poco contradictorio: si hay un vehículo utilitario por antonomasia es, precisamente, el scooter. Y utilidad y deportividad, generalmente, en el mundo del motor no suelen ser conceptos que vayan de la mano, sino mas bien al contrario. Sin embargo, KYMCO, convertida ya desde hace unos años en una de las marcas líderes del mercado de scooter, trajo hace un par de años, con el KYMCO K-XCT, el mejor ejemplo de que se puede pensar de otra manera. Hasta entonces disponían en el sector de los 300 cc del SuperDink. Con buen chasis, a pesar de su tamaño y portes de GT, tenia su toque sport con unas prestaciones elevadas. Pero, precisamente, con ese motor y su buen saber hacer podría evolucionar en un modelo más deportivo. Un nuevo chasis, más firme, con una parte ciclo en general también más radical, perdiendo algo de tamaño, peso y (por desgracia) capacidad de carga nos llevó al K-XCT con el mismo motor 300 cc que ya conocíamos. Resultó ser un scooter rápido, tanto o más que el SuperDink, pero acon un chasis que permite hacer «diabluras» en cuanto te enfrentes a secciones de curvas. En este caso contamos con la versión que incorpora frenos ABS.
Y lo vamos a enfrentar con un duro rival de reciente aparición de SYM, la otra gran marca taiwanesas. Mientras KYMCO divide sus versones 300 en un tranquilo y económico Yager GT, el equipado y más sofisticado SuperDink y el más deportivo K-XCT (estos dos últimos con versiones ABS y sin ABS), SYM confía en tres variantes Joymax: uno estándar, otro con frenos ABS y el Sport S&S (por el sistema de arranque / parada), el más alto de gama con ABS de serie. La terminación Sport se define por la cúpula corta ahumada, detalles en rojo en las ruedas y asiento con costuras también en rojo y el logo «Joymax» bordado en este mismo color.
Esta diferencia de planteamiento como modelo marcará cual será el mejor scooter de los dos, además de tus necesidades o gustos como usuario de scooter. KYMCO, con esa gama, se ha permitido el lujo de enfocar claramente el KYMCO K-XCT hacia las sensaciones deportivas: se ha diseñado un scooter ligero, rápido, capaz de llegar primero en cualquier carretera frente a cualquier otro 300…olvidando un poco el resto de necesidades de los usuarios de scooter. Por eso tiene menos capacidad de carga o, simplemente, si eres alto, te verás un poco encajonado sobre él al no dejar mucho espacio para las piernas. Pero sigue siendo inalcanzable entre las curvas y las sensaciones que transmite a la hora de frenar fuerte, tumbar y salir rápido solo están al alcance de scooter mucho más caros, deportivos y con más cilindros.
SYM no ha querido apostar todas sus cartas en este sentido: tenían una buena base con el chasis del SYM Joymax. Es más pequeño que el del SuperDink y cuentan con un gran motor, la última evolución de su 300, ahora retocado para adoptar, entre otros detalles, el sistema Start & Stop. La versión estándar ya es ágil, manejable, estable y rápido. Ahora, el Sport lo es un poco más y no pierde el gran espacio de carga bajo el asiento ni la comodidad de un espacio amplio para el piloto. Es, en el fondo, mejor ciudadano, más polivalente y útil que el KYMCO, pero claro, no tan efectivo si lo que buscas son sensaciones muy deportivas.
A la hora de decidirse por uno u otro hay otros detalles que debes tener en cuenta: KYMCO te dará el scooter con un año de seguro a todo riesgo gratis y, si quieres, interés al 0% en la financiación. SYM por su parte ofrece 5 años de garantía.
SYM Joymax
EQUIPAMIENTO: Muy equipado, el sistema de arranque-parada es inédito es scooter de más de 125 cc. Un cuadro muy completo, apertura eléctrica del asiento, cortacorrientes escondido, amortiguador hidráulico para el asiento, salida de aire caliente para las piernas muy completo.
