Prueba BMW K 1600 GTL 2022: sentirte muy especial
La ausencia de renovación de la gama de seis cilindros de BMW en 2021 para adaptarla a la normativa Euro 5 hizo creer que estos modelos “top” no tendrían recorrido en su catálogo. Pero los datos indican que es una gama rentable. Además del margen extra típico en modelos que superan los 25.000 €, es relevante que desde su nacimiento en 2011, se han vendido 68.843 unidades, es decir, no estamos ante un segmento nicho.
Si entramos al detalle, las K 1600 B y K 1600 Grand America presentadas en 2017 han sumado 10.011 unidades, por las 27.695 unidades de la GT y las 31.137 unidades de la GTL, en ambos casos durante su década de existencia. Es curioso remarcar que es la versión más equipada BMW K 1600 GTL la más vendida, en el mercado la rival más directa de la también seis cilindros Honda Gold Wing 1800.
De ahí que los responsables germanos hayan decidido mantener esta espectacular saga de cara a 2022. Sigue disponiendo de las mismas cuatro ediciones previas, presentando numerosas novedades pero manteniendo la excelencia mecánica y de funcionamiento que ha definido esta serie desde sus inicios. Continúa exhibiendo el bloque de seis cilindros en línea de 1.649 cc con una anchura de tan solo 555 mm, muy poco más que muchos tetracilíndricos con esta configuración. El propulsor pesa 102,6 kg con todos sus componentes montados, y emite un sonido espectacular, más deportivo en el caso de la GT por el diseño de sus escapes frente al más contenido de su hermana GTL.
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Los ingenieros alemanes han conseguido el pequeño milagro de superar la normativa Euro 5 y, a la vez, alcanzar más par motor, concretamente 5 Nm a las mismas 5.250 rpm para llegar a los 1809 Nm, sin variar un ápice la cifra de potencia máxima de 160 CV. De este modo obtenemos un motor aún más flexible en a medio régimen. La presentación internacional ha tenido lugar en las gloriosas carreteras de montaña de Málaga, y aquí puedes disfrutar al máximo rodando en tercera o cuarta mientras la cambias de lado entre curva y curva. Y este punto es especialmente importante, porque estamos hablando de grandes Tourer. La más liviana del grupo, la BMW K 1600 GT, alcanza los 343 kg en orden de marcha. Es asombroso que gracias a la Euro 5, ahora tengamos unas BMW “six” aún más divertidas que antes.
CÓMO ES LA BMW K 1600 GTL 2022
Entre las actualizaciones del motor destaca la introducción de un sistema de regulación de freno motor MSR, muy útil sobre todo en retenciones al reducir en cuesta abajo con una moto tan pesada, y así evitar que se bloquee la rueda trasera. También dispone ahora de tres modos de conducción de serie, Rain, Road y Dynamic, muy accesibles desde la piña derecha y con cambios notables en su respuesta como corresponde a las necesidades de cada una de sus denominaciones.
En cuanto a la parte ciclo, la última generación de suspensión electrónica ESA está ahora provista por Tenneco (dueño de Marzocchi) en lugar de Showa como hasta ahora. En estas ediciones 2022 es de serie y actúa junto a una centralita inercial IMU de seis ejes para auto ajustarse en todo tipo de condiciones y maniobras. Compensa el peso del piloto, del pasajero y del equipaje en un rango de opciones entre soft/Road y hard/Dynamic, en función del modo seleccionado. Asimismo incluye una regulación automática de la altura del asiento con independencia de la carga.
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CÓMO VA LA BMW K 1600 GTL 2022
En cuanto te subes a la BMW K 1600 GTL te acomodas a la perfección en su amplio asiento. Pulsas el botón de arranque y el motor establece su ralentí en las 900 rpm. Su presencia impone respeto, pudiendo llegar a intimidarte. Para reducir este efecto, incorpora ahora de serie marcha atrás, como en el sistema opcional anterior, accesible mediante el pulsador de arranque.
A baja velocidad resulta lógicamente un poco incómoda, pero se siente bien equilibrada. El asiento de la BMW K 1600 GTL se encuentra a 750 mm de altura, al igual que en las K 1600 B y Grand America (entre 810 mm y 830 mm en la K 1600 GT), y cuentas con cómodas plataformas para los pies. El accionamiento del embrague y la respuesta suave del acelerador electrónico te facilitan los giros de 180º o las maniobras a baja velocidad, aunque siempre hay que tener cuidado.
Una vez en movimiento, te sorprende lo ágil que es para su tamaño. Su distancia entre ejes de 1.618 mm se neutraliza con un bajo centro de gravedad, por su motor inclinado hacia delante 55º, y un reparto de pesos del 52/49%, además de unas cotas muy racionales de 27,8º de lanzamiento y 106,4 mm de avance para una Gran Turismo. La versión BMW K 1600 GT es más manejable en todo tipo de terrenos, porque realmente se trata de una sport-turismo, más que una GT convencional.
La distancia libre al suelo no es problema nunca en ninguna de las cuatro variantes, ni siquiera en las B y Grand America. En cuanto a la frenada, siempre es efectiva gracias a sus tres discos de 320 mm y el ABS Bosch con función para curvas muy efectivo.
