El otro día, cuando mi amigo -Sombra- volvía de la III Semana de la Seguridad Vial de Paraguay, celebrada en Asunción, tras contarme historias de la historia en el seno de la Delegación de la Asociación Mutua Motera para apoyo a los motoristas de países Iberoamericanos, me hacía sentir la fuerza revolucionaria, las ganas de vivir e implicarse de chic@s, jóvenes, muy jóvenes críticos con su país. Escuchaba con paciencia anécdotas que cambian y mueven el alma-

El otro día en Paraguay

Paraguay 1
El otro día en Paraguay
Fórmula Moto
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Los españoles, abandonábamos tierras paraguayas en 1812, hoy vive una revolución por y para la seguridad vial y eso se ve y se nota cuando esas gentes revolucionarias e inconformistas se reúnen para discutir el problema y darle forma a las soluciones.

En la mesa de exposiciones, con la tristeza y la emoción de quien ama a su país, pidiendo a sus representantes –hagan algo por este país–, una joven de 17 años definía la aportación de la revolución individual a la colectiva, definía la participación en sociedad en una sola frase -…Uno no tiene que nacer para morir, uno tiene que nacer para cambiar algo-. O como decía otro de los jóvenes participantes — nosotros no nacemos para calentar un sillón y matar el tiempo-.

Con cara de sorpresa y compromiso -Sombra- me explicaba algunas propuestas de jóvenes paraguayos. Ejemplo de cómo se puede participar en sociedad por la sociedad, desde una base crítica, cuando hablamos de seguridad vial:

·Observación del estado de la vía en las ciudades por los jóvenes, denunciando e informando de las incidencias o posibles mejoras.

·Crear una línea de denuncias del estado y conservación de la vía.

·Crear programas de concienciación y formación para niños trasladado por los jóvenes voluntarios.

·Reducir la contaminación visual por el abuso de cartelería y señalización.

·Abandonar parcialmente los contenidos de programas educativos de baja incidencia social posterior dando espacio a la incorporación de materias de seguridad vial.

·Elaborar y poner en escena un mejor programa de capacitación y formación de conductores.

·Impulsar la concienciación y la formación para llegar al respeto por las diferentes etapas educativas.

-Tengo 17 años y me muero por sacar el registro y salir a pasear- nos preocupa el acceso a la moto- es muy fácil no tener para comer y tener moto- se necesita más formación a los conductores de motos–

Paraguay vive un problema de inseguridad vial que guarda su equivalencia con una España de hace 20 años, salvo en la configuración y estado de sus vías urbanas y su parque móvil donde la diferencia es mayor.

Sin apenas control de leyes la configuración de la vida evoluciona basada en las costumbres.

Y mientras en Paraguay se inicia una gran revolución por la seguridad vial de la mano de estudiantes, policías inconformistas como su jefe el Señor Petta (honrado y leal a su trabajo) y otras entidades, en España, parece que nos conformamos con lo andado y en esto de la seguridad vial, nos empeñamos en pasar la pelota al otro a sabiendas que -el otro del otro soy yo- y nos cuesta creer en la necesidad de nuevos cambios, nos asusta.

No podemos olvidar que durante este verano, han fallecido en carretera 56 compañeros y, durante el verano de 2010, fallecieron 62. Aunque este verano tenemos 46 fallecidos menos que en 2007 y a sabiendas que los motoristas españoles hemos sido y somos un ejemplo, no sólo debemos mantenernos en la brecha de trabajar por nuestros derechos, debemos dar nuevos pasos- necesitamos nuevos cambios y entre todos podemos.

Paraguay es un gran país y España también- sigamos trabajando.