Dos referentes en el segmento de los maxiscooter

Comparamos el Yamaha XMAX 400 y el TMAX 530

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Comparamos el Yamaha XMAX 400 y el TMAX 530
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Es obvio que la gama XMax se inspira en las líneas y filosofía del TMAX, tanto como que con el XMax 400 "el hermano pequeño" se acerca cada vez más al grande. Pero la diferencia de precio es abismal. ¿Se parecen tanto o sigue habiendo diferencias suficientes para justificarlo?


El TMAX es el gran éxito de Yamaha de los últimos años y no es precisamente cuestión de precio. Los XMAX, que tampoco son precisamente baratos, también se venden más que bien. No ocurría así con el Majesty 400, un scooter que, a pesar de su renovación en 2008, se aprecia como un scooter al que le hacía falta una profunda puesta al día. Para su sustitución, Yamaha lo ha tenido claro: si TMAX y XMAX son de los scooter que más gustan a la gente, el nuevo 400 tenía que seguir su estela. Y así nació hace unos meses este nuevo XMAX.

Una nueva carrocería marca la nueva línea de la gama XMAX, línea que van a seguir en 2014 los hermanos pequeños de 125 y 250 cc. Y esta nueva carrocería se parece más todavía al TMAX. El frontal o el «boomerang» lateral (la moldura donde TMAX y XMax llevan grabada su cilindrada) son claramente los puntos de conexión entre ambos. Un nuevo motor, muy similar al que empleaba el Majesty, pero fabricado ahora en Italia (en Japón el anterior) también lleva más cerca que nunca al XMAX del TMAX. Pero pocas coincidencias más encontrarás.

El XMAX es un scooter cómodo, polivalente, suficientemente rápido y estable, ágil, teniendo en cuenta que es un 400 cc de 200 kg… y, además, a un precio muy aceptable. Pero un TMAX está, directamente, en otra categoría. De hecho, habría que «inventar» otra categoría sólo para él, ya que por prestaciones, comportamiento e incluso precio, no tiene comparación con un scooter más convencional como es el XMAX. Hay que tener las cosas muy poco claras con respecto a qué tipo de vehículo quieres para dudar entre ambos. Y muy poca preocupación por lo económico, por cierto.

La original estructura del TMAX es la responsable de este razonamiento. El chasis monocasco, con geometrías de moto, el motor de dos cilindros bajo los pies del piloto (un TMAX se pilota, un scooter se conduce) y basculante totalmente independiente de la mecánica son detalles fundamentales en el diseño del 530 para que no sea comparable. Y esas diferencias se acentúan cuando no hace falta «tirar» de recuerdos, sino que tienes la oportunidad, en el mismo tramo y el mismo día, de subirte en uno y en otro y comparar directamente.

En el fondo, ni siquiera Yamaha ha buscado el mismo resultado con estos dos scooter. El Yamaha XMAX es un perfecto scooter de diario para aquellos que van a utilizarlo para ir a trabajar, entrar en la ciudad desde el extrarradio lleno de trastos bajo el asiento y, además, de cuando en cuando, salir a la carretera y hacer algo de turismo o, simplemente dar una vuelta por carretera. Y en eso va muy bien, es suficiente de motor, cómodo y agradable. Y el Yamaha TMAX es para alguien a quien le gusten las curvas, que quiera verdadero comportamiento deportivo, excelente aceleraciones, estabilidad y frenada. Ello no implica que no te sirva para moverte por ciudad e incluso ir a trabajar a diario: es un planteamiento similar, pero lo suficientemente diferente como para justificar la existencia de ambos modelos. Perdón, el scooter y el TMAX.

EN MARCHA

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Yamaha TMax 530

No hay nada como un TMAX 530 en el mundo del scooter. En cuanto a efectividad y diversión al pilotarlo, pocos scooter se le aproximan: BMW C y quizá el último Suzuki Burgman 650 son los que más cerca están del Yamaha, y pocos más son capaces de seguir el ritmo que el TMAX es capaz de imponer. Una idea originalmente suya, la de la estructura de moto con el propulsor bicilíndrico tumbado bajo los pies, es la clave del éxito. Cuatro evoluciones del concepto, desde el primer TMAX 500 hasta el actual 530, lo han llevado a un nivel de efectividad dinámica difícilmente alcanzable con una estructura tradicional.

