La presencia de áridos en la calzada o parte transitable del arcén es una de las causas que en muchas ocasiones nos lleva al suelo. Saber dónde, cómo y cuando existe mayor número de probabilidades de encontrarnos expuestos a este peligro, es la principal fórmula para realizar una conducción preventiva. Sin olvidarnos de la siempre necesaria atención permanente en la conducción.

Curvas y gravilla

Curvas moto
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Fórmula Moto
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La presencia de áridos en carretera atiende a tres causas fundamentales:

· Caída de la carga de un vehículo de transporte de mercancías.

· Fisuración o rotura de la capa de rodadura del firme. Un fallo estructural que puede generar el desprendimiento de áridos.

· Corrimiento de tierras. Generado por la acción del agua (riego o lluvia) sobre caminos adyacentes.

La localización de los áridos, según la configuración de la vía, se experimenta principalmente en los siguientes escenarios:

· Trayectorias curvas hacia la derecha.

· Trayectorias curvas hacia la izquierda.

· Glorietas.

· Cruces en T.

· Intersecciones con carril de incorporación.

· Proximidades a caminos con pendiente descendente a la carretera.

Por otro lado, como conductores debemos saber que una carretera sin arcén es más propensa a que los áridos se encuentren en la zona de rodadura debido especialmente a:

· Su inferior intensidad media diaria.

· Su inferior frecuencia de mantenimiento.

· Su inferior ancho de uso.

Ante estos riesgos, nuestro consejo en curvas es mantener el protocolo habitual de seguridad, asomarnos para ver y después decidir cuándo (velocidad), como (aceleración, deceleración, inclinación, etc) y por dónde.

Especialmente en carreteras convencionales de un carril para cada sentido de circulación y sin arcén estableceremos trazadas centradas en nuestro carril garantizando la distancia de cruce. La probabilidad de áridos en la zona central del carril es menos probable que en los laterales o incluso el centro de la calzada.