CONFORT: Es más blando en general y mucho más generoso con el espacio vital que deja al piloto. Por tanto, en conducción muy deportiva quizá lo notes algo menos firme que su rival, pero a cambio el resto del tiempo te resultara más agradable.
CARGA: El hueco del SYM es mucho más largo que el del KYMCO. Caben dos cascos integrales, dejandouna larga distancia entre ellos que puedes aprovechar para meter más cosas. También lleva una guantera delante.
PARTE CICLO: Parte de la ya conocida de los anteriores Joymax: dos cunas soldadas entre sí a la altura del puesto de conducción, para una buena rigidez, con el depósito de gasolina en el centro que logra una buena gestión del peso. El ABS es de serie y los discos ondulados.
KYMCO K-XCT
EQUIPAMIENTO: Menos equipado que su rival, del KYMCO hay que destacar su sistema de iluminación del hueco bajo el asiento. Se enciende gracias a una célula fotoeléctrica y no a un mecanismo, por lo que no puede quedarse encendido en cuanto bajes el asiento. Destacar también los mejores espejos: en el manillar, permiten ver mejor que los del SYM, más grandes, pero ocupados en un 50% de su visión por tus codos.
CONFORT: Cómodo para hacer conducción deportiva. No necesitas mover los pies, sobre el asiento te mueves con soltura y llevas las manos en mejor posición que con el SYM. Pero para el día a día o para trayectos largos, es mejor el Joymax.
PARTE CICLO: Basada a grandes rasgos en el equipo del SuperDink, el K-XCT emplea un chasis más corto y más rígido, con suspensiones más duras y los mismo frenos para menos peso. Va muy sobrado de chasis para rodar a alto ritmo sin problemas.
KYMCO K-XCT vs. SYM Joymax: En marcha
Te había adelantado antes una de las conclusiones de esta prueba: depende que es lo que busques en un scooter, te convencerá más uno u otro. Y en este caso son las sensaciones que ofrecen uno y otro contendiente cuando los conduces lo que supone verdadera diferencia. Los dos son atractivos, modernos, con un claro aire sport, quizá más claramente reflejado en el SYM por sus detalles rojos en ruedas y asiento, pero fácilmente visible en el KYMCO por sus formas generales. Cuando te subes a uno y a otro ya aprecias las primeras diferencias: en el SYM te acabas de subir a un scooter GT bien equipado, cómodo, pero con pantalla corta. En el KYMCO te has montado en una moto deportiva, con los pies con menos espacio, y con una posición, en general, más agresiva y deportiva. Por otro lado, en el KYMCO, el cuadro (algo casi habitual en la marca, salvo que hablemos de los SuperDink) no es el aspecto más cuidado de su diseño, aunque legible y completo.
Motor en marcha y enseguida se aprecian las similitudes: son ligeros y ágiles. El SYM pesa lo suyo, pero para saberlo tendrías que leer el peso declarado en la ficha, porque apenas se nota en parado y nada en absoluto en cuanto está en marcha. El KYMCO es algo más alto de asiento, pero más ligero y con un chasis más radical. Lo descubres en cuanto quieres hacer una curva un poco rápida. Con el SYM puedes entrar muy deprisa, sin problemas. Traza con nobleza, no toca con facilidad en el suelo y mantiene el tipo. Sales de la curva gracias a un buen motor, levantando el scooter con facilidad y llevándolo por el sitio que quieres. Con el KYMCO esto sucede con mayor precisión y, si quieres, con mayor velocidad. Tumbas cuanto quieres y con solo tirar un poco de él sale de la curva y puedes entrar en la siguiente en ese preciso instante. Es divertido hacer curvas enlazadas y ni siquiera algún bache o imprevisto perturbará su trazada. Además de poder cambiarla de dirección en un santiamén. El SYM es menos RR en este sentido: si hay baches, si tienes que cambiar de trazada o si entras algo pasado es más fácil que se mueva. Aún así, insisto: es de lo mejor que hemos probado en estas lides. Lo que ocurre es que el K-XCT es un verdadero especialista.
