Las motos del Museo de Alcalá

Motos Made In Spain: Bultaco TSS o la razón de ser

BULTACO TSS 125 proto agua
Motos Made In Spain: Bultaco TSS o la razón de ser
Daniel Navarro
Daniel Navarro
Bultaco nace con la pasión por las carreras en su ADN. Dicen que una de las causas de la escisión de Montesa fue precisamente la intención de abandonar la competición, cosa que D. Paco no quiso aceptar.

Suele ponerse como justificación de esa pasión de D. Paco aquella famosa frase de «las ventas siguen a la bandera a cuadros». Es decir, el Señor Bultó seguía en competición porque así vendían más motos. Lo cierto es que también se oye, de gente que le conocía, que era más bien al revés. Por si no lo sabes, fue «cura antes que fraile», es decir, campeón de España de Velocidad en los años 30. Construía motos para financiar las carreras.

Lo cierto es que los hechos parecen dar la razón a los segundos. En Montesa no habían empezado a fabricar motos en serie y ya estaban inscritas en carreras bajo la marca “XX”. Y en Bultaco, poco más o menos se repite la historia: no ha pasado un mes de la presentación de la Tralla 101 y ya están inscritos, y sorprendiendo, en las carreras. En octubre de 1958 se funda Bultaco, en marzo presentan a la prensa la Tralla 101 y en Abril se inscriben en el GP de España (no es una prueba del mundial todavía), donde la Tralla 101 prácticamente de serie queda segunda y ocupa 7 de los 10 primeros puestos. Es, seguramente, parte de la rivalidad con Montesa. La segunda salida de las Tralla, poco después, en Madrid, es prácticamente un «duelo en el Retiro» con 27 inscritos, 21 Montesa Brío 91 y 110, y 6 Bultaco Tralla 101. Gana una de las Tralla.

El potencial de la moto es obvio, pero no es suficiente para las aspiraciones de la marca. Las siguientes Tralla oficiales van más aligeradas, con un carburador mayor y un tubo de escape o “tubarro” especial. En otoño, otra vez en Madrid, se enfrentan en una carrera internacional con lo mejorcito de la velocidad mundial, en la categoría de 125, y otra vez unos días después en Zaragoza. John Grace, con la Bultaco Tralla Sport, lucha continuamente con Carlo Ubbiali, dos veces campeón del mundo, que participa con la sofisticada y rapidísima MV Agusta oficial. Se caen los dos en la última vuelta y gana Marcelo Cama, con otra de las Bultaco oficiales.

BULTACO TSS125
Bultaco TSS 125

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Bultaco TSS: al ritmo de la competición

Dicen los que han visto aquellas Bultaco que ya son muy diferentes de las Tralla Sport de principios de andadura. No ha pasado un año de su debut y la moto ya se habla que es el prototipo de una próxima “carreras-cliente” que llaman Bultaco Grand Prix. Al final la moto llega a los pilotos no oficiales que la quieran comprar bajo el nombre TSS (Tralla Super Sport), entre 1961 y 1962. En esos años han ganado reputación de rápidas y ligeras siendo, además, baratas: si querías ser piloto en aquella época te costaba 35.000 pesetas una moto de carreras, contra las 23.450 pesetas de la Tralla 101 de serie. Una moto “grande” por aquel entonces era hasta más cara, ya que una Derbi 350 costaba 34.950 pesetas, por ejemplo, o la «sofisticada» Sanglas 350 4T la friolera de 47.000 “cucas” del momento.

A partir de ahí la historia de la evolución de las TSS es muy especial; no es como con las motos de motocross, a fin de cuentas, otro tipo de “carreras-cliente” que evolucionan a lo largo del año con las oficiales y se adopta a la serie al siguiente. No. Con las TSS da la sensación que la evolución es prácticamente continua, y la investigación y desarrollo no para a lo largo de los casi 10 años que dura su producción, en parte en serie, en parte artesanal. En 1963 llega el cambio de seis velocidades en vez del de cuatro de las primeras, mientras que un año después se presentan las 250, después de que se hayan fabricado prácticamente desde el principio en versiones 125, 175 y 200 cc. Ese mismo año aparecerán las primeras con refrigeración por agua, en 125 y 250. Llegaron a alcanzar los 40 CV en versión de serie y todos esos años están salpicados por prototipos oficiales y motos especiales. En 1969 llega el «modelo 29», la famosa TSS 350 de la que se producen menos de 60 unidades y que sirve de base a las actuales réplicas para clásicas AJR TSS 350. Una historia donde quedan enmarcados triunfos como el de Marcelo Cama con aquel prototipo, o la primera victoria de un español en un GP del Mundial, con Salvador Cañellas y su Bultaco TSS 125 oficial en 1968.

BULTACO TSS350
Bultaco TSS 350

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Las TSS MK2: el renacimiento

Las ultimas TSS se montaron en 1970. Corresponden a esa versión «29» de la 350 y se hacen cuando todo el mundo, incluyendo la propia marca, sabe y es consciente que esto, relacionado con el Mundial de Velocidad, es una lucha quijotesca. Nuestras rápidas y ligeras monocilíndricas 2T pueden ser una opción económica, pero no ganadora, contra motos de más cilindros y caballos. Bultaco llegó a ser una gran marca española, pero ninguna de las grandes nacionales tuvo el tamaño suficiente para ser verdadera y sólida competencia en el panorama del Mundial. Se hicieron aquellas últimas TSS porque en España había carreras y no podían importarse motos de fuera.