La última evolución del sistema de suspensión semiactiva ESA marca un hito entre las motos ruteras de lujo. También el chasis de doble viga de aluminio, lo que junto con el recorrido de 115 mm en el Duolever frontal y 135 mm en el Paralever trasero, te garantizan kilómetros y kilómetros de confort.
Pero es el maravilloso seis cilindros la máxima estrella de la BMW K 1600 GTL y de toda la serie K 1600. Empuja sin ningún esfuerzo incluso en sexta marcha desde apenas 1.500 rpm hasta el corte a 8.500 rpm con un sonido único. De hecho, el 70% del par máximo ya está disponible a tan solo 1.500 rpm, ¡y eso significa ya 125 Nm! La aceleración es asombrosa, siempre atento a la marcha engranada en el indicador de la magnífica pantalla TFT en color de 10,25”, este elemento el mejor entre toda su competencia. Una de las razones también radica en la elevada relación de compresión de 12.2:1 para tratase de una moto Touging. Y el placer se multiplica aún más con la instalación de un cambio “powershifter” semiautomático. Lo dicho, puro lujo.
Este punto es especialmente importante porque las curvas de par y potencia te invitan a usar de forma intensiva el cambio para explotar al máximo sus prestaciones y, claro, su diversión. Si quieres, tan solo tendrás que utilizar las cinco primeras marchas para ponerte en marcha y luego disfrutar en sexta, sobre todo en las GTL y en las dos Bagger. Pero como buenas BMW, también responden con aptitud al pilotar con alegría. Basta con bajar una o dos marchas para salir disparado como un misil, siempre bien protegido por su pantalla, más eficaz en este sentido la GTL que en la GT por su superior tamaño. Puedes adaptar su altura de forma electrónica desde un pulsador en la piña izquierda y tiene memoria para mantener su posición cuando vuelvas a arrancar. Bajo la pantalla dispone de un hueco con toma USB donde puedes recargar el móvil y que incluso cuenta con ventilador para su refrigeración.
Independientemente de la marcha que vayas, la entrega de potencia es todo suavidad. La cosa se pone seria entre 4.000 rpm y 7.000 rpm, donde el seis cilindros resulta más efectivo tras su revisión Euro 5. La forma como sale disparado hacia delante es enormemente satisfactoria, sobre todo si seleccionas el modo Dynamic. Ni siquiera en este “mapping”, la primera apertura del gas es abrupta y resulta absolutamente controlable en todo momento.
El modo Rain cumple a la perfección con su denominación. También sirve para circular por ciudades con pavimento deslizante, porque hace que la respuesta de motor sea más progresiva. El modo Sport se sitúa en medio de ambos y resulta muy adecuada cuando ruedas en carretera a ritmos entorno a 160 km/h con el motor girando a unas 4.800 rpm, un poco por encima de la mitad del recorrido hacia la zona roja del cuentavueltas.
A cualquier velocidad, la protección del carenado es total. Por ejemplo a estos 160 km/h, puedes circular con la pantalla del casco subida sin problemas. Más rápido se muestra totalmente estable a pesar de su volumen. Con un motor tan dulce, es un auténtico AVE.
El equipamiento de serie es muy elevado. Encuentras ABS con función en curva, pantalla eléctrica, caballete y pata de cabra, inmovilizador EWS, maletas laterales (más baúl en la Grad America y GTL), puños y asientos calefactables en tres niveles, control de crucero y luz adaptativa. Este último se activa al inclinarse e ilumina 35º hacia el interior de la curva (antes 24º). Asimismo, el haz de luz se mantiene en la misma línea tanto en aceleraciones como en frenadas.
También en su iluminación descubres tres interesantes elementos de serie que no esperabas y uno opcional. Los tres primeros son las funciones Welcome, Goodbye y Follow-me-home, que utilizan sus faros para cada una de estas funciones al modo de los coches. También incluye una opción Floor Lighting que ilumina la zona que pisas cuando maniobras a su lado para más seguridad, y muy útil si se te ha caído algo por la noche cerca de ella.
Respecto a la GT, la BMW K 1600 GTL tiene una posición de conducción más relajada, con más espacio para poner tus pies en el suelo, por ejemplo cuando estás aparcando, gracias a los 750 mm de altura del asiento (misma cifra en B y Grand America) frente a los 810 mm de la GT. De este modo te sientes más dentro de la moto que encima de ella, a lo que se suma un manillar más retrasado y unas estriberas más adelantadas.
Las BMW K 1600 B y Grand America ofician de verdaderas Bagger con su manillar a la vista montado sobre elevadores que puede ser montado hacia delante o hacia atrás a tu gusto. La Grand America sustituye las estriberas por plataformas de serie, opcionales en la K 1600 B.
BMW se puede considerar la inventora de las motos Sport Touring cuando lanzó la BMW R 100 RS en 1976, con su carenado diseñado en el túnel de viento y las maletas laterales de serie. En 2003 volvieron a revolucionar el segmento con la BMW K 1200 GT de cuatro cilindros en línea. En el Salón de Colonia de 2010 se presentó la serie BMW K 1600 GT y GTL y en 2015 la gama K 1600 B y Grand America. Ahora se renuevan todas para 2022, y como me dijeron en BMW “son motos que nadie necesita, pero que todos quieren tener”.
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