Así se convierte Google Maps en el navegador definitivo para moteros

Google Maps es una aplicación que no solo nos indica el camino que seguimos en tiempo real, tal vez previamente seleccionado con ciertos puntos de interés en los que detenernos, sino que además nos informa sobre el estado del tráfico de la zona, las gasolineras cercanas, la situación de los restaurantes que nos encontraremos en esta o aquella carretera, la denominación de la propia vía…

Ya no resulta necesario hacerse con los servicios de un navegador, o incluso estar pendiente de su actualización para no encontrarnos con carreteras descatalogadas, o tal vez cambios en el trazado de las mismas, algunas de ellas convertidas en autovías con el paso del tiempo cuando realmente lo que buscas es perderte en la maraña de carreteras secundarias del entorno.

¿Qué necesito para disfrutar de Google Maps mientras ruedo en moto?

Lo básico probablemente ya lo lleves encima, y no solo cuando vas en moto precisamente. Como la cartera con la tarjeta de crédito, el carné de conducir y algo de dinero en efectivo, o las propias llaves de la moto o de casa, el “smartphone” seguro que se aloja en cualquier bolsillo de tu chaqueta al salir de casa. Pues bien, has de extraerlo de su “zona de confort” para que pase a guiar tus recorridos moteros situado en un lugar visible, a ser posible no muy lejos de la instrumentación.

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Así pues, lo dispensable será lo siguiente:

• Un teléfono móvil adecuado, o dicho con otras palabras, un “smartphone” con pantalla de tamaño suficiente para ser consultado con un rápido vistazo, intensidad de brillo suficiente para no ofrecer problemas al enfrentarse a la luz directa del sol, y una velocidad de funcionamiento con procesador y memoria RAM básica para soportar tanto la aplicación como el resto de sus servicios sin que se quede “colgado”. Pero ojo, porque la velocidad se encuentra directamente relacionada con la duración de la batería…
• Un soporte con carcasa que deberá cumplir dos funciones: fijar el teléfono a un punto estable de la moto, generalmente en las inmediaciones de la instrumentación para que no desvíes la mirada de donde debes tenerla en plena marcha, y al tiempo proteger el terminal con una “coraza” transparente que evite reflejos y proteja de la humedad y la suciedad a nuestro teléfono.
• Una conexión de corriente auxiliar que garantice, en trayectos largos que impliquen estar gran parte del día en marcha, la duración de la batería. Ten en cuenta que el brillo de la pantalla al máximo junto con el uso constante de datos, reduce de manera considerable el rendimiento del acumulador de energía. Las conexiones USB han dejado atrás las anteriores tipo “de mechero”, menos estandarizadas y compactas.
• Ni que decir tiene que la conexión a la red requiere de datos ilimitados… o al menos tener en cuenta que tu tarifa limitada puede llegar a su fin en pleno trayecto. En este caso, recuerda que podrás guardar el trayecto que previamente hayas dibujado para disponer de él sin conexión.

5 consejos para explotar al máximo Google Maps y sus herramientas

Aunque son muchas las opciones de uso, con tiempos estimados de recorrido en función del tráfico habitual, o incluso del momento, esto es, en tiempo real, en función del medio de transporte empleado, en nuestro caso la moto será equiparable perfectamente al estandarizado del vehículo automóvil.

¿Por qué? Sencillo: las velocidades máximas son idénticas; porque si pensabas que el cálculo podría realizarse, por ejemplo, evitando una vía atestada de tráfico con carriles sufriendo arranques y detenciones constantes circulando entre las filas de coches en el mismo sentido, o incluso entre medias de ambas direcciones, te equivocas. Las normas de tráfico son iguales para todos y las infracciones, también.

Por tanto, ten en cuenta los siguientes consejos para aprovechar al máximo esta herramienta de Google:

• Activa la opción de intensidad de tráfico en tiempo real, ya que probablemente la de “tráfico habitual” no sirva de gran ayuda en un momento en el que se ha producido un accidente y la vía se encuentra repentinamente saturada, por ejemplo.
• Establece previamente al inicio del recorrido la escala que mejor se adapte a tu teléfono y a la visión del mismo, siempre teniendo en cuenta que, sobre todo en zonas desconocidas para ti, necesitarás ubicarte con un rápido vistazo a la pantalla sobre el terreno. No limites tu orientación. Todo lo contrario: sírvete de Google Maps para dejarte guiar teniendo siempre muy presente dónde se encuentra el punto cardinal por referencia, el norte.
• No desvíes durante mucho tiempo la mirada del punto de guía mientras conduces, que no es otro que el lugar al que os dirigís tu moto y tú. En ocasiones, el ansia por entender hacia dónde vamos o la consulta de datos del entorno requieren varios segundos de atención sobre la pantalla del teléfono. Mucha atención a posibles despistes en relación con lo que ocurre ante nosotros.
• No te dejes guiar por las fundas válidas también para automóvil. No suelen ser impermeables y su flexibilidad también dan un poco de miedo a posibles impactos. Por supuesto, evita los soportes que, aunque permitan rotar el teléfono o incluso dotar al herraje de una toma de corriente USB, dejen el terminal “al aire”.
• Las fundas o soportes más fiables son aquellos que encierran literalmente el teléfono móvil. Suelen ofrecer la opción de conservar la opción de operar la pantalla táctil, pero no olvides que la manipulación de estos dispositivos está totalmente prohibida en marcha. Evita la tentación de ampliar o mover la información ofrecida por Google Maps en plena acción. Recuerda lo dicho más arriba: centra el punto de localización y solo actúa sobre la pantalla cuando te detengas.

Vamos a aprovecharnos de las nuevas tecnologías mientras rodamos en moto. Prepara tu teléfono con la ruta y puntos de interés predeterminados, o simplemente déjate guiar por Google Maps con la información que aparece en pantalla a tu paso mientras circulas sobre dos ruedas. Disfruta de una jornada completa, segura y siempre con toda la información que necesitas a la vista. ¡Buena ruta!