Pero esta estructura y el motor de dos cilindros implican al final un tamaño al menos tan grande como el del XMAX 400, por lo que al final es muy parecido al intentar moverlo en parado. Es ancho de asiento, aunque por su forma llegas al suelo, si no eres alto, más o menos igual en los dos contendientes. Eso sí, los más altos suelen quejarse que en maniobras dan con las rodillas en las puntas del manillar del TMAX. Y más por el lado izquierdo, donde tiene por debajo del puño la maneta del freno de aparcamiento. En marcha, sin embargo, las cosas cambian: la suavidad de respuesta del motor de dos cilindros no es la misma; vibra todavía menos (ya lo hace poco el 400) y la repuesta a los mandos es más exacta, más precisa.
Todo ello se aprecia en ciudad: mismo tamaño, mucha suavidad y también buen giro, habrá pocas situaciones en las que puedas pasar con un XMAX y no con el TMAX. En la salida de los semáforos, el XMAX es más rápido, pero durará pocos metros. Ahora bien, a la hora de llevar «trastos» encima, la capacidad del 400 muy superior a la del 530. 
En carretera sí que tendrás que esperar al 400: ni por velocidad punta ni por estabilidad es capaz el «pequeño» de seguir al TMAX. En autopista es claramente más rápido (casi 20 km/h de velocidad real), con la misma comodidad o más, y en curvas, la capacidad de frenar (el TMAX retiene bien al cortar gas, el XMAX, como cualquier scooter clásico, apenas lo hace) y el paso por curva es muy superior. Si hay curvas rápidas, donde el XMAX empieza a moverse, el TMAX no llega ni a insinuar el más mínimo movimiento. El 530 es una delicia en conducción deportiva. 

Yamaha XMAX 400

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Respecto al XMAX 250, el nuevo 400 es un scooter más largo, más pesado y bastante más potente. Es similar en algunos planteamientos, como resultar un auténtico scooter GT con cierta estética deportiva. Pero mientras el 250 es uno de los más caros de su categoría, el precio de este 400 es bastante inferior al del anterior Majesty o al del Suzuki Burgman 400, por ejemplo.
Como todos los XMAX, es alto. O más bien, ancho en la zona del asiento. Su altura de 785 mm no es ninguna barbaridad, pero no resulta fácil llegar con los dos pies al suelo. Pesa poco más de 200 kg, por lo que moverlo en parado desde el asiento no es fácil. Sí lo es, sin embargo, desde al lado del asiento. Y una vez en marcha, con buen radio de giro y un chasis bien diseñado, desaparecen los kilos.
Los mandos son suaves, están todos en la posición habitual, con las manos más altas que en el TMAX. El asiento también es mullido y puedes poner los pies abajo, en las plataformas o en sus avances, en una posición más custom. En cualquier circunstancia es, por tanto, un scooter en el que cualquiera irá cómodo.
En ciudad es algo largo, pero gira bien. Ancho por abajo, tienes que tener cierto cuidado con el escape: sobresale un poco por el lado y en maniobras que impliquen un giro cerrado (meterte entre coches, por ejemplo) puedes llegar a tocar. Pero gira bien, y dentro de que es grande, es tan ágil como cualquier 400 cc. Acelera muy bien, con contundencia y sin extraños, por lo que salir el primero de los semáforos es muy sencillo.
En la carretera es un scooter más que agradable. Anda bien, con una velocidad punta más que suficiente para plantearte algún viaje. Buena protección aerodinámica, la pantalla delantera no es muy alta, lo que permite mirar por encima sin que te estorbe la suciedad ni el tintado de la cúpula. Sin embargo, está bien pensada y te quita mucho aire de la cara. Esto permite rodar cómodo por autovía a la velocidad que desees.
En las curvas es noble y permite entrar deprisa. Frena muy bien y no aparecen desfallecimientos de frenos, por lo que es divertido llevarlo por las curvas. Es en las de medio radio en las que el XMAX responde mejor. Cuando son curvas de autovía o muy rápidas puede llegar a moverse si el asfalto no está en perfectas condiciones: nada que no corrijas pisando fuerte en el lado exterior de la plataforma y tirando del manillar un poco más fuerte.
Es, por tanto, un gran scooter, cuyo punto más fuerte es la polivalencia: con un enorme hueco bajo el asiento, será difícil que te falte espacio en el día a día, capaz de moverse con soltura por ciudad y de salir a la carretera con mucha solvencia.

YAMAHA TMAX 530 EN DETALLE

MOTOR: El propulsor del TMAX es un dos cilindros tumbado hacia delante. Con esta configuración consigue que el cigüeñal, una de las piezas clave en la dinámica de la moto por su peso e inercia, vaya muy bajo, centrado y desplazado hacia delante con respecto a un scooter normal. En esta última evolución de 530 cc, consigue 46,49 CV a 6.750 rpm y un par de 52,3 Nm a 5.250 rpm.

