Prueba de la BMW F 800 R 2015 (II)
Como buena, naked, la BMW F 800 R se postula como moto de carácter polivalente. Por definición, la mayoría del tiempo de uso transcurrirá en ciudad y en el entorno urbano, mientras que en términos de kilometraje, éstos serán realizados fundamentalmente en carreteras fuera de la urbe.
De ahí que para probar un modelo de este tipo es necesario examinarlo desde todos los puntos de vista. Así tuvimos ocasión de hacerlo durante la presentación de la edición 2015 de la BMW F 800 R, que tuvo lugar en los alrededores de la ciudad de Valencia. El invierno invita a comprobar la eficacia de los puños calefactables opcionales. Con 8º de temperatura ambiente y la humedad de un territorio costero, con el primero de los dos niveles disponibles es más que suficiente. ¡Todo un lujo!
Todo uso
Un recorrido por las amplias avenidas que rodean la Ciudad de las Artes y las Ciencias, repletas de semáforos y glorietas, te indican parte del secreto que hace de esta BMW una moto todo uso casi definitiva. Para comenzar, la posición de conducción es muy natural. El nuevo diseño del triángulo manillar-asiento-estriberas te permite una conducción erguida para prever el tráfico que te encontrarás unos metros más adelante, con un mullido bajo tus posaderas confortable y unas rodillas flexionadas en su justa medida para no resultar cansado el constante acto de poner el pie al suelo en el tráfico urbano. Una primicia entre sus rivales es que la BMW F 800 R dispone de un catálogo de cinco variantes de asientos para adaptarse a la perfección a tus necesidades.
Lo mejor en estas circunstancias es la suavidad de su propulsor. El empuje desde bajo régimen es contundente, con una cuarta que a 2.500 rpm te lleva a 50 km/h como si de una alfombra mágica se tratara. No hay quejas de la transmisión en ningún punto desde su puesta en movimiento y no echas de menos la presencia de una correa como la de su hermana F 800 GT, aunque todavía no alcanza la suprema perfección del cardan de los últimos desarrollos bóxer como el presente en la R 1200 R. No en vano, en BMW llevan unos cuantos años desarrollando esta técnica… ¡más de 90!
Por otro lado, su par motor te evita constantes cambios de marcha, otro factor para facilitar su uso rodeado de coches. También es destacable la suavidad de sus mandos, con un accionamiento de palanca de embrague y de cambio notable. Las marchas entran con un recorrido y un tacto exquisito, con un mínimo «clonk» cuando insertas primera.
La marca afirma un aumento de 3 CV en potencia máxima, una cifra que no eres capaz de descubrir respecto a lo que recordabas del modelo anterior. Lo que sí es apreciable es el cambio en las relaciones de cambio. Con una primera y una segunda más corta, te evitas en ocasiones «tirar de embrague» como era casi obligatorio en ciudad en la versión precedente, además de conseguir una respuesta más inmediata de su bicilíndrico. Por cierto, su sonido sigue recordando a un buen bóxer.
Una naked en la autovía
Como en todas las grandes ciudades de nuestra geografía, para salir de la urbe es necesario recorrer kilómetros de autovía. En nuestro recorrido hacia la Ruta Mudéjar (A-23) por la A-7 te enfrentas a un reto con todo modelo naked. También con la BMW F 800 R. Sin embargo, sorprende la protección que es capaz de ofrecer su pequeña cúpula. Es evidente que ha sido bien estudiada en el túnel de viento, ya que la acción del viento no se hace sentir hasta superar los 140 km/h.
En este punto recibes una serie de sensaciones que te invitan a permanecer dentro de las normas de la legislación de tráfico. Me explico. El motor de dos cilindros en línea, con biela central para la reducción de vibraciones, hace bien su trabajo en todo el rango de rpm excepto entre 5.000 y 6.000 rpm. En estas 1.000 rpm te llegan sobre todo a las manos, aunque nunca de un modo desagradable. Peor es el resultado en los retrovisores, que no dejan de distorsionar la imagen, al margen de que por diseño no son ninguna maravilla para ver más allá de sus brazos.
Estas vibraciones diría que son más bien un anuncio de que vas a entrar en terreno peligroso para tu carné por puntos, porque a partir de 6.000 rpm vuelve a un funcionamiento normal. Rodando en sexta a 5.500 rpm ya te encuentras entorno a 140 km/h de marcador, referencia que te sirve de perfecto «antirradares». ¡Gracias por el aviso!
Y por fin, curvas y más curvas
A la altura de Segorbe, es momento de coger la CV-25 dirección Gátova. El terreno se escarpa y las sucesiones de ángulos no cesan un segundo. Ha llegado el momento de destapar las esencias de la nueva horquilla invertida y sus pinzas de anclaje radial. Hay que hacer un inciso, ya que todas las unidades de pruebas equipaban suspensiones electrónicas ESA que regulan los hidráulicos en tres alternativas Confort, Normal y Sport. El tramo en ciudad con el modo Normal revela un funcionamiento muy correcto en las irregularidades típicas urbanas (baches, alcantarillas…), mientras que preferí la opción Confort en autovía para ver pasar los kilómetros «como un señor». Ahora tocaba la prueba de fuego en carretera revirada.
Y la nota es excelente. Ágil y sólida, sientes a la perfección lo que hace la rueda delantera. Todo el conjunto permite que los cambios de dirección no se hagan tan fáciles como llevarla con una mano… ¡se hacen con media mano!
El manillar, plano y ancho en su justa medida en todo uso, también aquí cumple su papel facilitando una postura de conducción que se hace más deportiva con solo llevar tu cuerpo hasta el límite trasero del asiento. El depósito facilita el movimiento de tus rodillas e hilar trazadas empalmando marchas sin necesidad de buscar el corte de encendido se convierte en un divertido juego. Los neumáticos Metzeler Z8 que montaba nuestra unidad son una garantía para disfrutar aún más.
En cuanto a los frenos, el aspecto de la pinza radial anuncia más de lo que realmente obtienes en la práctica. Su funcionamiento es perfecto para un uso normal en todo tipo de conducción, pero adolece del primer mordiente que, por ejemplo, sí encuentras en la nueva BMW R 1200 R con esta misma configuración. Claro, que comparar directamente la F con la bóxer es como comparar un Cercanías con el AVE. En este caso es evidente que se ha primado la filosofía de la BMW F 800 R como una moto para todos los públicos e incluso de introducción para los que procedan del carné A2, quienes una vez deslimitada, se encontrarán una moto con la que seguir aprendiendo como motociclista durante muchos años por su nivel de calidad y prestaciones. ¿Realmente necesitas más?
Cuatro colores disponibles, kit A2 gratis y un precio de 9.100 € completan una renovación muy profunda de la BMW F 800 R para seguir enarbolando el estandarte naked sport en las cilindradas medias del cada vez más completo y renovado catálogo de la firma alemana. Bienvenida.
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