Bultaco además lo tenía mucho más fácil en el trial, en el TT o en motocross. Ahí simplemente estaban en el mejor nivel del mundo, ganando triales y sorprendiendo en el resto con motos muy buenas, eficaces y constante evolución. La velocidad queda en vía muerta, salvo las TSS 360 más conocidas como Montjuic, que vuelven a ganar en 1972 las 24 Horas.

Pero en 1975 aparece una oportunidad que en Bultaco no podían dejar pasar. El equipo Piovaticci, participante italiano del Mundial, trabaja con los famosos Jan Thiel y Martin Mijwaert en un proyecto muy competitivo, unas novedosas 50 cc monocasco. Además, tienen previsto ampliar ese mismo concepto a las 125 de dos cilindros e incluso a una 250… justo cuando la fábrica cierra sus puertas. Así, Bultaco compra todo su departamento de carreras con la intermediación de la Federación Española, trayéndose contratados a los técnicos. Enseguida se ponen a fabricar nuevas unidades de la competitiva 50 cc que, nada más llegar, ya gana carreras. Se llama Bultaco TSS 50 MK2, siguiendo con la tradición Bultaco. Entrega 18 CV a 16.000 rpm para un peso de 54 kg. Ganará cuatro Mundiales de Velocidad, dos con Nieto y otros tantos con Tormo.

De esta moto se hicieron unas 12 unidades, algunas incluso ya con el departamento de competición de Bultaco prácticamente cerrado, con chasis soldados por Ángel Carmona. De la 125 se llegaron a construir tres unidades que nunca alcanzaron el grado de competitividad de las 50 fuera de España, mientras que de la 250 sólo se consiguió una unidad, con la curiosidad de no llegar a debutar en manos oficiales Bultaco, sino que fue vendida antes de acabar su desarrollo.

BULTACO MK2 50Monocasco
Bultaco TSS 50MK2 Monocasco

Las TSS del Museo de la Moto de Alcalá

El Museo de la Moto de Alcalá, exposición «motos Made in Spain», tiene expuestas unas cuantas de estas TSS. A fin de cuentas, los fondos «oficiales» del Museo son la colección Lozano, que rescataron casi todos los modelos de TSS y la colección Medina, dedicada a las motos españolas de carretera. Así, nada más entrar en la gran sala de la «jaula» te saludan tres TSS espectaculares, desprovistas del carenado para apreciar sus detalles técnicos. La de más abajo es una de esas poco menos de 60 unidades de la «29», la 35 de los últimos años. Sobre ella, en la estantería, una 125 «agua» de primera generación de las refrigeradas por líquido y, arriba del todo, una 250 “aire”, también de las primeras de la cilindrada.

Más adelante durante el desarrollo de la visita, en la sala del «departamento de competición» te esperan otras cuatro TSS: la primera, nada más entrar, no es una TSS, sino solo TS y ya hemos hablado de ella en el capítulo de las Tralla. Se trata de la Tralla Sport que Bultaco cedió a Ramón Torrás cuando fichó por la marca. La siguiente, algo escondida, es la 250 «proto» que el piloto Escuder ayudó a desarrollar en 1962. Otra moto interesante es la Montjuic 350 que ganó dos veces (1969 y 1972) en el famoso trazado catalán. Y seguramente la más espectacular de las TSS del museo: una auténtica TSS 50MK2, con uno de los primeros motores empleados en aquél proyecto; se sabe que los primeros (uno o dos) se hicieron con cárteres fundidos en arena como los de esta moto, siendo los demás mecanizados a partir de bloques de aluminio.

BULTACO Montjuic24H
Bultaco Montjuic 350

Cuando sales, tienes un par de ellas más por ver. En el panel de las motos de carreras de clásicas hay una TSS con la que nadie en su sano juicio osaría correr representando a esas réplicas de carreras de clásicas. Pero esta no es réplica, sino una auténtica TSS 125 de agua de las últimas montadas en Bultaco. Al final de la visita, si miras arriba, a continuación de las motos infantiles encontrarás una TSS muy especial, un prototipo de fábrica sin estrenar, una 125 de agua con los cárteres centrales de las últimas TSS construidas a partir de 1968, pero de tapas de motor con las formas anteriores, fundidas en arena.

Y todavía queda una última sorpresa: el coche de carreras que está al lado de las escaleras de salida, también es TSS. El vehículo en cuestión se hizo en Hispakart a finales de los años 60. Era un fabricante de chasis que produjo muchos Formula y karts de varias categorías. Este es un Formula IV, coches que normalmente se construían con motores de motocross de origen Cappra, Pursang u OSSA Phantom. Este en concreto es un encargo del conocido Luis de Baviera, un piloto importante de la década de los 60 y, además, primo del Rey Juan Carlos I. Seguramente ese curriculum hizo que Bultaco permitiera que uno de los preciados motores TSS 350 de última generación acabase montado en este coche.

Hispakart Bultaco