154EQUIPAMIENTO: Es un scooter que vale mucho dinero y lógicamente no le falta detalle. Tiene manetas regulables en distancia, freno de aparcamiento y amortiguadores hidráulicos para levantar el asiento.

CARGA: En el diseño del TMAX, su capacidad de carga no ha sido nunca una prioridad: está pensado para ser efectivo, rápido y estable, y si ello comporta algún sacrificio, bienvenido sea. Aún así, bajo el asiento, que se abre hacia atrás, puedes meter un casco integral y te queda hueco para otros objetos. Delante hay dos guanteras, la derecha con llave.

CONFORT: Cómodo de asiento, con varias posibilidades para poner los pies y bien diseñado en cuanto a aerodinámica, es un scooter que permite incluso muchas horas de manillar sin incomodar a su piloto. Sólo el manillar, un poco bajo, ha recibido críticas por pilotos de 1,80m o más, porque tocan con las rodillas en giros cerrados. 

120PARTE CICLO: 
Un chasis monocasco en aluminio, con ruedas de 15″ en ambos trenes, suspensiones de tacto deportivo, bien calculadas y geometrías casi de deportiva: efectividad total de la parte ciclo.

YAMAHA XMAX 400 EN DETALLE

182MOTOR: El motor deriva del empleado en el Majesty 400, con muy pocos cambios. Fabricado ahora en Italia por Minarelli en lugar de en Japón (uno de los motivos por los que se ha reducido el precio) es algo ancho para la carrocería del XMAX. Entrega 31,5 Cv a 7.500 rpm y 33,88 Nm a  6.000 rpm

EQUIPAMIENTO: Bien equipado en general, con un cuadro completo, con pantalla digital, pata de cabra y caballete, sí tiene carencias relevantes: si eres de los que te gusta cargar el móvil cuando vas de un lado a otro, tendrás que encargar el enchufe y que te lo pongan, porque existe como accesorio, pero no viene de serie. Por otro lado, la apertura del asiento no se realiza automáticamente y tendrás que usar la mano para ello, mientras que con la otra giras la llave.

CARGA: Mucho hueco bajo el asiento, metes dos cascos integrales sin problemas y te deja hueco entre ellos para una chaqueta, guantes, antirrobo o lo que se te ocurra. Largo y suficientemente profundo, sólo el sistema de apertura no convence. Delante del piloto, dos guanteras, una de ellas con llave, de fácil acceso y cómoda utilización.

167CONFORT:
 El asiento es muy grande, mullido y plano. Las plataformas muy espaciosas y el manillar, algo alto, en una posición muy cómoda. No habrá problemas es este sentido y no hemos encontrado motivos de incomodidad en el XMax 400 y sí detalles de lujo en el asiento, como las inserciones metálicas en su tapizado.

PARTE CICLO: Un nuevo chasis diseñado a partir de la parte delantera de los existentes en los XMax 250 y los soporte traseros del motor XMAX, pero rediseñado y adaptado a esta nueva utilización. Buenas suspensiones, con buen tarado y frenos suficientes y con buen tacto, en el tren delantero se emplea una rueda de 15″ y monta buenos neumáticos. Así, el tacto del tren delantero es muy correcto.

asiASÍ LOS VEMOS

Hay una diferencia de precio enorme entre ellos, y eso, lógicamente se nota. Y no sólo en el nivel de equipamiento, superior en el TMAX y algo bajo para un 400 en el XMAX, sino también en la forma de andar. Ambos tienen un tamaño similar, con mejor agilidad para el TMAX por su bajo centro de gravedad y su original estructura, con el motor adelantado y bajo, aunque el XMAX se mueve bien también por ciudad. En la carretera, el XMAX es un scooter con buenas maneras. Sólo en curvas rápidas y asfalto no perfecto pueden aparecer algunos movimientos, que se controlan fácilmente. Pero el TMAX es el mejor en estas lides, con una estabilidad irreprochable, una capacidad para entrar en curvas al alcance sólo de motos de ruedas grandes y elevadas prestaciones. Los dos scooter son cómodos, con asientos amplios y buen puesto de conducción. El XMAX tiene más espacio para las piernas, con un manillar más alto, por lo que acoge mejor a pilotos altos. Los dos son muy anchos en la zona donde bajan las piernas, por lo que no es fácil llegar con los dos pies al suelo si no eres alto. En volumen de carga, lógicamente, el enorme hueco bajo el asiento del XMAX le da una ventaja sobre el rival, que se conforma con hueco para un casco y poco más.

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Yamaha X-Max 400