Sales de la carretera secundaria, enfilas una autovía y ambos prácticamente se equiparan: ninguno de los dos es mucho más rápido que el otro, con una ligera ventaja de 5 km/h de punta a favor del KYMCO. No obstante, sus cúpulas son similares: protegen poco. Y en tiempo de lluvia o frío se nota. Con el SYM, al tener más espacio para moverte sobre él, acabas teniendo sensación de más comodidad.
En la ciudad, los dos son cómodos. Giran bien y son ágiles. Las suspensiones más firmes y la mayor rigidez del KYMCO, en curvas le suponen una gran ventaja, igual que una pequeña ventaja acelerando. Pero en cuanto al chasis, dependerá del suelo de tu ciudad para que aquí sea realmente una ventaja ese chasis más firme: si pasas sobre baches o por adoquines, las suspensiones más civilizadas del SYM se agradecen. El Joymax tiene además otra ventaja en este entorno ciudadano: monta el sistema Start&Stop que ayudará a consumir algo menos y a contaminar también algo menos. Cuando el motor ya está caliente (en frío el sistema se desconecta) si paras en un semáforo durante unos segundos, el motor se detiene. Arranca en cuanto gires el puño del acelerador. Este sistema incorpora un motor de arranque normal y tardará ese «segundito» de giro del motor para ponerse en marcha. Tiene su truco: si abres gas del todo, como para salir lanzado, no arranca en previsión de ahogos de motor. Entonces el sistema se detiene y no vuelve a arrancar hasta que no has cortado gas. Apréndetelo o en vez de ser el más rápido en salir de los semáforos serás el más lento…
KYMCO K-XCT vs. SYM Joymax: Con pasajero
Siguiendo con la filosofía de ambos scooter, si vas a usarlo muy frecuentemente a dúo, te convencerá más el SYM. Un asiento algo más largo y grande, junto con la posibilidad de dejar dos cascos dentro del hueco marcan la diferencia. Por lo demás, los dos son similares, con la zona del conductor delimitada por su respaldo, reposapiés para el pasajero tipo moto, extraíobles, y asas laterales a la altura del propio asiento en los dos casos. Por supuesto, por motor y chasis, los dos son idóneos para rodar con el pasajero más que sobrados en autovía.
KYMCO y SYM ofrecen dos grandes vehículos ciudadanos. El primero es claramente más corto, pequeño, ligero y ágil que cualquier GT con sus prestaciones. Esto hace que sea capaz de meterse con mayor comodidad por pasos estrechos, con las mismas prestaciones o más que cualquier otro scooter medio. SYM ha hecho un gran trabajo: su scooter ofrece todo lo que un GT, salvo la pantalla elevada, con un tamaño mucho menor, por lo que no se queda detrás de su rival en este aspecto. En carretera los dos son rápidos, estables y nobles, pero el KYMCO está en su salsa: se diseñó para ser rápido y eficaz en las curvas y, aunque el Joymax puede presumir de estar entre los mejores en este apartado también, no puede igualar el comportamiento sport de su rival. No gastan demasiado, lo habitual en el segmento de los 300. El SYM monta un sistema S&S que, en conducción urbana, baja el consumo con respecto a lo que nosotros hemos medido, con un empleo mitad en carretera mitad en ciudad. Curiosamente, en este uso, a nosotros nos daba un consumo exactamente igual que el del KYMCO y, además, cifra exacta: 5.0 l./100 km. Es claramente más cómodo el SYM, con mucho más espacio para los pies y las piernas. En equipamiento, los dos sacan nota. Pero el sistema S&S del Joymax, su cortacorrientes oculto bajo el asiento y la apertura de éste de forma eléctrica le valen una posición más alta que la del KYMCO. Y, por supuesto, el enorme hueco del Joymax tiene poco que ver con el escaso hueco del K-XCT, válido solo para un casco integral.
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